Todos los comicios celebrados en tiempos de COVID-19 se desarrollaron bajo medidas de “nueva normalidad”: jornadas extendidas, voto a distancia y estrictos protocolos sanitarios. El calendario electoral internacional sufrió pocas alteraciones pese a la pandemia por coronavirus, aunque la situación varió de un país a otro. Sin embargo, naciones tan distantes en lo político institucional como Estados Unidos y Ecuador respetaron su agenda electoral.
A pesar del estrés de la pandemia, la voluntad ciudadana y su expresión electoral no fueron cercenadas.
En Argentina, desde hace varias semanas se debaten alternativas destinadas a no realizar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) previstas por ley para el segundo domingo de agosto -o sea el día 8-. El tema es objeto de negociación entre el Ejecutivo nacional, los gobernadores y los referentes del oficialismo y la oposición. Se analizan distintas opciones: suspender las primarias, postergarlas o superponerlas a las generales; esta última alternativa implicaría transformarlas de hecho en una Ley de Lemas.
Una recorrida por los países donde los ciudadanos acudieron a las urnas en pandemia muestra que, con los resguardos sanitarios pertinentes, es posible realizar elecciones de todo tipo: locales, nacionales, legislativas, ejecutivas y hasta plebiscitos.
Corea del Sur
Uno de los primeros países afectados por el coronavirus fue Corea del Sur. En diciembre de 2019, el virus ya circulaba en la población. Durante un breve período fue la segunda fuente de contaminación más importante del mundo. El 15 de abril de 2020 se votaron 300 escaños de la Asamblea Nacional. La Comisión Electoral estimó que el porcentaje de participación se mantuvo por encima del 65 por ciento, la tasa más alta registrada en la historia democrática del país asiático.
Fue una de las primeras elecciones legislativas desde el comienzo de la pandemia. Y su resultado evidenció un apoyo al presidente Moon Jae-in y a su gestión de la emergencia sanitaria: Corea del Sur, que no cerró sus fronteras, controló el brote con testeos masivos y seguimiento exhaustivo de los aislados. E incluso sacó partido preventivo de la elección: en la entrada de los 3.500 colegios electorales abiertos, pudo tomar la temperatura a 30 millones de personas; los que tenían fiebre iban acompañados a una cabina de votación especial.
Portugal
El pasado viernes 15 de enero, los 10 millones de habitantes de Portugal volvieron al confinamiento, como mecanismo para aplacar los efectos de la segunda ola de coronavirus que afecta a Europa. Nueve días después, uno de los países más castigados por la pandemia en cuanto a cantidad de muertes y contagios por millón de habitantes, celebró las elecciones presidenciales en condiciones normales. Se cancelaron las prohibiciones de desplazamiento, se habilitó el voto anticipado y se dictó un estricto protocolo: tapabocas obligatorio, más de un metro de distanciamiento, desinfección de manos y asistencia con bolígrafo propio. El conservador Marcelo Rebelo de Sousa fue reelegido con el 64% de los votos.
Italia
El 20 de septiembre de 2020 fue un “superdomingo”. Los italianos votaron gobernantes de siete regiones y mil ayuntamientos y debieron elegir en un referéndum constitucional si reducir o no la cantidad de parlamentarios, a efectos de adelgazar el presupuesto estatal. Sirvió también para demostrar que, a pesar de la crisis sanitaria, pudieron organizar comicios seguros en medio de una pandemia. La jornada electoral se extendió hasta la tarde del lunes para evitar las aglomeraciones y en los colegios electorales se respetaron los protocolos de sanidad.
Croacia
El 5 de julio de 2020 se celebraron elecciones parlamentarias con absoluta normalidad en Croacia. Ganó con comodidad el partido gobernante, la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ). El coronavirus atravesó la contienda electoral: la votación se realizó en medio de una caída del 70% de los ingresos turísticos que representan la quinta parte del PBI y que llevó al gobierno a reabrir las fronteras y levantar el confinamiento aún a costa de la suba de casos. A su vez, según advirtieron los analistas internacionales, los comicios previstos para fin de año se adelantaron a julio para capitalizar la imagen positiva del oficialismo.
Ecuador
El estreno del calendario electoral latinoamericano del año: el 7 de febrero se elige al nuevo presidente de Ecuador, que sucederá a Lenin Moreno. El candidato favorito a la presidencia es Andrés Araúz, del partido de izquierda UNES y delfín del ex mandatario Rafael Correa. Hubo incertidumbre por pedidos de postergaciones en un país que tiene más de 257.000 casos y 15.000 muertos por coronavirus, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó la fecha que se había estipulado en septiembre de 2020. La segunda vuelta, de ser necesaria, será el 11 de abril.
Estados Unidos
Joe Biden fue el presidente de los Estados Unidos más votado en la historia, en el final de un año signado por la pandemia de COVID-19. El 3 de noviembre se celebró la elección presidencial de la democracia más antigua de América. En el país más afectado por el coronavirus, con más de 26,9 millones de contagios y por encima de los 462.000 fallecimientos, los comicios se desarrollaron con normalidad. Hubo aplazamientos en las primeras presidenciales demócratas en algunos Estados. Quien deslizó la posibilidad de postergar la votación fue el por entonces presidente, Donald Trump. “¿Retrasar la elección hasta que las personas puedan votar de manera adecuada y segura?”, preguntó. “Con la votación universal por correo, 2020 será la elección más inexacta y fraudulenta de la historia. Será una gran vergüenza para los Estados Unidos”, argumentó. The Washington Post informó que se emitieron 157 millones de votos para la elección del nuevo presidente, lo que representa una tasa récord de participación del 65,7 por ciento. Más de 100 millones de electores lo hicieron de manera anticipada.
Polonia
Las polacas fueron las primeras presidenciales que se celebraron en la Unión Europea desde el comienzo de la pandemia de covid-19. La primera fecha establecida era el 10 de mayo de 2020, pero hubo una breve postergación en razón de la situación sanitaria-epidemiológica. Se hicieron sólo 59 días después, lo que dio tiempo a la fuerza opositora para cambiar a su candidato. Finalmente, el 13 de julio, el ultraconservador, Andrzej Duda,fue reelegido Jefe del Estado polaco, con el 51,2% de los votos frente al 48,7% que alcanzó el candidato de centroderecha y alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski. Fueron unas elecciones muy esperadas: la participación ciudadana escaló hasta el 68,12 por ciento, la tasa más alta desde el regreso a la democracia en 1990.
Chile
El 25 de octubre de 2020 fue un día histórico para Chile. El pueblo debía responder dos preguntas: “¿Quiere usted una nueva Constitución?” y “¿Qué tipo de órgano debería redactar una nueva Constitución?”. Se definió así el inicio de un proceso constituyente que dejó atrás la Carta Magna de 1980. La opción “Apruebo” consiguió el 78% de los sufragios en la jornada electoral con la participación más alta de los últimos nueve años, desde que el voto dejó de ser obligatorio. El plebiscito se había programado para el 26 de abril: fue postergado por los efectos de la pandemia para dentro de seis meses.
Brasil
Las elecciones municipales estaban previstas para octubre pero fueron desplazadas preventivamente a noviembre, en el tercer país con las cifras más trágicas: 9,4 millones de contagiados y más de 230.000 decesos. Las votaciones en 57 grandes ciudades de Brasil comprendían el movimiento de 38,3 millones de electores. Las fuerzas de centroderecha fueron las grandes ganadoras en una contienda política dominada por el bolsonarismo y la izquierda. La postergación de un mes sirvió para coordinar un mejor protocolo de votación, que incluía la obligación de portar tapaboca y de aplicarse alcohol en gel en las manos antes y después de votar.
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