Ayelén Mazzina: “A los ministerios liderados por varones no les cuestionan absolutamente nada”

Cuando asumió, Ayelén Mazzina juró “por los derechos conquistados y por los que nos faltan conquistar”. A dos semanas de aquel acto, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación compartió con Infobae sus metas, los aprendizajes traídos desde San Luis y la importancia de visibilizarse “como mujer, como piba y como lesbiana”

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Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Género y Diversidad
Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Género y Diversidad

Sonríe con todos los dientes y se le marcan hoyuelos. Abraza con ganas cuando saluda, como si te conociera. Ayelén Mazzina, la nueva Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, se mueve desacartonada por el despacho, alejada adrede del protocolo.

“Vengo a romper un poco las estructuras. Lo protocolar me agobia un montón. Soy súper relajada y la idea es que podamos charlar en confianza”, propone y vuelve a sonreír y se ceba un mate, mientras un grupito de periodistas preparamos nuestros cuadernos y grabadores para saber quién es y qué viene a hacer la ex secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis que llegó a Buenos Aires para tomar el mando que dejó Elizabeth Gómez Alcorta.

“El lunes 10 de octubre estaba en mi casa terminando la logística del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries que se hizo en mi provincia cuando me llamó el gobernador y después el presidente. Pensé que me iban a felicitar por cómo había salido el Encuentro. Pero entonces el presidente me dijo que quería que fuera parte del Ministerio y que asumiera el lugar de Elizabeth. La verdad es que se me cruzaron un montón de cosas, era un sinfín de emociones y sensaciones”.

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- ¿Por qué?

- Primero porque lo sentí un reconocimiento a la provincia y a todas las políticas públicas que ha venido llevando adelante. Reconocer por ejemplo que San Luis creó en 1986 una Secretaría de la Mujer con rango ministerial, cuando en ninguna otra provincia se hablaba de esto. Un gobierno con muchísimo compromiso y convicciones en la materia. Por eso no podía decir que no. Dije que sí y me quedé en shock por supuesto. Pasé de gobernar para 250 mil mujeres y personas del colectivo LGBTIQ+ a ocuparme de millones y millones de personas.

- ¿Y a nivel personal?

- Es un desafío. Mi lugar visibiliza a un colectivo que necesita que sus voces se sigan escuchando. Tenemos que ocupar estos lugares. Poder mostrarme como mujer, como piba, como lesbiana es desvestirme completamente. Nunca tuve ni miedo ni vergüenza, pero sí pasé por un montón de lugares de discriminación. Hay, además, un contexto familiar complejo, hemos vivido procesos que llevaron tiempo. Pero me puse como meta seguir ayudando a todas las mujeres y personas del colectivo, y estar cuando exista alguna vulneración de derechos. Vengo con muchísima energía y creo firmemente que lo puedo lograr.

Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Género y Diversidad
Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Género y Diversidad

- ¿De qué manera?

- Vengo con la idea de federalizar el Ministerio. Las políticas públicas que se piensan acá, desde los escritorios del Estado Nacional, a las provincias y a los territorios alejados no nos sirven. Si no conocemos los territorios por donde vamos a caminar, las millones de políticas que se puedan pensar desde la capital no sirven. También quiero profundizar la federalización de las políticas públicas del resto de las provincias, porque hay un montón de provincias que tienen políticas muy fuertes en materia de género que hace falta acompañar. Hay que ayudar a las provincias y a los municipios. Porque además los ministerios de las mujeres, las secretarías y las áreas de género son los lugares más cuestionados. A los ministerios liderados por varones no les cuestionan absolutamente nada y si se equivocaron en algo, pasa. En cambio si nosotras nos equivocamos en algo queda el error por delante de todo y hay que salir a pedir disculpas o aguantar que te sigan castigando.

Ayelén Mazzina quiere empezar a viajar, a andar por ese mal llamado “interior” del país para dejar de revolotear alrededor de Buenos Aires.

- Estar dentro de una oficina me genera un poco de resistencia. No es lo que me gusta. Siempre traté de trabajar en los territorios, al lado de la gente. Entiendo que es complejo aquí, porque es mucho más grande y porque estamos hablando de millones y millones de mujeres y personas del colectivo. Pero no quiero perder el eje de lo que vine a hacer. Vine a cambiar algo y a ponerle la impronta de una provincia que en algunos momentos nos hemos sentido que no éramos parte del Estado nacional. Como dije, las políticas se piensan desde acá, con funcionaries del Gabinete y cuando se trasladan a las provincias hay cosas que ya están cerradas. O leyes que cuando bajan a la gente te das cuenta de que no eran lo que necesitaban. Y eso pasa porque estamos lejos, porque pensamos desde arriba y desde el poder. Mi idea es visitar cada una de las provincias, conocer las distintas cooperativas, ver cuáles han sido las respuestas del Estado, poder dialogar con las compañeras más codo a codo, más humanamente.

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- Se supone que el diseño y la formulación del Plan Nacional de Acción contra las violencias por motivos de género 2020-2022 y 2022-2024 fue resultado de los aportes que surgieron durante distintas instancias participativas (presenciales y virtuales) y federales. ¿Qué harías diferente entonces?

- Por ejemplo, me gustaría cambiar la dinámica de los Foros Federales para darle más visibilidad a las provincias para que presenten sus políticas públicas. En los Foros tenías tres minutos para hablar y te desesperabas por querer contar lo lindo. Mi idea es que haya más tiempo, mesas de trabajo con ciertos puntos a la hora de iniciar los intercambios, con orden del día para saber cuáles son los problemas. Pero recibir también sugerencias y críticas constructivas hacia lo que estamos haciendo como Estado nacional y qué funciona mal. Cambiar la dinámica, que sea menos protocolar.

El traspaso de mando en el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, entre Elizabeth Gómez Alcorta y Ayelén Mazzina
El traspaso de mando en el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, entre Elizabeth Gómez Alcorta y Ayelén Mazzina

- ¿Qué va a pasar con el Programa “Acompañar”? El gran acierto del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad teniendo en cuenta que, entre noviembre de 2020 y el 31 de mayo de 2022, 175.068 mujeres y LGBTI+ en situación de violencia de género recibieron acompañamiento integral por parte de equipos interdisciplinarios y un apoyo económico equivalente a un salario mínimo, vital y móvil durante seis meses consecutivos.

- El Acompañar va a continuar, lo que sí quiero es apuntar a generar empleabilidad e independencia económica. Para eso, articular con Desarrollo Social y con el Ministerio de Trabajo para poder acompañar a las beneficiarias del programa a través de la capacitación y la empleabilidad y que puedan incorporarse a un trabajo genuino. Solamente así esa mujer podrá salir realmente del círculo de la violencia.

- ¿Qué pasó con el proyecto de ley “Cuidar en Igualdad” que el presidente Alberto Fernández presentó a principios de mayo de este año?

- Estoy retomando los diálogos con algunas legisladoras. No es simple, pero es el origen de un montón de problemáticas y es muy necesario poder reconocer el trabajo de cuidados como un derecho. De hecho, los cuidados son la columna vertebral de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que organiza la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL) con apoyo de distintos organismos de ONU y que comienza la semana próxima en Buenos Aires. Me hubiese gustado poder llegar a la CEPAL con una ley que va a ser importante para un montón de mujeres. Pero quiero escuchar a las legisladoras. Es un proyecto que requiere consenso y construcción colectiva. Porque si bien surgió desde el Ejecutivo, quienes lo van a votar son las legisladoras y hay que consensuar cada artículo.

- El último informe del observatorio de femicidios que coordina la asociación civil La Casa del Encuentro registró 254 femicidios y trans/travesticidios entre el 1° de enero y el 31 de octubre de 2022. La violencia no para.

- Estoy conociendo el funcionamiento de la Subsecretaría de Violencias, viendo los números de femicidios que realmente impactan, pensando en las mejores políticas públicas de prevención, pero a la vez entendiendo que la violencia es estructural y que los femicidios no los voy a resolver yo sola. Se necesita de la voluntad política y del compromiso de todos los ministerios y de una Justicia que de una vez por todas pueda pensar con perspectiva de género y creerles a las mujeres, a las pibas y a las niñas.

El presidente Alberto Fernández y Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Género y Diversidad
El presidente Alberto Fernández y Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Género y Diversidad

- ¿Cuál es el presupuesto del Ministerio?

- El presupuesto se ha aumentado. Si comparamos el inicial de 2022 ─que fue de $17.583 millones─ contra el inicial previsto para 2023 ─que es de $54.683 millones─, este último multiplica por 3 el del 2022. Cuando ingresé al ministerio escuché dudas sobre la continuidad del Acompañar porque no había presupuesto. Y la realidad es que si voy a manejar un ministerio que no tiene presupuesto para poder erradicar, aunque suene utópico, las violencias de género no hubiese aceptado. Porque estaría acá flotando y yo no vine a flotar.

- ¿Qué pensás sobre algunos comentarios que circulan pidiendo el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad?

- Me parece completamente insólito. Este es un ministerio que le ha dado fuerza a un montón de políticas públicas. Creo que es un antes y un después desde que existe este Ministerio. Lo mismo ocurre en mi provincia: con la creación de la Secretaría de la Mujer, desde el 86 hasta la actualidad, hubo cambios que se notan un montón en las calles. La sociedad se transforma. Sin ir más lejos, hay un video del año 2018 que me muestra en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. Precisamente, a mí estos lugares me transformaron la vida. Tener esa posición en 2018 habla de mi historia, de mi crianza y de una estructura familiar muy patriarcal y súper católica. Pero cuando empecé a incursionar en qué era el feminismo, a dialogar con las compañeras, a conocer las redes de mujeres, entendí que era una necesidad de salud pública, entendí que debía ser un derecho y me cambió la cabeza. Por eso milité el proyecto y la sanción de 2020. Estos lugares son transformadores.

- ¿Qué derecho te parece fundamental? ¿Qué crees que hace falta conquistar ya?

- La ley de cuidados me parece que es la columna vertebral de un montón de violencias. Pero la gente todavía no sabe qué significa hablar de cuidados. Me parece que es necesario tomarnos el tiempo para explicar a otras personas por qué es importante incorporar estas temáticas. Después creo que falta una buena regulación de la ley de cupo laboral travesti-trans. Si bien se han incorporado un montón de compañeres en el Estado, hay que hacer un acompañamiento en las provincias. Y finalmente, creo que nuestra última lucha fuerte y aguerrida fue la ley de aborto pero que las feministas nos tenemos que volver a encontrar. Nos faltan temas, nos falta encontrar algo que nos vuelva a unir de esa manera. Hay mucho egoísmo, hay muchos intereses personales. Pero yo no vengo con ese chip.

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