Alfredo Cornejo suspendió su viaje a Buenos Aires por un problema de salud

El jefe del bloque de senadores de Juntos por el Cambio debió someterse este martes a chequeos médicos en Mendoza

Compartir
Compartir articulo
Alfredo Cornejo, senador de Juntos por el Cambio
Alfredo Cornejo, senador de Juntos por el Cambio

El jefe del bloque de senadores de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, tuvo que suspender su agenda política por un problema de salud que lo obligó a someterse a chequeos médicos. Desde su entorno informaron que se trató de una “indisposición” y que se encuentra en buen estado, pero debió cancelar un viaje previsto a Buenos Aires.

Medios de comunicación de Mendoza indicaron que el senador radical habría sufrido un dolor en el pecho mientras practicaba una actividad deportiva, razón por la cual le debieron realizar los análisis.

Fuentes del Senado de la Nación y del entorno del ex gobernador informaron a la Agencia Télam que los primeros estudios a los que se sometió en el Hospital Central la capital mendocina tuvieron resultados positivos por lo que se descartó un cuadro de gravedad.

Desde el equipo de comunicación del ex gobernador mendocino, informaron que “debido a una indisposición del senador Cornejo que le imposibilitó viajar a Buenos Aires, se suspendió, hasta nuevo aviso, la conferencia de prensa prevista para este miércoles 4 a las 11″. El referente de la oposición iba a hablar sobre un programa nacional de reparto equitativo de subsidios al transporte público, actividad que iba a llevarse a cabo en el Senado de la Nación junto a las senadoras de Juntos por el Cambio, Alejandra Vigo y Beatriz Avila.

No obstante, según informó el portal local MDZ, el senador radical seguirá mañana con su rutina ya que se encuentra en perfecto estado de salud.

Este martes Cornejo cuestionó vía Twitter a Alberto Fernández
Este martes Cornejo cuestionó vía Twitter a Alberto Fernández

Antes de sufrir los mencionados inconvenientes, Cornejo cuestionó públicamente a Alberto Fernández por la decisión de apoyar el pedido de un nuevo estudio de impacto ambiental sobre la obra hidroeléctrica Portezuelo del Viento.

“Como no podía ser de otra manera, es el Presidente Alberto Fernández quien deja a los mendocinos sin Portezuelo del Viento. Y también, como no puede ser de otra manera, sin argumentos técnicos, sólo conveniencias políticas”, manifestó el dirigente radical a través de su cuenta de Twitter.

El punto de partida para concretar la obra hidroeléctrica Portezuelo del Viento fue en la década del ‘50 y la llegada es aún una meta difusa. La construcción de la represa que empuja Mendoza, pero que tiene que recibir la aprobación de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Neuquén, debido a que se haría con agua que proviene del Río Grande, el principal afluente del Río Colorado que atraviesa las cinco provincias, se convirtió en un conflicto interjurisdiccional que se potenció cada día y se extiende en el tiempo sin solución aparente.

El principal contrapunto sobre cómo llevar adelante la obra y cómo gestionarla lo tienen Mendoza, que actualmente es gobernada por el radical Rodolfo Suárez, y La Pampa, que la conduce el peronista Sergio Ziliotto.

“El Río Colorado es propiedad de las cinco provincias. A partir de ahí las decisiones sobre lo que hay que hacer las debemos tomar entre todos”, advirtieron desde el gobierno pampeano a mediados de 2020. En territorio cuyano sienten el fastidio de un acuerdo que nunca se cierra. “El problema que tenemos es que nunca terminamos de saber que quiere La Pampa. Hay cierto hartazgo. Es una película que no termina nunca. Que siempre vuelve a empezar”, sostuvieron en el Gabinete mendocino por ese entonces.

Para seguir el desarrollo del proyecto hidroeléctrico se creó el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), que está integrado por las cinco provincias y que tienen dos organismos internos: el Consejo de Gobernadores y el Comité Ejecutivo. El primero lo componen los cinco mandatarios provinciales y es el máximo órgano. El que toma las decisiones finales. Pero tiene una particularidad. Las aprobaciones tienen que ser unánimes. Si no hay coincidencia, es el Presidente el que tiene la última palabra.

SEGUIR LEYENDO: