Lejos de la mayoría en el Senado, Axel Kicillof explora un acuerdo con la oposición para el Presupuesto 2022

Con el resultado de las PASO en la provincia de Buenos Aires, el Frente de Todos quedó lejos del escenario ideal que imaginaba para el Senado bonaerense a partir de diciembre de este año. Es que, de repetirse los resultados de la Primaria, la oposición continuará como la fuerza con mayor presencia en la Cámara alta provincial y el gobernador estará obligado a negociar con la oposición para avanzar con leyes y nombramientos. El punto es con quién negociar, y aunque todo estará atado al resultado del próximo 14 de noviembre, algunas conversaciones informales empezaron a realizarse.

Luego de conseguir la sanción de exención impositiva a distintos sectores afectados por la pandemia y la designación de Alejandro Formento como director del Banco Provincia, retomando el quórum para que dicho organismo vuelva a funcionar de manera plena, el Ejecutivo tiene anotado como próximo movimiento el envío del presupuesto provincial 2022 y la ley impositiva. Ambas iniciativas serán giradas a la Legislatura una vez que se presente el presupuesto nacional.

Antes, el Frente de Todos buscará mejorar la performance electoral en las secciones electorales que en dos semanas eligen también senadores provinciales. Es decir, la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima. Todos los cañones igualmente apuntan a la Primera y la Séptima. La zona norte y oeste del conurbano y el centro de la provincia. Hoy son 26 las bancas que tiene Juntos y 20 el Frente de Todos. Si se sostienen los guarismos de agosto el oficialismo apenas descontaría una banca.

En este contexto y de la mano de los cambios en el gabinete provincial, el Ejecutivo ya trabaja en nuevos acuerdos con la oposición. En los dos primeros años, Kicillof no logró un contrato de gobernabilidad estable con la oposición. Aprovechando su superioridad numérica, el bloque de Juntos logró imprimirle modificaciones a buena parte de los proyectos que giraba el Ejecutivo.

Hace algunos días, el Jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, tuvo un breve encuentro con los intendentes del foro del radicalismo. El ex intendente de Lomas de Zamora le dio algunas precisiones a esta línea opositora que se mostró receptiva. El entendimiento, explicaron desde ambos sectores, fue por compartir gestiones municipales.

Luego de ello, algunos negociadores del oficialismo empezaron a iniciar conversaciones informales con la oposición para allanar el terreno para las discusiones futuras.

La integración de los dos espacios que actualmente confluyen en Juntos podría escindirse en dos bloques y funcionar como un interbloque. En la Legislatura bonaerense, esta idea empieza a repetirse tanto en despachos del PRO como de la UCR. Todo depende, claro, del resultado electoral y cuántos legisladores opositores ingresen a partir del 10 de diciembre.

El propio Kicillof suele repetir en público que la relación con intendentes de la UCR es distinta a la que mantiene con quienes reportan en el PRO. En el radicalismo toman distancia, pero advierten que con los cambios en el Gabinete hay mayor apertura. “No es lo mismo sentarse a hablar con Insaurralde que con la gente de Kicillof”, advierte un senador radical ante la consulta de Infobae.

En el Ejecutivo bonaerense remarcan que depende del radicalismo el rol que asuman. A priori, para el gobierno sería más maleable un acuerdo con el radicalismo que con el PRO. Por eso esperan que desde el partido centenario actúen con autonomía.

A partir de diciembre habrá nuevas caras en la Cámara Alta y perfiles políticos más altos para aceitar acuerdos. Por el Frente de Todos volverá a ocupar una banca Teresa García, quien además hasta hace un mes era ministra de Gobierno bonaerense. En la oposición también habrá actores con vuelo propio como el ex intendente de San Miguel y también ministro de Gobierno durante la gobernación de María Eugenia Vidal, Joaquín De la Torre.

La vicepresidenta de la UCR en la provincia e intendenta de General Arenales, Erica Revilla, también ocupará una banca en el Senado a partir de diciembre ya que encabeza la boleta por la Cuarta sección electoral de Juntos.

Además del Presupuesto 2022 y ley impositiva, existe un compromiso para que en diciembre también se discutan algunos lugares de control que por tradición corresponden a la oposición y que están acéfalos desde la llegada de Kicillof al gobierno. En el Banco Provincia, por ejemplo, hay cuatro lugares sin designar en el directorio.

Los del banco, son nombramientos que salen por acuerdo del Senado, como también lo son las designaciones para cargos judiciales. Una definición que orilla además en la Suprema Corte de Justicia donde hoy hay tres lugares vacíos . La última designación en el máximo órgano judicial de la Provincia la hizo Vidal cuando giró el pliego de Sergio Torres. Por el momento, Kicillof no tenía apuro con las designaciones para cubrir las tres vacantes.

“La idea es tener voz propia y poder político para poder intervenir en las negociaciones. Por eso, algunos creemos que la figura de un interbloque nos va a ayudar. Incluso al PRO y al Ejecutivo. Todo depende de cómo nos vaya en la elección”, asegura un senador opositor con dos años más por delante de mandato.

El desenlace de la elección del 14 de noviembre será el marco que acomode la reorganización y correlación de fuerzas políticas. Sin embargo, como casi una certeza, Kicillof y sus funcionarios más políticos saben que deberán sentarse a negociar con la oposición.

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