Cristina espantó, Macri decepcionó y a Fernández se lo espera: deseos y frustraciones de Estados Unidos con la Argentina

El país no es una prioridad dentro del muy limitado interés que genera América Latina en la política estadounidense. Pero pese a todo, gane quien gane las elecciones, los expertos que lo siguen de cerca creen que existe una buena oportunidad si se evitan errores del pasado y del presente

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Cristina Kirchner y Barack Obama (AFP)
Cristina Kirchner y Barack Obama (AFP)

WASHINGTON DC - Hay algo que une a Barack Obama con Donald Trump: el desconcierto que les generó la Argentina durante sus presidencias. Si el demócrata terminó resignándose a que la relación con Cristina Kirchner fuera “imposible”, el republicano se encontró con que quería ayudar a Mauricio Macri y nunca supo cómo. Con Alberto Fernández es diferente: la imagen del actual presidente se deteriora por su retórica y su ambigüedad con Venezuela, pero en Washington se cree que aún se está a tiempo de cambiar el rumbo.

Más allá de matices importantes en función de si Donald Trump o Joe Biden ganan las elecciones de este domingo, hay un hilo conductor y un consenso entre funcionarios que pasaron por el Departamento de Estado y por el Consejo de Seguridad Nacional en las últimas dos presidencias. En la mirada hacia Argentina no importa mucho si el que habla es un demócrata o un republicano, lo que prima en ambos sectores es cierta decepción y desconcierto. Y un recuerdo, el de aquel incidente en febrero de 2011 en el que el entonces canciller Héctor Timmerman confiscó equipos militares estadounidenses en el aeropuerto de Ezeiza.

“Otro gobierno le hubiera hecho pagar a Argentina por eso de una forma incalculable. Tuvo suerte Argentina de que sucediera bajo el gobierno de Obama”, aseguró a Infobae Juan Cruz, republicano y ex responsable para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional entre 2017 y 2018.

“Además de ser un insulto es una bajeza lo que se hizo, así no se trata a un gobierno amigo. Si le haces algo así a Trump te retuerce el pescuezo de todas las formas que te puedas imaginar. Él no hubiera tolerado eso. Primero te exprimía comercialmente, y luego seguía con movidas rápidas, bruscas, inéditas. Rápidamente te das por vencido. Y si no te sales te martilla el clavo más profundamente”.

Cuando Cruz llegó al Consejo de Seguridad Nacional, el brazo diplomático del presidente en la Casa Blanca, tuvo a su disposición informes de sus predecesores demócratas en los que se revelaba la frustración que le generó a la administración Obama el vínculo con Cristina Kirchner, a la que el ex presidente demócrata pidió una reunión durante la Cumbre de Seguridad Nuclear de Cannes, nueve meses después de aquel incidente en Ezeiza. Pese a los esfuerzos de Washington por sintonizar con Buenos Aires, el vínculo no prosperó.

“La relación siempre fue difícil y los demócratas nunca pudieron entender lo que pasaba. Ellos sentían desagradables los encuentros y no entendían por qué era así. Obama no es una persona conflictiva, no hacía bestialidades, a él lo sacó de eje esa insistencia de que se lo viera con sospecha y el cero deseo de mejorar las relaciones”, añadió Cruz.

Cristina Kirchner y Barack Obama durante la reunión que mantuvieron en Cannes en 2011 / Télam
Cristina Kirchner y Barack Obama durante la reunión que mantuvieron en Cannes en 2011 / Télam

"Los demócratas ven el mundo de una manera diferente. Sienten que son los “buenos” y que entonces nadie debería tener problemas con ellos, creen que le deberían caer a todo el mundo. Los confundiò mucho no encontrar una forma de entenderse con el gobierno de Crisitna. Ellos querían que los quisieran. ¿Qué les hemos hecho nosotros? Si nosotros no les hemos hecho nada...".

Un ex funcionario que trabajó en temas de América Latina durante el último gobierno demócrata coincidió con el ex alto cargo republicano, aunque pidió a Infobae mantenerse en el anonimato.

“Intentamos acercarnos a Argentina bajo los Kirchner, pero ellos tenían una agenda muy política. Y desde que incautaron un avión del ejército de Estados Unidos todo fue para abajo, pero fue por los argentinos. En esos días, bajo la cancillería de Timmerman, estaban buscando formas de distanciarse de la cooperación militar echándonos la culpa. Eso dejó mal sabor. Pudieron haber dicho que querían hacer eso de forma formal, pero buscaron una salida muy política a esa cooperación”.

Argentina no es hoy prioridad para los expertos, funcionarios y ex funcionarios que trabajan a diario con América Latina. Cuando se plantea un análisis de la región, el primer país que surge es Venezuela, y luego se encadenan México, varios centroamericanos, Cuba, Colombia y Brasil. Para saber qué se piensa de Argentina hay que insistir.

Los problemas con el gobierno de Macri fueron de naturaleza muy diferente a los que se produjeron con Fernández de Kirchner, aunque demócratas y republicanos coinciden en la frustración que les dejaron los cuatro años entre 2015 y 2019.

“La instrucción del presidente Trump era clara: donde podamos ayudar a la Argentina, ayudemos. En temas multilaterales, en la OCDE, en todos. Ayudar a la Argentina donde fuera posible”, recordó Cruz.

“El presidente Trump y el presidente Macri se conocían del ámbito de los negocios y del personal, y el presidente Trump se veía un poco reflejado en Macri. El veía que el proyecto de Macri en Argentina era el de un país al que podía apoyar sin hacer muchas preguntas. El problema es que no sabía cómo apoyar. Descifraba cómo hacerlo. Y no siempre lo que querían hacer se podía hacer con la velocidad y agilidad que los dos presidentes querían. La relación no terminó produciendo todo lo que podría haber producido, y eso es lamentable. Ambos querían, pero no lograron descifrar cómo avanzar”.

Donald Trump y un desplante al presidente Argentino Mauricio Macri, que se hizo notar en todo el mundo en el marco del G20.
Donald Trump y un desplante al presidente Argentino Mauricio Macri, que se hizo notar en todo el mundo en el marco del G20.

Juan González, uno de los principales asesores de Biden en lo que tiene que ver con América Latina, analizó la relación en diálogo con Infobae y coincidió con Cruz.

“La política tradicional entre Estados Unidos y Argentina, antes de los Kirchner, era otra. En las Naciones Unidas, Argentina era un país líder en derechos humanos, en temas de no proliferación. En los inicios de Kirchner, con (Jorge) Taiana como canciller, había cooperación. Creo que se nos ha olvidado un poco esa historia, tenemos que volver a recordar los buenos amigos que éramos Estados Unidos y Argentina, que era casi un país que asesoraba a Estados Unidos sobre cómo navegar los retos en las economías emergentes”.

“Tenemos que reconocer que la relación se deterioró bajo Bush-Kirchner y no la hemos podido recuperar. Se intentó bajo Obama sin éxito. Incluso bajo la administración de Macri hubo mucho show sin nada concreto, pese a su relación con Trump. No hemos ejercido el potencial de la relación, y en mi opinión mucho tuvo que ver con dinámicas políticas dentro de Argentina”.

Cruz se lamenta de la oportunidad que entiende que dejaron pasar Trump y Macri, porque cree que lo único sustancial en aquellos años fue el apoyo estadounidense al crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2018.

Juan Cruz, ex miembro del Consejo Nacional de Seguridad del presidente Donald Trump (https://ergo.net/)
Juan Cruz, ex miembro del Consejo Nacional de Seguridad del presidente Donald Trump (https://ergo.net/)

“Se creía en el proyecto de Macri, y por varias circunstancias no llegó a cumplirse. La cuestión argentina se nos escapó de las manos. La cuestión económica del país es una bestia que nadie ha podido dominar. Es difícil saber cómo salir de ese problema. Hay una larga lista de gente en Argentina que se vio atacada por esta bestia, y todo lo que se hizo fue simplemente insuficiente”.

El republicano hace silencio y reflexiona ante una pregunta: ¿Argentina no terminó de hacerle saber al gobierno de Trump cómo podía ser ayudada?

“Tal vez eso sea cierto. No era suficiente querer. Hay que saber. Estados Unidos ha querido que Argentina salga de esta situación venenosa de la economía que le ha fallado tantas veces. No creo que haya alguien que no quiera que Argentina salga de esto. Puede ser que no tengan las ideas, pero tienen la voluntad”.

Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos durante la gestión de Macri, estuvo esta semana en Washington y dijo a Infobae que no coincide con la visión de que no se logró nada sustancial en aquel gobierno en el vínculo con Estados Unidos.

Mauricio Macri y Donald Trump durante la Cumbre del G-20 en 2018 en Buenos Aires / KEVIN LAMARQUE
Mauricio Macri y Donald Trump durante la Cumbre del G-20 en 2018 en Buenos Aires / KEVIN LAMARQUE

“Logramos la apertura del mercado estadounidense para nuestras exportaciones de limones y carnes. Además, Macri gestionó personalmente con Trump la excepción de nuestro país para el pago de aranceles al acero y aluminio. Estados Unidos apoyó explícita y prioritariamente a la Argentina, incluso tras la candidatura de Brasil, en el proceso de acceso a la OCDE, también la candidatura de Rafael Grossi al frente del OIEA. Y primero con Obama y luego con Trump, Argentina recibió miles de archivos desclasificados sobre la dictadura, con datos de decenas de agencias, incluidas inteligencia y defensa. Fue el mayor volumen de información que Estados Unidos brindó alguna vez a otro país”.

Benjamin Gedan, que dirige el Argentina Project en el Wilson Center, uno de los “think tanks” más importantes de Washington, describió un panorama complejo para el gobierno de Fernández en su relación con Estados Unidos.

“Mientras Argentina no tenga un gobierno con visión global no habrá motivos en Washington para prestarle atención a la Argentina, porque no juega un rol central en el mundo. Si no tiene una política exterior abierta ni promueve las inversiones eso nunca va a tener la atención del Primer Mundo, porque Argentina no es un país imprescindible. No podemos en cambio ignorar a China, a Rusia, a Europa o a México".

“Nosotros buscamos socios entre los países democráticos, pero la Argentina, en especial bajo los gobiernos peronistas, tiene ideas muy diferentes, las de balancear el poder de Estados Unidos en América Latina. Ideas proteccionistas y tercermundistas que hacen difícil generar espacios”, explicó Gedan a Infobae. “Está el caso de Chile, que aunque no tiene un mercado enorme, comparte principios democráticos con nosotros”.

Benjamin Getan, ex integrante de la administración Obama y gran conocedor de la Argentina
Benjamin Getan, ex integrante de la administración Obama y gran conocedor de la Argentina

Ex funcionario de gobiernos demócratas tanto en la Casa Blanca como en el Departamento de Estado, Gedan dijo entender que la relación con el gobierno de Trump puede plantear ciertas dificultades para el de Fernández. “Entiendo que el ejemplo de Estados Unidos es hoy muy malo, pero incluso hoy es importante encontrar espacios para coordinación. Venezuela es un buen ejemplo. No tiene sentido defender al régimen o tener recuerdos positivos sobre Chávez. Argentina tiene experiencias dolorosas con los derechos humanos...”.

“Es cierto que con Trump tenemos un gobierno casi sin política hacia América Latina, hay pocas áreas para buscar consenso. A Trump no le importan la democracia, los derechos humanos o el cambio climático... Pero incluso así hay posibilidades. Venezuela es prioritario para Estados Unidos, por eso es lamentable que Argentina no quiera jugar un rol positivo en la resolución de esta crisis”.

“No creo que Alberto Fernández esté haciendo esfuerzos importantes para colaborar. Para él la política exterior es una manera de posicionarse como referente de la izquierda en Sudamérica. Se vio el día de las elecciones, cuando celebró a Lula. No estoy a favor de Bolsonaro, pero Brasil es para Argentina una relación tan importante... La Argentina no se puede dar el lujo de expresar con franqueza todas sus opiniones hacia otros líderes y países. Está en una posición muy frágil, debe buscar consensos”.

En un eventual gobierno de Biden, González le pide a Fernández y al canciller Felipe Solá que dejen de lado “la agenda ideológica”.

Juan González, asesor de política exterior de Joe Biden (Official White House Photo by David Lienemann)
Juan González, asesor de política exterior de Joe Biden (Official White House Photo by David Lienemann)

“Argentina y Estados Unidos son aliados naturales, pero igual que con Brasil, tenemos que establecer una base de colaboración basada en los valores democráticos que definen la mayoría de nuestro hemisferio. Tenemos que desarrollar una agenda regional para recuperarnos de la pandemia y no una agenda ideológica. Cuando Biden llegue a la Casa Blanca no va a estar buscando rencores ni pleitos. Hay demasiado trabajo por delante y es tiempo de voltear la página y unirnos todos para recuperarnos de la crisis actual”.

Gedan suma matices importantes a ese análisis y desarma la idea de que un gobierno kirchnerista se entendería mejor con uno demócrata que con uno republicano.

“Por un lado con Biden sería más fácil, es una persona con visión más global. Buscaría consensos y no peleas. Reconoce el valor de tener socios estratégicos. Pero en algunos aspectos puede ser más complicado para Argentina. Un gobierno muy proteccionista puede coordinarse con Trump, mientras que con Biden tendría tensiones. Biden se coordinaría conUruguay para el libre comercio, quizás con Brasil...”.

“Y si Alberto Fernández hace cosas como las de Vicentín puede encontrar problemas con Biden, al que le importan mucho la sociedad civil y la administración de justicia. Eso a Trump no le importa. Biden valora un poder judicial independiente. Y lo mismo con los medios de comunicación: va a defender el derecho a la libertad de prensa y eso puede llevar a líos con Argentina, Brasil o El Salvador. Y también está el decreto de necesidad y urgencia sobre las empresas de telecomunicaciones. Ese es un tema que una administración Biden vería”.