Fabiola Yañez presidió un encuentro sobre violencia en la infancia durante la pandemia de COVID-19 junto a otras primeras damas

La coordinadora de la Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado y Representantes (ALMA) encabezó la reunión virtual junto a representantes de Unicef y sus pares de Colombia, Paraguay y República Dominicana

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Fabiola Yánez presidió el encuentro virtual junto a representantes de Unicef y sus pares de Colombia, Paraguay y República Dominicana
Fabiola Yánez presidió el encuentro virtual junto a representantes de Unicef y sus pares de Colombia, Paraguay y República Dominicana

La primera dama, Fabiola Yánez, encabezó esta semana, en su rol de coordinadora de la Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado y Representantes (ALMA), un encuentro virtual sobre la violencia en la infancia durante la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe.

Del conversatorio virtual “Crisis por COVID-19 y los impactos en la violencia hacia la primera infancia en la región” participaron también representantes de Unicef y las primeras damas de Colombia, Maria Juliana Ruiz Sandoval; de Paraguay, Silvana Abdo y de República Dominicana, Raquel Arbaje de Abinader, con el objetivo de impulsar un diálogo sobre la violencia, “que se ha exacerbado a causa de la pandemia y que ha impactado de manera preocupante a los niños y niñas más pequeños de la región, poniendo en riesgo su desarrollo”, informaron en un comunicado.

La primera dama encabezó el encuentro “Crisis por COVID-19 y los impactos en la violencia hacia la primera infancia en la región”
La primera dama encabezó el encuentro “Crisis por COVID-19 y los impactos en la violencia hacia la primera infancia en la región”

“La violencia contra niñas, niños y adolescentes no es algo que les suceda a las víctimas de manera fortuita. La violencia es un acto deliberado que comete una tercera persona y, en esa medida, se debe y se puede prevenir”, señaló Fabiola Yánez durante su intervención. “No sólo hay que definir el problema, también hay que identificar las causas y los factores de riesgo, y es fundamental diseñar y evaluar las intervenciones. Prevenir y responder a la violencia es además fundamental porque la primera infancia importa”.

“La familia es el mejor lugar para el desarrollo de un niño o una niña, sin embargo, estar encerrados en casa algunas veces ha supuesto, para los más pequeños, un mayor riesgo de ser golpeados y maltratados”, expresó por su parte Jean Gough, directora regional de UNICEF. “Necesitamos unir nuestras voces y esfuerzos para que la primera infancia sea una prioridad en la respuesta a la COVID-19. Todos los niños y niñas deben estar protegidos frente a la violencia y deben sentirse amados y seguros para que logren alcanzar su pleno potencial”, enfatizó.

El encuentro, contó además con una exposición sobre “Los efectos de la violencia en la primera infancia, situación en la región, y propuestas para prevenirla” por parte de Jorge Cuartas, experto en prevención de violencia y desarrollo infantil temprano.

"La violencia es un acto deliberado que comete una tercera persona y, en esa medida, se debe y se puede prevenir”, señaló la primera dama
"La violencia es un acto deliberado que comete una tercera persona y, en esa medida, se debe y se puede prevenir”, señaló la primera dama

Antes de la pandemia, la región de América Latina y el Caribe ya registraba una alta prevalencia de violencia contra la niñez. La disciplina violenta –que incluye el uso de castigo físico y psicológico– afectaba a casi 75 por ciento de los niños y niñas de 3 a 4 años, de los cuales más de la mitad sufría violencia física. Lamentablemente la mayoría de estos casos en los primeros años de vida ocurren por parte de un familiar directo o persona cercana al niño o niña.

De acuerdo con encuestas realizadas por UNICEF, en más de la mitad de los hogares entrevistados en la región, la conflictividad intrafamiliar ha aumentado durante las restricciones impuestas para controlar el aumento de los contagios.

La primera infancia es un periodo único en la vida del ser humano que abarca desde la concepción hasta los 8 años. Esta etapa se caracteriza por un rápido desarrollo cerebral, especialmente en los 3 primeros años, a una velocidad que no volverá a repetirse en la vida, sentando las bases para la salud, el aprendizaje, la productividad y el bienestar individual y social en la niñez, adolescencia y adultez.

Fabiola Yánez junto a las primeras damas de Colombia, Maria Juliana Ruiz Sandoval; de Paraguay, Silvana Abdo y de República Dominicana, Raquel Arbaje de Abinader
Fabiola Yánez junto a las primeras damas de Colombia, Maria Juliana Ruiz Sandoval; de Paraguay, Silvana Abdo y de República Dominicana, Raquel Arbaje de Abinader

Una de las mayores amenazas al pleno desarrollo de niños y niñas es la exposición a diferentes formas de violencia, como puede ser observar violencia entre sus cuidadores, en especial violencia de género hacia sus progenitoras o cuidadoras principales, o estar expuestos directamente a violencia sexual, física o psicológica, incluyendo el castigo corporal.

El desarrollo cerebral es un proceso que depende de la calidad de las experiencias de interacción con padres, madres y otros cuidadores principales. Es fundamental un entorno que brinde un cuidado cariñoso y sensible, entendido como un ambiente estable donde se garantiza la salud y nutrición, protección ante el riesgo, y exposición a oportunidades de aprendizaje temprano.

Esta crisis ha puesto en primer plano el papel fundamental que las familias y otros cuidadores desempeñan y es necesario que los países prioricen políticas orientadas a las familias que les permitan satisfacer las necesidades de sus hijos e hijas, apoyar su desarrollo, y prevenir la violencia en los hogares.

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