Pese a los incidentes de Chubut, Alberto Fernández no cambiará la seguridad y seguirán los actos con selfies y saludos

El Presidente tendrá eventos oficiales en el Conurbano y el interior. Reforzarán las avanzadas para evitar situaciones de riesgo como las ocurridas en el Sur, donde hubo pedradas al vehículo oficial

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Alberto Fernández no quiere alejarse de la gente. Dicen en su entorno que el calor popular "lo revitaliza".
Alberto Fernández no quiere alejarse de la gente. Dicen en su entorno que el calor popular "lo revitaliza".

Pasó un muy mal momento el presidente Alberto Fernández junto a su comitiva en la reciente visita a Chubut. La agresión de un grupo de manifestantes que se opone a la megaminería en esa provincia patagónica les causó un susto mayúsculo a todos los que acompañaban al jefe de Estado, que debió aguantar que lo empujaran, le rodearan la camioneta donde se trasladaba en Lago Puelo y luego soportó las pedradas que terminaron rompiendo la luneta del vehículo oficial. Sin embargo, desde su entorno aseguran que no piensa aislarse del contacto con la gente. Por el contrario seguirá manteniendo esa rutina de acercarse cada vez que se lo piden para una foto o para grabar un video en cada una de sus recorridas. Dicen que eso le da fuerzas y lo revitaliza.

Por el momento no se piensa en un refuerzo de la seguridad presidencial. Asumen que durante el viaje a Chubut hubo descuidos que no se pueden repetir y que ahora se volverá a la rutina de enviar “una avanzada previa” que advierta sobre eventuales inconvenientes. Habitualmente personal de la Casa Militar que se encarga del resguardo del primer mandatario el día anterior se traslada al lugar a visitar para “explorar el terreno”.

La primera prueba de fuego para Fernández después de esa tensa situación se dio el lunes en Adrogué, partido de Almirante Brown, al sur del Gran Buenos Aires, donde inauguró junto a algunos miembros de su gabinete y con varios intendentes muy cercanos a su gestión, un Instituto de Formación Docente. “Aunque algunos quieran meter miedo, él no va a tomar distancia. Quiere seguir en contacto con la militancia”, le confesó a Infobae alguien que lo frecuenta en trabajo diario en Casa de Gobierno.

El Presidente se toma una selfie junto a la gente que presenció el acto de inauguración, el lunes, de un Instituto de Formación Docente, en Adrogué.
El Presidente se toma una selfie junto a la gente que presenció el acto de inauguración, el lunes, de un Instituto de Formación Docente, en Adrogué.

Más allá de que cerca del escenario en unas 50 sillas se ubicaron los funcionarios y las autoridades educativas, detrás se dispuso unas 300 más para que se sentaran estudiantes, profesores y militantes quienes una vez finalizado el acto pudieron acercarse para obtener una foto con el Presidente y con quienes lo acompañaban. En su discurso, el jefe de Estado se refirió al ataque que debió afrontar: “Estamos para ayudar, el resto no importa, el resto es anécdota. Los violentos tiran piedras, nosotros tiramos obras. Los violentos tiran piedras, nosotros llevamos vacunas. Los violentos tiran piedras, nosotros llevamos amor y cariño a la gente”.

“Se sintió muy feliz porque mucha gente le agradeció la llegada de las vacunas”, contó uno de los funcionarios que presenció esas escenas.

Fernández estuvo rodeado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el intendente local, Mariano Cascallares y los ministros de Interior, Eduardo de Pedro, de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y de Hábitat y Desarrollo Territorial, Jorge Ferraresi. Fue en el marco del anuncio oficial sobre el impulso que se le dará a la realización de 1.000 obras públicas en todo el país.

Después de esta primera aparición pública tras la agresión sufrida en territorio chubutense, el Presidente almorzó en un restorán llamado Salustiana a unas pocas cuadras de la estación de tren de Adrogué con su comitiva, la que también se sumaron los intendentes Mariano Cascallares (quien hizo de anfitrión), Martín Insaurralde (de Lomas de Zamora), Gustavo Menéndez (Merlo), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Andrés Watson (Florencio Varela).

Este grupo de intendentes del Conurbano le pidió que de acá en más un par de veces por semana “baje” a esa zona para compartir actividades oficiales. Durante la comida, que duró alrededor de una hora, se habló también de la renovación de autoridades del Partido Justicialista tanto a nivel provincial como nacional. Entre los presentes hubo coincidencias en impulsar a Máximo Kirchner como presidente del PJ bonaerense.

Alberto Fernández junto a su comitiva en la visita a Adrogué, partido de Almirante Brown.
Alberto Fernández junto a su comitiva en la visita a Adrogué, partido de Almirante Brown.

También como ya había ocurrido el 24 de febrero en la visita de Insaurralde, Descalzo, Cascallares y Menéndez al jefe de Gabinete Santiago Cafiero en su despacho de la Casa Rosada se volvieron a repasar los avances y las dificultades en el plan de vacunación contra la Covid-19 y las diferentes obras públicas que se desarrollan en los respectivos municipios.

El helicóptero que trasladó al Presidente utilizó como “helipuerto” la cancha de Brown de Adrogué donde recibió otra muestra de afecto ya que los dirigentes de esa entidad le regalaron una camiseta del club que milita en la Primera B Nacional y lo hicieron recorrer las instalaciones.

Tras este paso por Adrogué, en Almirante Brown, parte de la estratégica Tercera Sección Electoral del Gran Buenos Aires, Alberto Fernández irá el viernes a Catamarca para conducir una nueva reunión de la Liga de Gobernadores que nuclea a la mayoría de los jefes provinciales adscriptos al oficialismo. A través de una videoconferencia, el lunes, Fernández y sus ministros se comunicaron con algunos de ellos -Juan Schiaretti, de Córdoba; Raúl Jalil, de Catamarca; Oscar Herrera Ahuad, de Misiones y Omar Gutiérrez, de Neuquén- para relanzar el programa de 30 obras públicas en 11 provincias por un monto de 9.772 millones de pesos.

Atrás quedó lo de Lago Puelo donde hubo empujones, golpes y forcejeos de unas 100 personas que se mostraron enardecidas ante una escasa presencia policial por la presencia de los funcionarios nacionales quienes fueron hasta el Centro Cultural de esa ciudad para anunciar medidas de ayuda tras los gravísimos incendios forestales en la zona que dejaron un saldo de al menos dos muertos y 11 desaparecidos. Uno de los los manifestantes llegó a tomar del brazo a Alberto Fernández poniendo en peligro su integridad física.

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