Diputados: el oficialismo espera que la semana que viene se convierta en ley el nuevo Consenso Fiscal

El proyecto, que ya tiene media sanción en el Senado, busca reemplazar el acuerdo que había alcanzado con las provincias el ex presidente Mauricio Macri en 2017. Así, frenaría la baja de impuestos y las provincias tendrían ingresos por $60.000 millones

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Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, será una pieza clave en las negociaciones con la oposición.
Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, será una pieza clave en las negociaciones con la oposición.

El oficialismo espera que el próximo martes la Cámara de Diputados avance con el tratamiento del proyecto del nuevo Consenso Fiscal impulsado por el Gobierno de Alberto Fernández y que, un día después, la iniciativa que ya tiene media sanción del Senado sea votada en el recinto y se convierta en ley.

De ser aprobada, la norma reemplazará a una similar que está vigente desde 2017, la cual logró acordar el entonces presidente Mauricio Macri con las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Puntualmente, la actual administración nacional plantea frenar la baja progresiva de impuestos que estaba prevista para este año y así aliviar la situación financiera de los distritos.

El bloque del Frente de Todos buscará primero que la comisión de Presupuesto emita dictamen favorable del texto enviado por el Poder Ejecutivo, para que luego sea tratado durante una sesión extraordinaria convocada para el miércoles.

Con el proyecto en agenda, la Presidencia de la Cámara Baja, a cargo de Sergio Massa, ya oficializó la convocatoria a la reunión de Presupuesto y Hacienda para el miércoles, antes del plenario en el que analizará junto a Finanzas otra iniciativa sobre deuda externa, según confirmó la agencia Télam.

El Senado aprobó el nuevo Consenso Fiscal el 20 de diciembre pasado, por lo que ya está habilitado su tratamiento en sesiones extraordinarias. El oficialismo intenta de esta manera convertir en ley el compromiso que Alberto Fernández firmó con las provincias pocos días después de asumir al frente de la Casa Rosada.

Básicamente, el Gobierno nacional le puso un freno a la baja de Ingresos Brutos y de otros impuestos que algunos consideran “distorsivos” y decidió suspenderla hasta el 31 de diciembre de 2020. De esta manera, el Estado prevé un alivio fiscal de sesenta mil millones de pesos para las 23 provincias y para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se modificaría el tributo a los Sellos y a la nómina salarial, entre otros. Además, se proponer poner límites a Ganancias, a la Ley de Responsabilidad Fiscal y a Bienes Personales.

A cambio, los gobernadores prometieron dejar de insistir durante el mismo plazo con “las causas judiciales, cualquiera sea su radicación y estado de trámite, originado en reclamos derivados con el régimen de coparticipación federal”, así como frenar también por 12 meses “los juicios por la baja de impuesto a las ganancias y de IVA para la canasta de alimentos”.

Así las cosas, nuevamente quedaría suspendida la reducción de Ingresos Brutos, un impuesto que representa tres de cada cuatro pesos de la recaudación propia de las provincias: su peso en los ingresos totales varía de acuerdo con la proporción que tenga en cada una las transferencias de recursos del Estado nacional.

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