Las vacaciones llegaron a su fin. Es momento de volver a la rutina, ordenar la vida que se desordenó, y la alimentación es uno de los aspectos que más cuesta "volver a su cauce".
En medio de todo, comenzaron las clases, con todo lo que eso implica. Y si bien los niños pasan muchas horas del día fuera de casa, los padres no deben perder de vista la importancia de la alimentación en edad escolar y es imprescindible que conozcan que lo que los niños comen influye en su crecimiento, desarrollo y rendimiento en la escuela.
Bien sabida es la importancia de realizar las cuatro comidas principales, pero cada vez cobra más trascendencia y debe prestarse mucha atención al famoso snack o "picoteo" entre comidas.
Lo que los niños comen influye en su crecimiento, desarrollo y rendimiento en la escuela
Un dato que llamará la atención de más de un padre es que ocho de cada 10 niños comen un snack todos los días, pero lo preocupante es en seis de estos ocho es de muy mala calidad y afecta su salud.
"Un snack no es ninguna de las cuatro comidas principales, sino que es una pequeña cantidad de un alimento que consumimos entre ellas. Y es fundamental que sea un alimento sano, que ayude a mantener la energía para que los niños puedan rendir todo su potencial, que contengan micronutrientes (vitaminas y minerales, como son las vitaminas A, D o B12, ácido fólico, hierro, calcio, zinc y son esenciales para el crecimiento), además de proteínas y fibras. No debe aportar muchas calorías ni grasas". Así lo definió el médico pediatra Diego Montes de Oca.
Y brindó algunos datos que deben tenerse en cuenta al momento de elegir un snack:
– La vitamina A es clave en la piel, los huesos, las defensas, la retina y la visión y protege contra el cáncer. Su falta causa déficits de visión, bajas defensas, entre otras.
– La vitamina D previene el raquitismo y es la vitamina del sol, ya que para elaborarla una persona debe exponerse al sol diez minutos, tres veces por semana. Ayuda a absorber calcio y trasmisión entre las neuronas.
– El calcio forma parte de los dientes y huesos, interviene en la coagulación, las neuronas, las hormonas y la contracción de los músculos. Su déficit produce osteoporosis y otras alteraciones. Lo alarmante es que el 60% de los niños no tienen una ingesta adecuada de calcio.
– El hierro es clave en el transporte de oxígeno, en la producción de la sangre, la defensa de enfermedades y el desarrollo cognitivo. Su déficit genera anemia, cansancio y bajo rendimiento escolar.
Es fundamental que las colaciones sean un alimento sano, que ayude a mantener la energía para que los niños puedan rendir todo su potencial
¿Dónde pueden encontrarse estos nutrientes?
– Alimento lácteo firme a base de leche
– Frutas frescas (manzana, pera, frutilla, ciruelas secas)
– Frutos secos (tener especial atención con que no los consuman corriendo o jugando por el peligro de atragantamiento)
– Verduras (zanahoria, apio)
– Cereales integrales
"Por último, no debe olvidarse que la mejor bebida que puede tomar un niño es el agua, ya que muchas veces es desplazada por otras opciones mucho menos saludables", destacó Montes de Oca, quien enfatizó que "una alimentación saludable es clave para el desarrollo cognitivo".
La licenciada en Nutrición Cecilia Sánchez (MN 5597) del equipo de Nutrición de Crenyf remarcó que "la planificación del menú semanal es de gran ayuda al momento del armado de las viandas, debiendo considerar aspectos esenciales para lograr una alimentación equilibrada".
Y resaltó algunos cuidados esenciales que deben tenerse en cuenta:
– Condiciones de seguridad alimentaria como cocción, conservación y temperatura de los alimentos.
– Hábitos y gustos de los chicos, por ejemplo: una vianda con brócoli o pescado, probablemente regrese a casa intacta.
– Preparar la comida el día anterior y llevar a heladera. Las loncheras conservan el frío, no refrigeran. Por eso es importante que al colocar la comida en la misma, ésta se encuentre previamente refrigerada.
– Guardar los alimentos que van a la heladera en recipientes poco profundos, para acelerar el proceso de enfriamiento.
– Lavar bien las frutas, sobre todo si acostumbran a comerlas con la piel.
– No reutilizar los alimentos que hayan sobrado de la vianda para preparar el menú del día siguiente. De esta manera se evita traspasar posibles bacterias que hayan proliferado a lo largo de todo el día en los alimentos. Recordar que las loncheras conservan la temperatura durante un tiempo aproximado de entre 6 a 8 horas.
No es recomendable reutilizar los alimentos que hayan sobrado de la vianda para preparar el menú del día siguiente
"Recordemos que para conseguir que los chicos pidan y disfruten de alimentos saludables, una de las cosas más importantes, es que vean la imagen de sus modelos comer y disfrutar de buenos alimentos sin obligación", finalizó la especialista.
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