Final feliz para el desesperado pedido: el medicamento llegará a manos de Luca

Con solo dos años, Luca Martín Triulzi pelea por su vida. El pedido desesperado de su familia y su trabajo incansable, con su madre Natalia Bello y Mauro Triulzi a la cabeza, llegó a buen puerto en las últimas horas. El medicamento vital que la Aduana retenía se liberó y podrá utilizarse.

El Ministerio de Salud, encabezado por el doctor Jorge Lemus, se hizo eco pronto del reclamo de los familiares y trabajó en forma incansable para lograr liberar el medicamento. Se contactaron con autoridades de ANMAT y Aduana y detectaron el error por el cual estaba retenido: una equivocación al momento de su clasificación. Estaba mal rotulado.

El medicamento ya se encuentra a disposición -y en las condiciones pertinentes- del personal del Hospital Garrahan, donde Luca se aferra a su vida. El bebé desarrolló en octubre último un neuroblastoma, un tumor maligno del sistema nervioso central, el cual fue extirpado en el Hospital General de Niños Ricardo Gutiérrez. Pero en diciembre le descubrieron una contaminación en ganglios y médula ósea, por lo cual hizo seis sesiones de quimioterapia muy agresiva. "Todas con resultado positivo", le dijo su madre a Infobae.

El medicamento -dimetil sulfóxido (DMSO)- es clave para el trasplante de médula autólogo, sin el requerimiento de un donante externo, al que debe someterse ya que conserva el órgano. Afortunadamente, llegó al Garrahan con el tiempo suficiente para realizarle la operación que será en una semana.

"Los médicos que tratan a Luca me explicaron que la operación debe realizarse antes del 16 de junio para que no haya una recaída de la enfermedad. Pero que cinco días antes, ellos deben contar con este preciado líquido para estimular la parte de médula sana a fin de que el chico genere exitosamente sus propias defensas. Es decir que el lunes 12 a lo sumo, debería estar en el Hospital Garrahan", había contado su madre, antes de que el medicamento fuera liberado.

Infobae se había comunicado con la Aduana y desde su departamento de Comunicaciones habían explicado que no tenían conocimiento de la situación hasta que este medio los contactó. Con el trabajo de la cartera de Salud, reconocieron el error y la historia tuvo el final feliz que merecía.

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