En tono institucional, Alberto Fernández compartió el acto del 24 de marzo con su gabinete y funcionarios kirchneristas

El Presidente estuvo con once de sus ministros, entre ellos Martín Soria, de Justicia, cercano a Cristina Kirchner. En paralelo, La Cámpora se movilizaba a Plaza de Mayo

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En la primera fila, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, conversa con la ministra de Salud, Carla Vizzotti. A un par de asientos de distancia están el canciller, Santiago Cafiero, junto a Cecilia Todesca, secretaria de Relaciones Internacionales de esa cartera. Y completan la escena otros ministros: Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Claudio Moroni (Trabajo), Tristán Bauer (Cultura), Martín Soria (Justicia) y Juan Cabandié (Ambiente y Desarrollo Sostenible). A último momento se les suma el titular de Educación, Jaime Perczyk.

Hay otros funcionarios cercanos al Presidente como la secretaria General de Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; su jefe de asesores, Juan Manuel Olmos y el diputado nacional Eduardo Valdés. Y presencia de militancia sindical y de los organismos de derechos humanos.

Alberto Fernández eligió rodearse de su tropa más cercana en el acto por el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia que se realizó esta mañana en el Auditorio del Centro Cultural de la Ciencia, en el Polo Tecnológico del barrio porteño de Palermo. Mientras el Frente de Todos vive tiempos turbulentos que amenazan romper con la unidad de la coalición, la movilización multitudinaria de La Cámpora estaba llegando a Plaza de Mayo, luego de una larga caminata de 13 kilómetros desde la ex ESMA.

El Presidente encabezó el acto del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
El Presidente encabezó el acto del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos que depende del ministerio de Justicia y que compartió el escenario con el Presidente, es uno de los pocos kirchneristas puros que también formará parte del acto frente a la Casa Rosada. Antes de la presentación del Presidente, reconoce que históricamente siempre “hubo dos marchas”, como para disimular las pujas internas del oficialismo. Intenta remarcar que “es la cuarta marcha de La Cámpora”, pero que “en los dos años anteriores la pandemia lo impidió”.

Será un punto en común que todos los presentes resaltarán. El que se organiza en una dependencia del ministerio de Ciencia y Tecnología es un acto “institucional” porque los presidentes históricamente no quieren mezclarse durante una conmemoración en la que los mayores protagonistas deben ser los organismos de derechos humanos. “Hay que preservar ese espacio”, justifican.

No parece casualidad que Daniel Filmus sea el anfitrión del jefe del Estado. Cultivan una muy buena relación desde antes de llegar a la Rosada y al actual ministro de Ciencia fue uno de los “leales” que cuando hubo que dar un volantazo tras el mal trago de las PASO del año pasado aceptó el traslado desde la secretaría de Malvinas para reemplazar a Roberto Salvarezza, uno de los pocos renunciantes tras la carta de Cristina Kirchner a los que el jefe de Estado le aceptó la dimisión.

Alberto Fernández saluda a una familiar de uno de los científicos homenajeados del Conicet
Alberto Fernández saluda a una familiar de uno de los científicos homenajeados del Conicet

Alberto Fernández llegó media hora más tarde de lo previsto junto a Vitobello, otro de sus más fieles acompañantes. El mandatario se sentó para la parte central del acto entre Taty Almeida, una de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, a quien tuvo que ayudar a subir al escenario, y Lita Paolín de Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Pietragalla, Filmus y la presidenta actual del Conicet, Ana María Franchi, completan la lista de oradores.

Estela de Carlotto, también cercana al Presidente, participó a través de un video grabado. Lo mismo ocurrió con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, por razones de salud.

“Madres de la Plaza, el pueblo las abraza” y “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”, suenan entonadas por la platea donde hay personas con pecheras bien “peronistas” que piden por Pan, Paz y Trabajo, otros con pecheras de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), algunos carteles típicos de las marchas por los derechos humanos que exhiben fotos de desaparecidos. El grito de “Presente” cuando se menciona a alguno de los 8 homenajeados por la Comisión de la Memoria que se creó en el Conicet también le dará calor y color al homenaje, aunque en un marco más formal, lejos de la liturgia y el despliegue de una movilización popular.

Alberto Fernández junto a Horacio Pietragalla y Taty Almeida
Alberto Fernández junto a Horacio Pietragalla y Taty Almeida

Aunque el uso del barbijo se respeta a rajatabla, hubo más besos, abrazos y saludos mano a mano que otras veces. La pandemia permite esas licencias y este encuentro presencial que tanto se extrañaba. Hay sabor a reencuentro. La entrega de legajos reconstruidos a familiares o allegados de los 8 científicos que resultaron desaparecidos durante la dictadura que el Conicet logró identificar potencia las emociones. La mamá de Dante Guede, uno de los homenajeados, ex integrante del Instituto Argentino de Radioastronomía, sube con su pañuelo blanco en la cabeza y despierta una de las mayores ovaciones de la mañana.

En los discursos de los funcionarios, incluido el Presidente, no hubo muchas alusiones al momento político que vive el oficialismo. Pietragalla destaca que es un día de reflexión, en “momentos que nos atacan mucho”.

Fernández hizo mención a que cada 24 de marzo la Argentina se une para repudiar lo que ocurrió aquel día de 1976, hace ya 46 años: “Allí no hay diferencias, allí no tenemos distancias, algunos son más progresistas, otros más peronistas otros de otro color, pero todos sabemos que hubo un 24 de marzo que persiguió, mató, hizo desaparecer, condenó al exilio y postergó a la Argentina como nunca un gobierno la había postergado”.

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