Sin pruebas, solo con indicios de su prontuario y el misterio latente de la camioneta: por qué fue absuelto Telleldín

Estaba acusado de vender la traffic que explotó en la AMIA sabiendo que se iba usar para un delito. Por el caso estuvo 10 años preso. Infobae adelanta parte de los fundamentos de su desvinculación que se conocerán en marzo

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Carlos Telleldín (Adrián Escandar)
Carlos Telleldín (Adrián Escandar)

Carlos Telleldín fue absuelto ayer en el juicio oral por el atentado a la AMIA. Los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) 3 concluyeron que durante el proceso no se probó que Telleldín supiera que la camioneta traffic que vendió ocho días antes del atentado se iba a usar como coche bomba. Y por eso lo desvincularon. También entendieron que los argumentos de la Fiscalía y las querellas para pedir que sea condenado a prisión perpetua y a 20 años de prisión son, en rigor, solo indicios que están más vinculados a su prontuario delictivo como vendedor de autos robados.

Así, después de 26 años y medio del atentado que mató a 85 personas, la causa judicial se quedó sin imputados a partir de los cuáles poder seguir avanzando a pesar de que pasó un cuarto de siglo. Siguen imputados y con pedido de captura internacional los iraníes acusados de ser los autores intelectuales. Desde 2006 están vigentes las alertas rojas de Interpol, pero no se avanzó más que en este aspecto porque Irán no extradita a sus ciudadanos. Todavía los familiares de las víctimas ni la sociedad argentina tienen una respuesta sobre quiénes fueron los responsables de volar la AMIA.

Los fundamentos de la absolución de Telledín los darán a conocer el próximo 26 de marzo los jueces Andrés Basso, Javier Ríos y Fernando Canero. A partir de ese momento la Fiscalía y las querellas tendrán 10 días para apelar para que la Cámara Federal de Casación Penal revise la decisión.

Fuentes judiciales directas del caso le explicaron a Infobae por qué fue absuelto.

El atentado a la AMIA ocurrió el 18 de julio de 1994 cuando una camioneta traffic blanca con entre 300 y 400 kilos de explosivos se estrelló en la mutual judía. Murieron 85 personas y 151 fueron heridas. Era el segundo atentado que sufría Argentina tras el ataque en 1992 a la embajada de Israel.

Telleldín, de 59 años, llegó a juicio acusado de haber vendido ocho días antes una camioneta traffic blanca sabiendo que iba a ser utilizada para cometer el atentado, o por lo menos un delito. Fue el primer detenido del caso. Apenas unos días después del ataque fue apresado y estuvo detenido durante 10 años y dos meses en la cárcel de Devoto. En 2001 comenzó el primer juicio y terminó con la absolución de todos los acusados de la llamada “conexión local del atentado”, entre ellos Telleldín.

Pero entonces el TOF 3, con otros jueces, declaró todo nulo por las irregularidades de la investigación del juez Juan José Galeano. Entre ellas, los 400 mil dólares que de manera irregular el magistrado autorizó que Telleldín cobre para acusar falsamente a oficiales de la Policía Bonaerense de que habían recibido la camioneta.

La nulidad fue confirmada en 2009 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación excepto el tramo de la causa sobre el vehículo. Así Telleldín volvió a ser investigado y en mayo del 2019 comenzó el segundo juicio que desde junio pasado se hizo por videoconferencia a raíz de la pandemia del coronavirus.

La audiencia virtual en la que Telleldín fue absuelto
La audiencia virtual en la que Telleldín fue absuelto

En el proceso declararon más de 100 testigos. Por unanimidad, los jueces Basso, Ríos y Canero entendieron que la declaración de ninguno de ellos -muchos fueron videos de testimonios del primero juicio-, ni ninguna prueba documental demostraron que Telleldín sabía que la camioneta que vendió se iba a usar en el atentado. Las fuentes consultadas explicaron que la absolución no fue por el beneficio de la duda, sino que no había prueba que lo involucre. Fuentes de las acusaciones reconocieron a Infobae que una de las dificultades del nuevo juicio fue que no hubo prueba nueva de la que ya se había analizado en el primer proceso.

Lo que en el caso no está controvertido fue que Telleldín vendió una camioneta, pero los jueces entendieron que no está comprobado que haya sido la que se utilizó en el atentado. La secuencia del vehículo es la siguiente. Compró el 4 de julio de 1994 una traffic incendiada que había sido de la empresa Mesin SRL. Le sacó el motor y se lo puso al chasis de otra traffic que le habían robado a Pedro Sarapura. Ese vehículo fue el que vendió el 10 de julio.

Parte de ese motor fue encontrado en los escombros de la AMIA y sus esquirlas en los cuerpos de las victimas. Y se halló el chasis, pero no era el de la camioneta de Sarapura. Ese vehículo solo tenía una puerta trasera y no la lateral que sí tenía el que fue hallado en la AMIA. Ese fue otro elemento que los jueces tuvieron en cuenta para la absolución. Ese punto ya lo había manifestado el TOF 3 en el juicio de 2004.

La pregunta que surge entonces es: ¿Qué pasó con el vehículo desde que Telleldín lo vendió hasta el atentado a la AMIA? No hay respuesta y aparece la hipótesis de una tercera camioneta sobre lo que no hay ninguna pista.

En el juicio, los fiscales de la Unidad AMIA, Roberto Salum, Santiago Eyherabide y Santiago Roldán, la querella que representa a los familiares de las víctimas, a cargo de Horacio Etcheverry y Analía Fangano, y la de AMIA-DAIA, encabezada por Miguel Bronfman, pidieron que Telleldín sea condenado. La Fiscalía y los familiares pidieron perpetua y AMIA-DAIA 20 años y la detención tras la condena. Se diferenciaron en el delito que le imputaron.

Los acusadores entendieron que está probado que Telleldín sabía que la camioneta se iba a usar para, por lo menos, un delito y que a pesar de eso continuó con la venta. Señalaron que hizo la operación con papeles falsos -estaba a nombre de Ramón Martínez, una persona con la que estaba enemistada y con quién nunca se pudo dar para tener su testimonio, fraguó la firma y puso un número de DNI que empezaba con 41 millones que para 1994 no existía-; que sembró testigos para hacer un montaje de que no estaba vinculado al hecho y que cuando ocurrió el atentado se fugó a Misiones, donde fue detenido. También que tras el atentado familiares y testigos lo describieron como “sacado y nervioso” por haber vendido la camioneta.

Para los jueces todo eso son indicios pero no prueba. Indicios vinculados con el prontuario de Telleldín. Comprador de autos robados para hacerlos mellizos y venderlos con papeles falsos, Telleldín tuvo causas por estafas, sobornaba a la policía y fue informante de las fuerzas de seguridad, por lo que conocía el mundo de la delincuencia. Lo reconoció el mismo en el juicio antes del veredicto. “Capaz que equivoqué el camino de comprar partes de autos sustraídas. Pero no le vendí autos a ningún delincuente ni a personas con antecedentes, y ningún vehículo fue usado para una maniobra ilícita. Siempre vendí desde mi casa”, dijo.

La bomba explotó a las 9.53 del 18 de julio de 1994. (Reuters)
La bomba explotó a las 9.53 del 18 de julio de 1994. (Reuters)

También habló sobre la venta de la camioneta. “La camioneta se la vendí a una persona que vino por el aviso del diario, se vendió de manera normal. Tenía acento centroamericano. Por eso la presunción de que podía estar vinculado al narcotráfico. Pero es una presunción. Una locura tremenda decir que me tenía que representar el atentado”, sostuvo. La defensa de Telleldín dijo en el juicio que la venta fue por 11.500 dólares, el precio de mercado de 1994, y que no obtuvo ningún otro beneficio económico. Los acusadores sostuvieron que cambió varias veces de versión sobre cómo vendió el vehículo, lo que entendieron como otro elemento sobre su culpabilidad.

Los jueces Basso, Ríos y Canero ratificaron ayer que el atentado a la AMIA fue un hecho de lesa humanidad y rechazaron todas las nulidades que pidió la defensa de Telleldín. Los fundamentos de eso y de la absolución se conocerán el próximo 26 de marzo a las 17 horas. Desde la Fiscalía y las querellas descuentan que apelarán a la Cámara de Casación. AMIA-DAIA ya lo hicieron público. “Las sobradas pruebas aportadas en el proceso que se le siguió al acusado revestían la contundencia y la relevancia necesarias para poder condenar a quien, con sus hechos, colaboró para que el atentado pudiera ser efectuado”, dijeron en un comunicado.

El caso AMIA tuvo otro juicio. Fue por las irregularidades en la investigación judicial, entre ellas el pago de los 400 mil dólares a Telleldín. En ese proceso Telleldín fue condenado a tres años y medio de prisión. También el ex juez Galeano -antes destituido como magistrado- a seis años, el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy a cuatro años y seis meses, y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia a dos años. El ex presidente Carlos Menem fue absuelto. Las condenas y absoluciones están bajo revisión de la Cámara de Casación.

Los responsables estatales de investigar el atentado -el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo- fueron condenados por desviar la investigación. Tal vez allí esté parte de la respuesta de por qué después de 26 años y medio no haya responsables sobre el atentado a la AMIA y los familiares de las víctimas no tengan una respuesta.

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