Con el paso del tiempo crece la cultura de la prevención. Cada vez más son las personas que buscan comer sano, practicar ejercicio o realizar algún hobby gratificante. A su vez, con el aumento de la esperanza de vida, se piensa más en el concepto de envejecimiento activo, para vivir con calidad los años ganados.
Mantener, prolongar y recuperar la funcionalidad física, mental y social por medio del autocuidado, ayuda mutua y autogestión, son los principales objetivos de este nuevo concepto, cuya misión es mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Conforme la persona envejece, el organismo experimenta diversas modificaciones de tipo morfológico (en su forma), fisiológico (funcionamiento), psicológico y social, las cuales son generadas por cambios propios de la edad y desgaste acumulado. Sin embargo, esto no significa que esta etapa de la vida no debe considerarse en sí misma enfermedad, aunque es verdad que aumenta la vulnerabilidad ante el desarrollo de padecimientos crónicos (de larga duración) y que la gente de edad avanzada se encuentra en situación de desventaja en más de un aspecto.
"La situación económica y social de los adultos mayores, en general, es precaria porque la gran mayoría de ellos no recibe apoyo económico formal por medio de pensión y jubilación (más de 70% no lo tiene)", aseguró la licenciada en gerontología Marcela Corrales Colace, asesora en Siempre Argentina. "Asimismo, tampoco se brindan oportunidades para que participen de manera activa en su desarrollo personal debido, en gran medida, a la visión que se tiene de la vejez y a las políticas públicas que emanan de la misma".
De ahí la importancia del envejecimiento activo, que se está implantando como objetivo en las políticas de salud para facilitar la integración de las personas mayores, alentar su trabajo voluntario y lograr la aplicación de programas de senectud.
Más allá de los hábitos diarios para mejorar la salud, contar con una cobertura completa es algo que tranquiliza a la mayoría de las personas. Sin embargo, en países como Uruguay, existe un concepto que en Argentina no está del todo instalado: la contratación de un plan preventivo de acompañantes terapéuticos o de salud de la misma forma que una prepaga.
Los primeros suelen trabajar con niños y adultos que por problemas o discapacidades físicas o mentales que necesitan un apoyo para insertarse en ámbitos laborales, educativos o de recreación. Los segundos suelen ayudar en las actividades de la vida diaria a los adultos mayores, que suelen sufrir desde demencias hasta fracturas.
"Se suele buscar un acompañante terapéutico o de salud cuando algo le sucede a un familiar. Lo que la empresa pretende es instalar la cultura de la prevención y así brindar la tranquilidad de que si algo sucede, se puede contar de inmediato con una persona idónea para brindar asistencia, permitiendo al grupo familiar un respaldo ante situaciones difíciles", relató Colace. Según detalló, la compañía también dispone de planes inmediatos, es decir los que se contratan una vez que a un familiar le sucede algo, pero se busca virar hacia la prevención: "no hay que olvidar que muchas veces nos encontramos en circunstancias difíciles sin herramientas por no estar informados o preparados."
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