Otro sindicato firmó la revisión salarial por encima del tope del Gobierno: la UOCRA acordó un incremento anual que alcanzará el 47,8%

Otra paritaria clave cerró por encima del nuevo tope salarial del 40%: la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), que lidera Gerardo Martínez, y el sector empresario acordaron hoy un aumento adicional del 12% en concepto de revisión del convenio firmado en abril pasado y de esta forma el incremento anual que recibirán los trabajadores de la actividad será del 47,8%.

El acuerdo firmado entre el gremio y la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) contempla los siguientes tramos: un 12% en abril, un 10% en julio (en ambos casos, ya pagados), un 5% en septiembre (que se incorpora ahora), un 7% en octubre (ya pactado), un 5% en enero de 2022 (fijado en las nuevas tratativas), un 6,8% en febrero de 2022 (incluido en el convenio vigente) y un 2% en marzo de 2022 (también negociado en la revisión).

Las discusiones entre ambos sectores, como anticipó Infobae, se aceleraron en los últimos días para compensar la inflación de los últimos cuatro meses: el aumento que regía era del 35,8% y se iba a pagar en cuatro cuotas hasta febrero próximo. La cifra pactada esta tarde mejora inclusive lo que se venía conversando hasta ahora, que era un incremento adicional del 10%. Finalmente, se trató de un 12% que se repartirá en dos tramos extra.

La actividad de la construcción fue el año pasado una de las más golpeadas por la cuarentena obligatoria, aunque la flexibilización de las restricciones sanitarias y la alta brecha cambiaria del último trimestre de 2020 contribuyeron a una fuerte recuperación, que ayudó a mejorar el empleo del sector, sin llegar a los niveles anteriores a la pandemia: existen hoy 330.000 puestos de trabajo, cifra que mejoró los 260.000 que había hace doce meses.

Según datos del Indec, la construcción tuvo en mayo un crecimiento del 70,9% interanual y se ubicó un 13,5% por encima del nivel previo la cuarentena obligatoria. Al mismo tiempo, la medición mensual muestra una caída -en mayo fue del 3% versus abril-, que es interpretada como un estancamiento producto de la suba de precios y la estabilidad de la brecha que existía hasta ese momento.

Mientras, la nueva audiencia de la paritaria de Comercio, que se realizó este lunes en el Ministerio de Trabajo, finalizó sin acuerdo y las negociaciones seguirán mañana. Se trata de una de las tratativas salariales más importantes del país (involucra a 1.200.000 trabajadores en todo el país) y la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), que encabeza Armando Cavalieri, reclama un 10% adicional para que se sume al 32% otorgado hace tres meses, mientras que las tres cámaras empresariales ofrecieron una suma fija de 2000 pesos.

Si fracasa la nueva reunión, el sindicato prevé comenzar medidas de fuerza el próximo fin de semana. Sin embargo, cerca de Cavalieri deslizaron que el sector empleador podría presentar una oferta superior de recomposición salarial. En la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (Udeca) no lo confirmaron ni lo desmintieron.

El Gobierno está mediando en esta paritaria para ayudar a consensuar una cifra porque hay una decisión política de incentivar las revisiones salariales para contribuir el triunfo electoral del oficialismo, pero el problema es que el aumento extra que se firme impactará tanto en las empresas grandes como en las más pequeñas, que no están en condiciones de afrontar otro costo en un contexto de ventas reducidas y retracción del consumo.

Ambas partes firmaron en abril pasado un aumento del 32% en cuatro tramos (8% en mayo, 8% en septiembre, 8% en enero y 8% en febrero) y una cláusula de revisión en enero de 2022 para analizar la diferencia inflacionaria interanual. El acuerdo permitirá que a partir de marzo 2022 los salarios básicos de convenio alcancen los $74.733, más los adicionales, pero el sindicato exige compensar el desfase inflacionario de los últimos tres meses.

El sindicato que lidera Cavalieri fue uno de los primeros que acordó la paritaria 2021 dentro de la pauta que fijó el Gobierno en los primeros meses del año, del 29% con el agregado de “dos o tres puntos”, para que estuviera en sintonía con la previsión inflacionaria del presupuesto oficial. Sin embargo, el aumento de la inflación, que alcanzó el 3,2% en junio y acumuló 25,3% en el primer semestre, hizo entrar en crisis la proyección del Ministerio de Economía y provocó que los gremios comenzaran a reclamar la reapertura de las paritarias firmadas entre enero y marzo.

Las exigencias sindicales se aceleraron luego de que Cristina Kirchner otorgó un 40% de aumento al personal del Congreso, con lo cual impuso un nuevo tope a la negociación salarial de 2021, motorizada por las necesidades del Gobierno de recomponer los sueldos para ganar las elecciones.

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