El municipio de Hurlingham instalará medidores de dióxido de carbono en las escuelas

Serán desarrollados por la Universidad Nacional de Hurlingham y permitirán controlar si hay suficiente renovación de aire en las aulas de los establecimientos

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Niños entran a la escuela en Grecia (Foto: EFE)
Niños entran a la escuela en Grecia (Foto: EFE)

En el marco de la aplicación de protocolos para el regreso de las clases presenciales en el marco de la segunda ola de la pandemia del coronavirus, el municipio de Hurlingham instalará medidores de dióxido de carbono en las escuelas públicas con el objetivo de controlar el nivel de renovación del aire en las aulas.

Según se informó en un comunicado, “el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, y el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, firmaron en la escuela técnica 1, un convenio a través del cual se garantiza la provisión de 200 medidores de dióxido de carbono para las escuelas públicas del distrito. Dichos medidores serán desarrollados por la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) y permitirán controlar si hay suficiente renovación de aire en las aulas de los establecimientos”.

El objetivo de medir la presencia de CO2 en el aire es de suma importancia en el contexto de pandemia, ya que “el CO2 está presente en el aire con una concentración de aproximadamente 400 partes por millón (ppm). El aire exhalado por un ser humano puede tener 40.000 ppm de CO2. Cada día hay más evidencia científica sobre que una buena ventilación de los ambientes cerrados disminuye el riesgo de contraer enfermedades respiratorias como el COVID-19. Un límite prudente es evitar que la concentración de CO2 supere las 800 ppm”.

En esa línea, el Secretario de Planeamiento y Evaluación de la UNAHUR, Jorge Aliaga, sostuvo que “si se supera ese umbral, se deberá generar una mayor corriente de aire, abriendo más puertas y ventanas, forzar la circulación de aire fresco o, de no ser posible, evacuar el ambiente”.

Según se informó, “los equipos que desarrollará la Universidad permitirán brindar información en tiempo real sobre las necesidades de ventilación o filtración del aire en cada una de las aulas o salones de las escuelas de Hurlingham”.

“La apertura de puertas o ventanas permite disminuir la concentración de las partículas en suspensión, también llamadas aerosoles, susceptibles de contener virus, que se pueden acumular cuando la ventilación no es suficiente. Este tipo de equipos permitirán informar cuándo un espacio posee escasa renovación de aire”.

Por otro lado, el municipio resaltó que “así como un monitor de CO2 puede estar colocado fijo en un ambiente, también puede usarse para ir midiendo valores de distintos espacios. Para esto será necesario seguir los protocolos de manera de que la medición sea representativa del valor de CO2 de cada ambiente. Poder medir en varios ambientes es importante porque permite conocer rápidamente la apertura de ventanas y puertas que es necesaria para cada espacio interior, dado que varía en función de las condiciones del viento”.

Por último, desde la administración de Zabaleta se destacó que “en aquellas escuelas cuyas aulas salen a pasillos cerrados es muy importante controlar el nivel de CO2 en los mismos, ya que de lo contrario transfieren el aire exhalado entre las aulas. En espacios bien ventilados, el CO2 debe permanecer por debajo de aproximadamente 800 ppm para reducir el riesgo de infección por enfermedades respiratorios como COVID-19. Cuanto más próximo sea el valor de CO2 en un ambiente al que se mide en el exterior, menor será el riesgo de contagio”.

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