Por qué es importante que todos los alumnos vuelvan a las escuelas

Estudios demostraron que es muy poca la evidencia que consideraría que volver a las aulas pueda significar un brote. Los detalles

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Muchos adolescentes son incapaces de completar su tarea escolar por falta de dispositivos o de conectividad, lo cual hace que los modelos de aprendizaje virtual resulten de difícil implementación
Muchos adolescentes son incapaces de completar su tarea escolar por falta de dispositivos o de conectividad, lo cual hace que los modelos de aprendizaje virtual resulten de difícil implementación

Pasaron casi 10 meses de la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que genera la enfermedad COVID-19, declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo, en los que el mundo transitó distintas etapas para sobrellevarlo.

Una de ellas fue el cierre de los establecimientos escolares: escuelas, colegios, universidades y distintos centros de estudio y capacitación se vieron obligados a cerrar durante un tiempo, en algunos países, y hasta hoy, como por ejemplo en el nuestro, salvo excepciones en pocas provincias.

Con protocolos de seguridad e higiene y manteniendo el distanciamiento social, luego de casi siete meses de cuarentena, y a dos de finalizar el ciclo lectivo previsto para este 2020, los estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires volvieron al colegio de manera presencial.

Pero ¿por qué es imprescindible que todos vuelvan a los establecimientos educativos? “El cierre de las escuelas en el contexto de la pandemia debe reconocerse como un factor que marcó claramente disparidades sociales. Muchos adolescentes son incapaces de completar su tarea escolar por falta de dispositivos o de conectividad, lo cual hace que los modelos de aprendizaje virtual resulten de difícil implementación, dando lugar a la aparición de una brecha tecnológica entre niños, niñas y adolescentes muy difícil de resolver. La vuelta a las escuelas en la modalidad presencial es imprescindible”, así lo afirmaron desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), aclarando que cada establecimiento deberá adaptar su nivel de reapertura de acuerdo a la realidad epidemiológica local.

Con protocolos de seguridad e higiene y manteniendo el distanciamiento social, luego de casi siete meses de cuarentena, y a dos de finalizar el ciclo lectivo previsto para este 2020
Con protocolos de seguridad e higiene y manteniendo el distanciamiento social, luego de casi siete meses de cuarentena, y a dos de finalizar el ciclo lectivo previsto para este 2020

Para hacer frente a las desigualdades y problemáticas sociales, desde la SAP consideran que es necesario que las autoridades asignen recursos y diseñen estrategias dirigidas a garantizar un acceso equitativo a la educación para todos los niños, niñas y adolescentes del país.

“La escuela educa, crea lazos sociales, alimenta, da refugio, democratiza conocimientos, orienta y contiene. Es un sitio seguro y constituye una herramienta de equidad social indispensable, particularmente para los grupos más vulnerables”, afirmó el médico Jorge Cabana, presidente de la Subcomisión de los Derechos del Niño de la SAP.

En este sentido, los especialistas de la SAP afirman que no hay en la literatura médica información que avale el enunciado de que la población pediátrica sea la gran transmisora de la infección viral, tema sobre el que existe gran controversia entre los investigadores. Por lo tanto, no se debería considerar a los niños como ‘grandes transmisores’ ya que la carga viral dependería del cuadro clínico y no de la edad. Los datos más recientes sugieren que los niños mayores de 10 años pueden transmitir el SARS-CoV-2 tan eficientemente como los adultos, y esta información debe ser parte de las consideraciones tomadas para determinar cómo abrir escuelas de manera segura y efectiva.

¿Hay peligro de contagios en la apertura de colegios?

el pobre efecto del cierre de escuelas durante las epidemias de coronavirus ya se ha evidenciado en algunos estudios realizados durante la epidemia de SARS
el pobre efecto del cierre de escuelas durante las epidemias de coronavirus ya se ha evidenciado en algunos estudios realizados durante la epidemia de SARS

Los estudios de modelos parecen indicar que el cierre de escuelas puede ser significativamente eficaz para el control de infecciones solo cuando los brotes se deben a virus con baja transmisibilidad y las tasas de ataque son más altas en niños que en adultos. Esto se aplica a los virus de la influenza y la infección por influenza, pero no parece válido para los coronavirus, incluido el SARS-CoV-2, que tiene una dinámica de transmisión diferente, o para el COVID-19, que afecta principalmente a adultos y personas de edad avanzada.

Se ha calculado que el número esperado de casos generados directamente por 1 caso de infección por SARS-CoV-2 es alto y no inferior a 2,5. Además, los niños menores de 10 años representan solo el 1% de los casos de COVID-19, y aunque algunos de ellos pueden experimentar una infección asintomática, el número total de pequeños con infección por SARS-CoV-2 parece menor de lo esperado.

Aunque no hay datos oficiales disponibles, hasta donde se sabe, del cierre de escuelas durante la epidemia de COVID-19, la escasa relevancia de esta medida restrictiva parece confirmada por la evidencia de que en Taiwán, la propagación de COVID-19 se minimizó sin generalizar cierres de escuelas planificados. Por otro lado, utilizando datos de población y escuelas del Reino Unido junto con cifras sobre la dinámica de transmisión del SARS-CoV-2 calculados en la primera pandemia de COVID-19 en China, se predijo que el cierre de escuelas sería insuficiente para mitigar la pandemia.

Con protocolos de seguridad e higiene y manteniendo el distanciamiento social, luego de casi siete meses de cuarentena, y a dos de finalizar el ciclo lectivo previsto para este 2020
Con protocolos de seguridad e higiene y manteniendo el distanciamiento social, luego de casi siete meses de cuarentena, y a dos de finalizar el ciclo lectivo previsto para este 2020

Finalmente, el pobre efecto del cierre de escuelas durante las epidemias de coronavirus ya se ha evidenciado en algunos estudios realizados durante la epidemia de SARS. En China, se descubrió que el cierre de la escuela durante 2 meses no era significativamente efectivo para la prevención de enfermedades, principalmente debido a la muy baja incidencia de enfermedades sintomáticas entre los niños en edad escolar. Además, en Taiwán se evidenció que el riesgo de transmisión de la infección entre los niños en un aula era muy bajo, con un R 0menos de 1, destacando claramente que la ausencia de concurrencia a clase solo podría ser marginalmente efectivo.

En este sentido, la Sociedad Argentina de Pediatra adhirió a las recomendaciones del Consejo Federal de Educación (CFE) elaboradas para analizar el escenario de vuelta a las escuelas. El documento, denominado “Marco de análisis y evaluación de riesgo para el desarrollo de actividades presenciales y re vinculación en escuelas en el contexto de la pandemia”, enuncia las siguientes condiciones fundamentales para el regreso a las aulas:

-Cada jurisdicción promoverá el regreso a las clases presenciales de manera parcial, progresiva y escalonada.

-La presencialidad será limitada y deberá observar rigurosamente los protocolos de regreso consensuados por las autoridades sanitarias de la Nación y de las provincias.

-Estas decisiones serán dinámicas y estarán claramente sujetas a la marcha de la pandemia en las diferentes regiones de nuestro país.

en Taiwán se evidenció que el riesgo de transmisión de la infección entre los niños en un aula era muy bajo, con un R 0menos de 1
en Taiwán se evidenció que el riesgo de transmisión de la infección entre los niños en un aula era muy bajo, con un R 0menos de 1

-El retorno a las escuelas observará rigurosamente estos nueve puntos elaborados por los especialistas en salud:

1- Contar con representantes de educación en el Comité Operativo de Emergencia (COE) para la toma de decisión del reinicio de actividades.

2- Evaluar la forma de traslado que utilizarán los niños, las niñas, docentes y no docentes, para asistir a los establecimientos.

3- Contemplar la situación habitacional o niveles de hacinamiento de los niños, niñas y docentes y planificación de acciones preventivas.

4- Instruir adecuadamente al personal docente y no docente acerca de los protocolos que deben seguirse para minimizar los riesgos de transmisión durante el tiempo de permanencia en la institución, con planificación de monitoreos permanentes.

5- Tener los procedimientos detallados sobre cómo actuar ante la aparición de un caso sospechoso y/o confirmado de COVID-19 en la escuela.

6-Articular entre las carteras de salud y educación local para la detección de casos sospechosos, procurar la realización del diagnóstico de laboratorio a fin de dar una respuesta rápida y realizar el rastreo de contactos estrechos y su monitoreo.

7- Poseer un sistema integrado de trabajo intersectorial que permita identificar y dar seguimiento a problemáticas complejas como violencia, patologías de la salud mental, trabajo infantil, dificultades de los hogares para realizar aislamientos en caso de ser necesarios, entre otras.

8- Considerar estrategias para aquellos niños y niñas con factores de riesgo que no puedan asistir de manera presencial.

9- Abordar estrategias para aquellos niños y niñas convivientes de personas con factores de riesgo.

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