Interna sin tregua en el PRO: “la caja” que tensionó a Larreta y Bullrich, el mendocino que se hizo “paloma” y el curioso consejo de Macri

En una paz que siempre parece frágil, el jefe de Gobierno y la jefa partidaria superaron un entredicho y compartirán una actividad. Qué hay detrás del nombramiento del macrista Omar De Marchi como armador nacional larretista. Dos sugestivos almuerzos políticos

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Diego Santilli, Omar De Marchi y Horacio Rodríguez Larreta: el diputado mendocino se pasó de bando
Diego Santilli, Omar De Marchi y Horacio Rodríguez Larreta: el diputado mendocino se pasó de bando

“Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error”. Es una frase que se le atribuye a Napoleón Bonaparte, pero parece casi imposible que se la adjudiquen a la dirigencia de Juntos por el Cambio. Aunque el Frente de Todos se convirtió en el principal aliado del objetivo opositor de volver al poder, a fuerza de errores, malos resultados económicos y peleas feroces, en JxC hay una paz sostenida con alfileres rotos que da la sensación de que puede quebrarse en cualquier momento.

En el PRO, la proliferación de candidatos a Presidente y a gobernador bonaerense es vista por algunos como una noticia positiva, pero, en la práctica, se transforma en una fuente de intrigas y de enfrentamientos permanentes. La ambigüedad de Mauricio Macri sobre su postulación para regresar a la Casa Rosada, de todas formas, precipitó una tregua entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, lanzados a una carrera presidencial que se complicará si el ex mandatario aspira a un “segundo tiempo”.

Por eso llegaron a fines de abril a un desayuno en el que fijaron reglas de juego para no despedazarse en la competencia y armaron una suerte de “comité de crisis” para monitorear casi minuto a minuto la relación. Rodríguez Larreta designó a Fernando Straface, secretario general y de Relaciones Internacionales del gobierno porteño, y Bullrich al diputado Gerardo Milman, su mano derecha, para que estén en contacto. Ambos se reunieron de urgencia el viernes pasado luego de que se encendió una luz amarilla cuando la jefa del PRO, refiriéndose al gobierno porteño, dijo por televisión (y luego repitió en Twitter): “La caja no se usa para la campaña. ¿Vas a usar la caja de la Ciudad para la campaña? Empezamos mal”.

El larretismo se quejó por esa alusión al dinero público utilizado para la política, pero en el bullrichismo aclararon que ella sólo había contestado una pregunta de Alejandro Fantino. En realidad, la polémica frase no surgió espontáneamente de Bullrich, pero fue dicha. También es cierto que segundos después destacó: “No estoy diciendo que se usa. Digo que no se puede usar”.

Patricia Bullrich habló de "la caja" porteña en la televisión y causó el malestar de Horacio Rodríguez Larreta
Patricia Bullrich habló de "la caja" porteña en la televisión y causó el malestar de Horacio Rodríguez Larreta

La susceptibilidad extrema hace que cada palabra de los contendientes del PRO se examine con microscopio. Pero el mecanismo ideado para diluir los problemas funcionó eficientemente: no sólo el episodio quedó aclarado, sino que surgió la idea de que Rodríguez Larreta y Bullrich “hagan algo juntos” para demostrar que el clima de pacificación entre ambos está consolidado. ¿Qué harían juntos? Aún está en estudio, aunque el solo hecho de que lo analicen habla bien del armisticio que pactaron.

Cada uno encarará esta semana de una forma muy distinta. Luego de seguir su plan de captación del “voto joven” con la concurrencia hace 24 horas al concierto de Abel Pintos, al que fue invitada por el cantante, Bullrich se prepara para dar una señal hacia el electorado de Javier Milei: el lunes irá con Ricardo López Murphy a una convención liberal de Juntos en la provincia de Buenos Aires, organizada por Apertura Republicana, la agrupación del PRO que integran Juan Curuchet y Pablo Walter. Y al día siguiente, como anticipó Infobae, encabezará la tercera reunión de sus equipos de gobierno con la presencia de Macri, en el Yacht Club de Olivos.

El alcalde porteño, por su parte, arrancará el lunes con el primer encuentro de su renovada mesa para apuntalar el proyecto “Horacio Presidente”. Allí, Diego Santilli debutará como armador bonaerense en lugar de coordinador nacional, función que desde la semana pasada quedó en manos del diputado Omar De Marchi, uno de los dirigentes que acaba de cambiar de camiseta: reconocido como un “halcón” referenciado en Macri, se mudó como “paloma” al equipo larretista con la misión de extender los respaldos electorales en todo el país.

En una mesa que tenía preeminencia de porteños, el diputado mendocino asumirá un papel clave para el plan del jefe de Gobierno. ¿Su designación fue una señal de buena voluntad de Rodríguez Larreta hacia Macri? Dicen que De Marchi no lo consultó previamente al ex presidente sobre su nuevo destino político. Algunos especulan que fue una devolución de gentilezas: el PRO de Mendoza aún no digirió la presencia del coterráneo radical Alfredo Cornejo en el almuerzo organizado por Macri con el escritor Mario Vargas Llosa. De Marchi trabaja en su candidatura a gobernador y el senador de la UCR, muy elogiado entre los “halcones” del PRO, será su principal competidor en las PASO. El ex mandatario los puso en un plano de igualdad: en una entrevista, dijo que en Mendoza “habrá una muy buena competencia entre Alfredo (Cornejo), si decide quedarse, y De Marchi”.

Mauricio Macri, en la ciudad de Rufino, Santa Fe
Mauricio Macri, en la ciudad de Rufino, Santa Fe

El ex presidente, aun sin quererlo, logró que la temperatura del PRO siguiera escalando en la provincia de Buenos Aires. El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, metió una cuña en la interna cuando le dijo al diario Clarín: “Mauricio Macri merece un segundo tiempo, vamos a ver si la gente le da esa chance”. Es el mismo jefe comunal que aparecía más cercano a la dupla Larreta-Santilli y que comenzó a virar tras sentirse desautorizado en las negociaciones que mantenía en nombre de Juntos con el gobierno de Axel Kicillof para sancionar una reforma a la Caja de Jubilaciones del Banco Provincia. En un almuerzo del PRO, Macri logró consenso para vetar toda tratativa sobre el tema, en respaldo de los cambios impulsados durante la gobernación de María Eugenia Vidal. Molesto, Grindetti renunció al Consejo Provincial de Juntos y luego se reunió con el ex jefe del Estado.

En ese encuentro, el intendente de Lanús le dijo a Macri que tenía “mala información” sobre el tema y le explicó que la necesidad de cambiar la ley, consensuada con la UCR y la Coalición Cívica, se basaba en que podía ser considerada inconstitucional. Según sus allegados, Grindetti salió de las oficinas del ex presidente en Olivos con la sensación de estar más identificado con él y con su idea de que el PRO tenía que volver a su esencia original para recuperar la identidad y encabezar la fórmula presidencial.

El viraje del jefe comunal no es menor. Se trata de un dirigente importante que fue jefe de campaña de Santilli en las últimas elecciones y que lidera, junto con Julio Garro, intendente de La Plata, el flamante partido Hacemos Juntos, que busca reclutar a peronistas desencantados para ampliar Juntos por el Cambio. ¿Conseguirá ese objetivo si se alinea definitivamente con Macri, alguien que mantiene una mala imagen muy alta en la Provincia? Grindetti sigue con su plan de postularse a la gobernación. Y, además, de organizarle al ex presidente una serie de recorridas por el conurbano para sondear la reacción de la gente.

La definición en favor de Macri no pasó inadvertida. Entre los tantos llamados que Grindetti recibió luego de sus declaraciones, hubo una de un operador larretista que sonó a advertencia: “Con esto cruzaste un límite”, le dijo, como si se hubiera pasado a las filas del peor enemigo, aunque son todos dirigentes del mismo partido y en público parecen discípulos de Mahatma Gandhi.

Los intendentes Diego Valenzuela y Néstor Grindetti
Los intendentes Diego Valenzuela y Néstor Grindetti

La renuncia de Grindetti abrió otro frente de conflicto: quién ocupará su lugar en el Consejo Provincial de Juntos. La semana pasada se hizo el segundo encuentro para definir este tema, pero tampoco hubo acuerdo. Hay temor a entablar alguna negociación con el gobierno bonaerense y quedar desacomodado por la postura tajante de Macri, quien en el último almuerzo de los líderes del PRO pidió que no haya tratativas que generen sospechas porque “con el Gobierno no hay nada que negociar”.

Una decisión sencilla que se complicó también por la competencia de Santilli y Cristian Ritondo, los candidatos a gobernador de Rodríguez Larreta y Macri, respectivamente. Por eso comenzaron a explorar una variante: que los dos puestos que tiene cada partidos de Juntos en el Consejo Provincial pasen a ser cuatro. Así, el PRO designaría a un dirigente propuesto por Santilli, otro por Ritondo, Jorge Macri (jefe del partido a nivel bonaerense) y un intendente. Mientras, Garro ocupa el lugar de negociador en nombre del espacio. Aseguran haberlo visto entrar a la sede de la gobernación para hablar con Juan Pablo de Jesús, el vicejefe de Gabinete bonaerense. Luego de las designaciones negociadas entre Kicillof, el PRO y la UCR en el directorio del Banco Provincia y en la Defensoría del Pueblo, quedan por cubrir vacantes para la oposición como síndicos en empresas provinciales.

Mientras, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien sigue con sus planes de disputar la gobernación, teje puentes para que no haya definiciones traumáticas. En una sola semana se reunió con Garro y los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse, y de Vicente López, Soledad Martínez. Y en una entrevista con Jorge Fontevecchia, se mostró con una amplitud que no tienen muchos de sus colegas: “Trabajo con Santilli, con un grupo de pensamiento para aportar ideas, recibo a Ritondo, tengo muy buen diálogo con los radicales y hablé con Carrió -afirmó-. Hay que buscar consensos. No veo que pueda haber una PASO entre tres personas del PRO, tiene que ir el que esté mejor e integrar a los demás. Me siento con ganas de formar parte del equipo”.

Los líderes del PRO volverán a almorzar esta semana
Los líderes del PRO volverán a almorzar esta semana

El territorio bonaerense se mantendrá como un enclave privilegiado. Rodríguez Larreta almorzará el miércoles con los intendentes del PRO de las ciudades cabeceras del conurbano, según reveló un jefe comunal. En el menú estará, por supuesto, el intento de que apoyen sin fisuras la candidatura de Santilli. Con el mismo objetivo de respaldar al “Colo”, una treintena de dirigentes de Juntos de la Tercera Sección Electoral, donde viven más de 4 millones de votantes, se reunirá el sábado próximo para sacarse una foto que grafique su preocupación por “el proceso de descomposición social” que atraviesa ese distrito. Todos avalan a Santilli, pero, además, será una forma de mostrar su intención de disputar espacios de poder en JxC y lugares en las listas.

Fuera de la pelea provincial, este jueves habrá otro almuerzos de la máxima dirigencia del PRO que organiza Macri. El principal tema será cómo equilibrar la participación de los economistas del partido en la confección del programa económico. En la última comida, la semana pasada, Bullrich protestó porque el economista del larretismo, Hernán Lacunza, tenía más peso en las medidas en análisis que Luciano Laspina, el diputado y experto en economía elegido por ella. Por eso invitaron al almuerzo a Franco Moccia, titular de la Fundación Pensar, del PRO: le pedirán que el plan tenga aportes equitativos de todos.

También en este tema, el bastonero que marca el ritmo del PRO es Macri, a quien, según dirigentes del partido, en los focus group encargados por referentes del partido hay cada vez más gente que afirma estar dispuesta a perdonarle errores de su gestión. Un mérito que atribuyen a la insatisfacción que genera el gobierno de Alberto Fernández. Si se consolida esa tendencia, ¿el ex presidente intentará otra oportunidad en la Casa Rosada? Como una forma de que la dirigencia del PRO no se burocratice ni se aleje de la gente, Macri suele aconsejarles a varios de sus interlocutores: “Que no te coma la política”. Quizá termine siendo él quien termine comiéndose la competencia interna en el PRO y paladeando un regreso con sabor a revancha.

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