Jorge Macri: “Cambiemos dejó mucha gente atrás y si no aprendemos de eso, no aprendemos nada"

En diálogo con Infobae, el intendente de Vicente López y referente de Juntos por el Cambio aseguró que la oposición debe convertirse en un espacio que represente a más gente. Además, apuntó contra el kirchnerismo: “Siempre les costó convivir con una justicia independiente”

Compartir
Compartir articulo
El intendente de Vicente López, Jorge Macri (Franco Fafasuli)
El intendente de Vicente López, Jorge Macri (Franco Fafasuli)

Jorge Macri es uno de los referentes importantes de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires. Uno de los que quedó en pie cuando la ola peronista avanzó de norte a sur arrastrando los votos de una sociedad que se había cansado del gobierno de su primo, Mauricio Macri. Fue, en definitiva, uno de los que logró retener su municipio y trabajar rápidamente en la contención de un espacio político que había recibido una cacheta electoral muy dura.

El intendente de Vicente López quiere ser gobernador en 2023. “Es un sueño más que una ambición”, asegura en su oficina municipal frente al grabador. En diálogo con Infobae, repasó el vinculo con Axel Kicillof, la gestión de la pandemia por parte del Frente de Todos y la autocrítica necesaria que debe hacer el esquema opositor. Además, criticó a Emilio Monzó por decir que el Presidente debe dar un paso al costado.

-El kirchnerismo pidió el juicio político al Presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, y el diputado Leopoldo Moreau amenazó con un juicio político al resto del máximo tribunal. ¿Cree que el kirchnerismo está avanzando sobre la Justicia?

-Al kirchnerismo siempre le ha costado mucho convivir con una Justicia independiente. Es un sello de ellos. No me sorprende. El intento de reforma de la Justicia se enmarca en esa lógica también. Más allá de estas acciones como las de Moreau, que no sé si responden a una decisión estructural o si es un intento de alguien de tratar de quedar bien con la Vicepresidenta.

-¿Quedar bien?

-Siempre hay, en todos los espacios políticos, esos intentos de “mirame, acá estoy, quiero quedar bien con vos, mirá, soy el mejor de la clase”. Y por ahí se sobregiran. No sé si hay en esas acciones puntuales una bajada de línea como espacio político o si son sobreactuaciones de algunos que quieren quedar bien con la maestra del grado.

-¿Son más papistas que el Papa?

-Sí. Muchas veces pasa eso en los espacios políticos.

-Estos pedidos del kirchnerismo se dan en un momento donde el otro tema fuerte en la agenda judicial es el desplazamiento de los tres jueces que tuvieron o tienen causas en las que está Cristina Kirchner. ¿Lo ve como una consecuencia directa?

-Y si no lo es, es mucha casualidad. Y yo en la casualidad creo poco. Puede ser que estén relacionados. Les cuesta mucho convivir con la independencia de los poderes. Con la Justicia pero también con el Congreso. Al Congreso intentan transformarlo en un ámbito donde se ratifica o certifica las decisiones del Ejecutivo. Algunos le dicen la escribanía.

El jefe comunal apuntó contra Emilio Monzó por pedir que Maurici Macri dé un paso al costado
El jefe comunal apuntó contra Emilio Monzó por pedir que Maurici Macri dé un paso al costado

-¿En qué lo nota?

-Se va notando en distintos momentos. Pasó con el tema de las sesiones virtuales y las presenciales. Hay una lógica de querer llevarse todo medio por delante. Nuestro rol es evitarlo. Y el rol de la Corte Suprema, como otro poder autónomo e independiente, es lo mismo. Es no permitirlo. Una república se va consolidando en la responsabilidad y el ejercicio autónomo de los tres poderes. Y cada uno tiene que hacer su trabajo.

-¿No es un partido de tenis entre Juntos por el Cambio y el peronismo, donde se tiran la pelota de un lado al otro endilgándose que el otro no respeta la Justicia y la división de poderes?

-Sí, pero no todos somos iguales. Está claro que el kirchnerismo intenta llevarnos al barro a todos. Después la gente decide. Más allá de lo que cada uno de nosotros digamos. Yo creo que claramente el gobierno de Mauricio Macri tuvo un respeto por la institucional que no tuvo y ni tiene el kirchnerismo. Ni ahora ni antes.

Hay algunos sectores dentro de Juntos por el Cambio que tienen una mirada que es muy agresiva para los sectores populares

-¿A este Gobierno lo ve con un sello más peronista o kirchnerista?

-Es claramente un gobierno kirchnerista. En sus definiciones, en su acción, en el Gabinete. Cuando ves los perfiles de los equipos, de quienes lo integran, las cosas que ocurren, las vocerías informales, las posturas que se toman desde afuera del Gobierno. Es un gobierno kirchnerista con un Presidente que ha intentado, con a veces más éxito que otros, generar un ámbito de diálogo. Hoy creo que menos.

-Cristina Kirchner elige a Alberto Fernández como candidato presidencial para correrse hacia el centro y a la moderación. Para tener un gobierno más amplio y menos duro, como podría haber sido un gobierno kirchnerista. ¿Se logró?

-No. No se logró. Porque al final del día la naturaleza del espacio político, el ADN, termina imponiéndose.

-¿Lo desilusiona como opositor? Teniendo en cuenta que la gestión había arrancado de otra forma.

-Sí. Porque a mí me parece que sería bueno tener ámbitos de interacción, sobre todo en función del momento que vivimos. De la crisis sanitaria que tenemos y de la crisis económica que vendrá después, que va a ser muy profunda y sostenida en el tiempo. Probablemente hasta mitad del año que viene no tengamos una vacuna masiva. Por lo tanto el próximo año vamos a tener que convivir con la enfermedad, pero la crisis económica va durar mucho más.

Macri aseguró que no lo convence la explicación que dio el gobierno bonaerense sobre los 3500 muertos que ingresaron a la lista de fallecidos por Covid-19
Macri aseguró que no lo convence la explicación que dio el gobierno bonaerense sobre los 3500 muertos que ingresaron a la lista de fallecidos por Covid-19

-En ese contexto el diálogo es clave.

-Imaginar que un solo espacio político lo va a resolver o que en un solo período de Gobierno vas a encontrar las soluciones es falso. Los marcos de acuerdo y de diálogo son imprescindibles. Por eso lamento que no existan. Sin diálogo la Argentina no va a encontrar soluciones en serio que sean sostenibles.

-¿No hubo un momento en que ese diálogo existió con la convocatoria de Alberto Fernández a los gobernadores y de Axel Kicillof a los intendentes? ¿Existió y ahora no existe más?

-Sí, en torno al tema de la pandemia. Si de parte del Presidente. Yo nunca noté esa vocación de diálogo tan clara de parte del Gobernador con los intendentes. Tal vez porque recién llegaba a la provincia y como no es alguien que viene de ser intendente, de comprenderla, le costó entender que la provincia tiene dos niveles de gestión. Siete de cada diez camas públicas son municipales. Si vos hablás de sistemas públicos de hospitales bonaerenses, es imprescindible hablar con los intendentes.

Hay que lograr convencer a mucha gente que no confió en nosotros. Si no confiaron es porque hicimos algo mal

-¿Qué es lo que le cuesta del vínculo a Kicillof?

-Primero comprenderlo. Comprender que para que algo ocurra en provincia hay que trabajar en equipo con los intendentes. Es como si el Presidente planteara resolver los problemas de la Argentina sin hablar y acordar con los gobernadores y el Jefe de Gobierno de la Ciudad. Es imposible. Bueno, en provincia pasa lo mismo. Es imposible. Y me parece que a todo el equipo del Gobernador, salvo alguna excepción con más experiencia en provincia, le costó mucho comprender eso. Todavía hoy le cuesta.

-Lo que le critican al gobierno de Kicillof desde el peronismo y desde Juntos por el Cambio es la conformación del Gabinete. El kicillofismo. Los acusan de ser cerrados y que es difícil llegar a acuerdos con ellos. ¿Es así o es una mirada exagerada de la situación?

-Nunca es bueno que los equipos sean muy endógenos. Los equipos tienen que tener distintas características, perfiles y orígenes. Me parece que el equipo del Gobernador es muy de confianza de él, pero muy cerrado a su propia experiencia. Y la diversidad, las particularidades, la complejidad de la provincia, requiere un equipo más amplio, más abierto, más bonaerense. Espero que los próximos gobernadores tengan una raíz bonaerense más profunda, y si Dios quiere, que hayan sido intendentes antes.

-¿Ahí está una de las batallas de los intendentes? ¿Que un intendente pueda ser gobernador?

-Sí. Debería ser una batalla de los bonaerenses. Tal vez lo que falta es algo parecido a un proyecto provincial.

-¿Cómo sería?

-Que se elija gobernador en un momento distinto al Presidente. Y entonces el gobernador sería de los bonaerenses y no del presidente de turno. Porque hoy para ser gobernador tenés que lograr que el presidente te ponga en la boleta. Y eso no pasa en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos o Mendoza. Ahí se construye un contrato social entre la provincia y el que gobierna. Vos ya no representás al Presidente, sino al pueblo que te eligió.

-Un desdoblamiento.

-Sí. Como tienen casi todas las provincias.

Para el referente opositor el gobernador Kicillof no entendió que en la provincia de Buenos Aires debe trabajar con los intendentes
Para el referente opositor el gobernador Kicillof no entendió que en la provincia de Buenos Aires debe trabajar con los intendentes

-¿María Eugenia Vidal hubiese ganado en el 2019 con un desdoblamiento?

-No lo sé. Pero hubiera sido bueno para la provincia. Porque entonces tendríamos un gobernador, Vidal o Kicillof, que hubiera firmado un contrato social con los bonaerenses. Y yo hoy lo que veo es un Gobernador que tiene un contrato social firmado con su espacio político, no con los bonaerenses. No es un disvalor. Es como viene dada la cosa.

-¿Por qué cuesta tanto que los intendentes den ese paso al escalón más alto de la provincia?

-Porque es difícil ser gobernador. Es una tarea compleja. Porque no todos quieren esa tarea y porque estaba la reelección indefinida. Yo siempre tuve el deseo de ser gobernador, pero ahora todos tienen que construir un proyecto político que los incluya y supere. Así que en el límite a la reelección indefinida hay una gran oportunidad de que se empiece a construir un proyecto más genuino, más de la provincia y que no se trate solo de permanecer como intendente.

-¿Sigue teniendo ambiciones de ser gobernador?

-Sí. Más que ambiciones es un sueño, un deseo. Falta un montón, pero me gustaría. Lo principal es que nuestro espacio político vuelva ser gobierno nacional y provincial. Pero, además, quiero ser el mejor candidato a gobernador y, si puedo, el gobernador de nuestro espacio.

Dejamos mucha gente atrás y eso es parte de lo que tenemos que aprender

-¿El primer paso de ese camino son las elecciones de 2021?

-No necesariamente. Casi todos los ganaron las últimas elecciones intermedias después no tuvieron éxito en la que siguió. No es un camino imprescindible. La última vez que pasó eso, que fue un fenómeno político muy relevante, fue cuando Cristina le ganó a Chiche en el 2005. De ahí para acá, en las intermedias ganó la oposición. De Narváez ganó en el 2009, Massa en el 2013 y nosotros en el 2017. No necesariamente es un camino único.

-¿No le parece determinante la elección del año que viene para ese proyecto?

-No. No me parece que eso te posicione como candidato a gobernador ni me parece que nosotros estemos obligados a ganarla. El que tiene que refrendar y ganar la elección el año que viene es el oficialismo. Nosotros vamos a tratar de ganarla. Pero lo que se pone en juego, el referéndum, es respecto de quienes gobiernan. Se va a refrendar o no la gestión de Axel Kicillof como gobernador y la de Alberto Fernández como presidente. Eso es lo que se pone en juego.

-¿En la oposición hay expectativas puestas en las elecciones del año que viene para dejar atrás la dura derrota del 2019?

-Sí. Y el primer gesto para eso es haber mantenido la unidad. Cosa no habitual. Hay varias cosas que quedan de la elección del año pasado. Primero es que en la provincia de Buenos Aires, pese a que perdimos y sacamos el 38% de los votos, tenemos 59 intendentes. Eso quiere decir que en la provincia hay una construcción bastante más madura y consolidada que debe ser respetada. Segundo, que pese a haber perdido, estamos unidos. No solo acá, a nivel país. Y eso no ocurre habitualmente. En general los que pierden se pelean, se echan las culpas, se dividen.

El intendente de Vicente López revindicó el rol de Mauricio Macri en Juntos por el Cambio
El intendente de Vicente López revindicó el rol de Mauricio Macri en Juntos por el Cambio

-¿Qué importancia reviste esa unidad en la oposición después de cuatro años en el poder?

-Eso es bueno para el que votó confiando en nosotros. Porque dice: por los menos estos tipos no priorizan la suya, me siguen defendiendo más allá de la autocrítica que haya que hacer, la crítica, la mejora, la evolución que tengamos que hacer. Estamos unidos. También es bueno para el país que haya control, equilibrio, alternativa. Eso le da una red de contención a un montón de gente que confío en nosotros y a un montón de gente que no, pero sobre todo a la república.

-¿Hay responsables con nombre y apellido de esa contención del espacio?

-Si. Todos. Para mí, primero de todos, Mauricio. Mauricio tiene un crédito muy importante en haber sostenido la unidad. Desde su silencio, desde su postura, la voluntad de permitir otros liderazgos. Y de todos los demás también. De los tres fundadores sin dudas. De Mauricio, de Sanz y de Lilita. Después de todos los que nos tocó ganar pero somos respetuosos de esos roles. No es fácil pasar desde un único liderazgo, porque todo estaba ordenado entorno a la presidencia, a múltiples liderazgos y múltiples proyectos. Y lo estamos haciendo bien. Hay mérito en muchos.

Tengo el deseo de ser candidato a gobernador de Buenos Aires. Es un sueño más que una ambición

-Desde que comenzó el gobierno del Frente de Todos Macri cedió el liderazgo.

-Hoy lo comparte con otros. Creo que eso es un gesto de generosidad de él. Creo que su rol de liderazgo va a permanecer. Hay figuras que no necesitan seguir siendo candidatos para ser líderes. José María Aznar o Felipe González. Muchos ex presidentes de Uruguay que siguieron siendo referentes aún sin ser candidatos. Son líderes dentro de sus espacios, referencias. Mauricio tiene un rol importante en Juntos por el Cambio. El tiempo dirá después si tiene o no un rol electoral. Me parece secundario. Hoy tiene un rol de liderazgo generoso. El mismo que tuvo hasta acá. Hay pocos referentes en la política que hayan generado la llegada de tantas nuevas figuras a la política como Mauricio. Eso lo define como un tipo generoso.

-Lo define como un impulsor de nombres que hoy tienen peso en la política nacional.

-Muchos. Horacio (Rodríguez Larreta), María Eugenia (Vidal), yo, Esteban Bullrich, Emilio (Monzó), que no le devuelve con mucha generosidad su gesto. Muchos. Patricia (Bullrich).

-¿Qué mirada tiene sobre esa frase de Monzó que tanto revuelo causó, cuando aseguró que Macri y Cristina deben dar un paso al costado y que son una etapa terminada?

-Me parece una definición berreta. Escasa. Buscó notoriedad. Para mí intentó tener un título. Nada más. Ausencia de presencia y veo si tiro un título que me permita un poco de notoriedad. Me parece muy desagradecido de alguien que lo último que había hecho fue ser intendente de un pueblo, que después perdió. Y todo lo que vino después se lo debe a Mauricio.

-¿No le parece que es solo una mirada crítica de un sector de Juntos por el Cambio?

-¿Crítica? Él fue parte de ese proceso. Una parte central de ese proceso. Con lo cual si cree que Mauricio tiene que irse, él también.

"Al kirchnerismo le cuesta aceptar la división de poderes", sostuvo Macri en diálogo con Infobae
"Al kirchnerismo le cuesta aceptar la división de poderes", sostuvo Macri en diálogo con Infobae

-¿Por qué?

-Porque fue parte central de ese proceso. Si vos lo que criticás es un proyecto que no logró abrirse y que tiene un montón de culpas, vos fuiste parte de ese proyecto. Correte y dejá a los que vienen atrás.

-Eso nunca pasa en la política. No va a pasar ahora ni pasó durante el proceso peronista posterior al gobierno de Cristina Kirchner. No hay corrimientos.

-Entonces tampoco lo podés señalar y decir que lo haga otro. Uno tiene que estar dispuesto a hacer lo que pide que los otros hagan. O dar lo que espera recibir. Eso para mí es una ley de vida. Si yo te exijo en función de algo, debo aceptar ser exigido en función de eso. Yo creo que él no lo cumplió.

-¿Sabe que reacción tuvo Macri cuando leyó esa frase?

-No. Pero me la imagino. Porque Mauricio es transparente. Así como es generoso, espera mucho don de gente. No hubo mucho ahí de eso.

-¿Lo que viene para adelante es: “Con Macri no alcanza, pero sin Macri no se puede”?

-Necesitamos estar todos juntos y ver a quién más sumamos. Hay que buscar un espacio político que aprenda de los errores y de los aciertos del pasado. Porque no necesariamente los aciertos del pasado lo podes traer al hoy sin volver a revisarlos y entender qué cambió. Un espacio donde podamos representar a más gente pero que además sumen otras voces. Tenemos que ser un espacio político de mayoría y para eso hay que seguir creciendo.

Hay figuras que no necesitan seguir siendo candidatos para ser líderes. Mauricio (Macri) es una de ellas

-¿A qué se refiere con ser un espacio de mayoría?

-Yo quiero ganarle al kircherismo. No vine a decir lo que otros deben hacer, vine a hacerme cargo de transformar las cosas. Por eso soy intendente, gestiono. Yo creo que desde el Ejecutivo uno puede transformar muchas más cosas que desde el Legislativo y creo en construir un espacio político que pueda ganar en provincia y en Nación. Y no solo con los que nos votaron hasta ahora. Hay que lograr convencer a mucha gente que no confió en nosotros. Y si no confiaron es porque hicimos algo mal.

-¿Dónde está esa gente que pueden convencer?

-En todos lados. Clase media, clases bajas, sectores populares. En todos lados.

"Hay que lograr convencer a mucha gente que no confió en nosotros. Y si no confiaron es porque hicimos algo mal", expresó el intendente
"Hay que lograr convencer a mucha gente que no confió en nosotros. Y si no confiaron es porque hicimos algo mal", expresó el intendente

-¿La clase media no fue las que les dio el voto ganador en el 2015?

-Pero aún en 2015 no logramos sacar el 50% de los votos en la provincia de Buenos Aires. Yo quiero que saquemos la mitad más uno de los votos antes del balotaje. Quiero hacer en provincia y en Nación lo que logramos en Vicente López, que es que en todos los circuitos electorales, en todos los niveles sociales, en las villas, en los barrios populares, en la clase media y en la clase alta, ganamos. Que la mayoría nos elija. Porque eso refleja que sos un espacio político que representa los distintos problemas, las distintas esperanzas, los distintos credos, orígenes y nacionalidades. Ese es el desafío grande. Representar a todos. ¿Lo lográs? Nunca. La mitad más uno, podes. Y eso que soy gallina. No me gusta mucho esa frase bostera.

-¿En esa mirada para adelante que plantea de ser la mitad más uno, cuánto tiene que ver mirar para atrás, replantearse lo que se hizo mal y tratar de empatizar con la sociedad que sufrió los costos desde esas decisiones?

-Mucho. La crítica de lo que hicimos es un proceso imprescindible, pero también rescatar las cosas que hicimos bien. En una provincia donde sacamos el 38% de los votos, hay 59 intendentes que lograron ganar. Eso quiere decir que logramos interpretar a gente que por ahí no votó a nuestro espacio político nacional. En nosotros hay una percepción de que cosas nos faltaron. Y muchas las dijimos en su momento.

-¿Qué dijeron?

-Le pedimos un esfuerzo demasiado grande a sectores de clase media que no aguantaron, que no llegaban. Te decían: “Yo creo en el camino, yo creo que es por acá, pero no aguanto, no llego. Hay un punto donde no puedo y no puedo”. Hay una frase que suelo usar que es “el líder define el rumbo de la marcha, pero el ritmo de la marcha lo define el último de la fila”. Para mí el rol de la política es no dejar a nadie atrás. El sentido, el hacia dónde querés ir, es importante. Es tan importante como el ritmo.

-¿Quedó gente atrás?

-Creo que dejamos mucha gente atrás. Y eso es parte de lo que tenemos que aprender. ¿Fue a propósito? No. Nadie quiere dejar gente atrás en la política. Ni desde el punto de vista humano ni desde el punto de vista de la conveniencia electoral. Pero nos pasó. Y si no aprendemos de eso, no aprendemos nada.

Al kirchnerismo siempre le ha costado mucho convivir con una justicia independiente. Es un sello de ellos

-¿No se centralizaron demasiado las decisiones en los últimos dos años de gobierno? ¿No se cerró demasiado el gobierno de Macri?

-No sé. Puede ser. Yo digo tal vez si no hubiésemos ganado la elección intermedia, hubiésemos sido más permeables a corregir algunas cosas a tiempo. Otros te dicen, con justa razón, que si no hubiéramos ganado la intermedia, el peronismo nos hubiera hecho la vida imposible y tal vez no hubiéramos podido sostener algunas otras políticas que llevamos adelante. Es contrafáctico. No lo sé. Siempre gobernar tiene el desafío de no dejar que el entorno sea tu única voz. Es un desafío siempre del ejercicio de gobierno. Hay que luchar contra eso todo el tiempo. A veces pasa.

-¿Tienen que abrirse hacia el peronismo?

-Sí, pero yo no creo que tenga que ver con a quien sumo. Si no, con esa lógica vos traés a un kirchnerista y te votan todos. Y no funciona así.

Macri resaltó la importancia de que Juntos por el Cambio intente ampliarse y representar a más gente
Macri resaltó la importancia de que Juntos por el Cambio intente ampliarse y representar a más gente

-Va a ser difícil que un kirchnerista se vaya del Frente de Todos.

-Puede ser. Pero lo que quiero decir es que no tiene que ver con a quien pones en la foto, sino si la gente se siente representada por vos. Hay algunos sectores dentro de Juntos por el Cambio que tienen una mirada que es muy agresiva para los sectores populares, para los sectores más postergados de la provincia de Buenos Aires y de otros lugares del país. El tiempo te permite ir venciendo ese prejuicio. Nosotros lo logramos.

-¿Cómo?

-Acá en Vicente López hay un circuito que es el 999, Martelli-Florida Oeste, que es una zona que a mí me costó tres elecciones ganar. Perdí cuando gané la gobernación, perdí en la intermedia siguiente y recién logré ganar en la reelección. Y me fue muy bien en esta ultima. Del 2015 al 2019 yo pasé de 55 puntos a 63. En un espacio político que se achicó, nosotros acá crecimos. Y tiene que ver con vencer prejuicios.

-¿Cómo se vencen esos prejuicios?

-No se vencen prejuicios construyendo obras. Las obras la gente las valora, lo que quiere saber es que le importás. Y atrás de una obra puede haber o no interés, cariño, relevancia. Esa gente que vive hace años postergada por la política, sin soluciones, quiere sentir que en serio te importa y te duele. Y eso te lo da el tiempo. Por eso hay que sostener el trabajo, el compromiso, la cercanía, y creo que muchos de nosotros, los intendentes, lo logramos.

-¿Hay que vencer prejuicios hacia adentro de Juntos por el Cambio?

-Hay que educar hacia adentro. Hay que explicar estas realidades. No todos la ven. Hay gente que realmente piensa que la gente vota mal y yo no creo que la gente vota mal. Yo creo que la representás mal. El que te vota, más o menos ilustrado, con más o menos información, con más o menos prejuicio, vota con las herramientas que tiene. Y vos tenés que lograr llegarle al corazón a esa gente. Tenés que hacerle sentir que te importan. Que les vas a cambiar la vida y que sos un puente real a las promesas incumplidas del pasado.

-Eso quizás sea lo más difícil.

-Hay que sostener y hay que volver y poner la cara. Poner la otra mejilla y volver a escucharlos y explicarles que si no te salió la primera vez, esta vez sí. Y que el peronismo, kirchnerismo ahora, les ha prometido el oro y el moro, y nunca les cambió la realidad. Y eso, en parte, se puede lograr con obras. Pero no solo con eso. Hace falta un poco más que eso. Hace falta andar con el corazón en la mano y que ellos perciban que les importas.

Está claro que el kirchnerismo intenta llevarnos al barro a todos, pero no todos somos iguales

-Eso desafía la lógica de que las clases populares son del peronismo.

-Yo estoy convencido de que las clases populares no son de nadie. Hay que ir a buscarlas. Si no, Néstor Grindetti no hubiera ganado en Lanús. Nosotros ganamos en todas las mesas acá. Ahí hay mucha gente, que durante mucho tiempo, estuvo postergada. Hay que educar hacia adentro. Porque algunos, desde una mirada parcial no entienden esa realidad. Hay que educar hacia adentro y convencer hacia afuera. Y hay que ir a buscarlos. No es sentado en un sillón que va a ocurrir. No alcanza con las redes tampoco. ¿Ayudan las redes? Un montón. ¿Alcanzan? No. Es un poco más de cercanía.

-Menos redes y más mano a mano con la gente.

-Es todo junto. Es un montón de redes pero no reemplaza lo otro. Porque además tenes que aprender. ¿Cómo vences el prejuicio? Conociendo. Un tuit no alcanza para eso. En el tuit vos definís postura. Pero no convences al otro y, mucho menos, generas vinculo. Hay un trabajo de militar, de sostener, de aceptar perder una elección y volver a inventarte.

Para Macri el actual "es un gobierno kirchnerista" donde el Presidente "intentó generar diálogo con la oposición"
Para Macri el actual "es un gobierno kirchnerista" donde el Presidente "intentó generar diálogo con la oposición"

-A las clases populares si hay algo que les duele es la economía. Que le toquen el bolsillo. Y el gobierno de Cambiemos, en los últimos dos años, tuvo una gestión que generó un gran daño en la economía. ¿Es difícil hablar desde ese lugar con las clases más populares?

-No. Primero creo que a las clases populares les duele todo. Le duele la economía, la inseguridad y el prejuicio. Cuando vos nacés en una casa donde para conseguir laburo vas a tener que mentir tu dirección, te duele todo. Les duele la mirada del otro, la falta de proyectos, la postergación eterna. La crisis económica golpeó muy fuerte, como lo hace ahora, en sectores medios. Hoy mucho más. Hoy estamos asistiendo con alimentos en Vicente López a 18.800 familias, cuando históricamente asistíamos a 4500. Todas las familias nuevas son de clase media.

-Esas familias vieron reducidos sus recursos en poco más de un año.

-Vamos a tener que explicarle a la gente cómo le vamos a generar bienestar económico. Ahora, mucha gente votó a este gobierno con la confianza de que le iban a poner plata en el bolsillo, desde el punto de vista del bienestar, o que le iban a llenar la heladera. Ninguna de las dos cosas pasó. Con lo cual el primer desafío lo tiene el kirchnerismo para explicar cómo lo va a hacer.

-El primer argumento que tiene el Gobierno para explicarlo es que hubo una pandemia.

-La gente ya sabe distinguir una cosa de la otra. Los hipermercados estuvieron abiertos a lo largo de toda la pandemia, los comercios de cercanía no. No los dejaste ni siquiera pelearla. Y no hay menos riesgo en un hipermercado que en un comercio de cercanía. Esa es una definición política de cómo administrar una enfermedad. No es la enfermedad.

-¿El Gobierno cerró demasiado la circulación y la vida comercial en pandemia?

-Sí. No ajustaron rápidamente. Todos fuimos aprendiendo. Los primeros 20 días era lógico cerrar todo como nos cerramos. Teníamos que saber a donde estábamos parados, teníamos que fortalecer el sistema de salud, entender quién y dónde estaban los equipos de salud que podían responder, y saber qué estaba pasando en el mundo. Hasta ahí, compro. Después, a partir de ahí, tenés que aprender.

Estoy convencido de que las clases populares no son de nadie. Hay que ir a buscarlas

-¿Llega tarde la flexibilización de actividades?

-En muchos casos, sí. Y lo peor que te puede pasar es que responda al desorden. Porque el principal aliado de esta enfermedad es el desorden. Una cosa es tener el paseo costero ordenado como en Vicente López, con distancia social, con círculos dibujados en el piso, con control de acceso, recordando lo que tenemos que cumplir. Y otra cosa es dejar que a los costados de la Panamericana se juegue al fútbol, se abracen y festejen. Después dicen que la gente se contagia.

-Se manifestaron dos posturas sobre el blanqueo de 3500 muertos por coronavirus que hizo el gobierno bonaerense. El Ejecutivo dijo que lo que hicieron fue blanquear una situación que pasa en todos los distritos y mejorar el conteo. Algunos dirigentes de la oposición aseguraron que hubo impericia o que ocultaron fallecidos. ¿Cuál es su postura?

-El primer dato relevante es que si ellos sabían que esos números no cerraban, fueron tomando decisiones, durante mucho tiempo, con datos incorrectos. Nada menos que con los datos de letalidad. Segundo, la responsabilidad de la información es provincial. Y esa es una responsabilidad de la que nadie se puede correr. Todos los muertos que tuvimos en el hospital municipal estaban cargados en el sistema. Los 80 fallecidos que aparecieron de golpe en Vicente López no son del hospital local. Nosotros cumplimos con nuestra tarea.

Macri aseguró que fue determinante para el futuro de la oposición que en este tiempo hayan permanecido unidos
Macri aseguró que fue determinante para el futuro de la oposición que en este tiempo hayan permanecido unidos

-En el Gobierno advierten que el retraso existía y que se agrandó cuando aumentaron los contagios.

-Que haya algún atraso siempre pasa, porque los procesos administrativos son lentos. Te puede pasar en cualquier lado. Ahora, 3.500 muertos, esa magnitud de golpe. Y que no nos informen quienes son. Yo todavía no pude saber quiénes son. Qué nombre tienen, donde estaban cuando fallecieron y dónde estaban internados. ¿Qué nos responden? Que todavía no lo tiene procesado. ¿Cómo es? ¿Tuviste la capacidad de cargar todos los datos pero no sabes quiénes son? ¿O no me querés contar para que no pueda verificar? Todo eso queremos que se aclare.

-No es que no les cree, sino que no lo tiene en claro.

-No lo tengo en claro y por eso pido explicaciones. Cuando me las dan, me dejan tranquilo. Si no me las dan, me generan más dudas.

-El lunes habrá una nueva marcha motorizada por Juntos por el Cambio. Una de las promotoras es Patricia Bullrich. ¿Usted está de acuerdo con estas manifestaciones en el medio de la pandemia?

-El derecho a manifestarse es parte del ejercicio ciudadano. El derecho debe permanecer. No se puede limitar el derecho a manifestarse. No hay manifestaciones que están bien o mal. Escuché algunos kirchneristas quejarse de algunas marchas, pero después cuando los movimientos sociales van a manifestarse frente al Ministerio de Desarrollo social, no dicen nada. Ese doble estándar es habitual en el kirchnerismo y yo no lo tengo. Yo creo que en la medida que sean cuidadosos, que vayan con tapabocas, máscaras o lo hagan en autos, el derecho a manifestarse tiene que ser aceptado por quien gobierna. Todos nosotros tenemos que estar a la altura del reclamo y de la queja del vecino. Porque no hacemos todo bien.

Fotos: Franco Fafasuli

Seguí leyendo