Marcelo D’Alessio fracasó en su intento de lograr la prisión domiciliaria y quedó preso en un pabellón de buena conducta

Marcelo D’Alessio no consiguió su objetivo de máxima de irse a su casa, bajo prisión domiciliaria. Pero después de compararse con un detenido en un campo clandestino de la dictadura, logró que la Justicia lo cambiara de lugar de alojamiento dentro del penal de Ezeiza. A partir de ahora, el falso abogado quedó alojado en el modulo 1 del pabellón B, habitada por reclusos de buena conducta, revelaron a Infobae fuentes del caso.

Es que D’Alessio no quería ser alojado en el sector del IRIC, el lugar creado durante la gestión macrista para presos detenidos por corrupción. Dijo expresamente que no quería estar junto a Lázaro Báez o su contador Daniel Pérez Gadín. Según sus palabras, no estaba preparado para soportar “insultos”. Sin embargo, D’Alessio tampoco quería seguir estando más tiempo en el lugar en donde quedó preso desde el día que ingresó a prisión: una habitación en el complejo hospitalario de la cárcel de Ezeiza, donde él mismo pidió permanecer a los tres meses de su arresto, en el marco de un hábeas corpus.

Aunque ya está por cumplir un año tras las rejas, D’Alessio nunca había hecho saber hasta ahora ante la justicia que ese sector del hospital lo vivía como una tortura. Tampoco que no se le habían cumplido con las condiciones que tienen otros presos, como visitas, recreos, comidas y teléfono dentro del complejo. Desde ahí, no obstante, brindó la entrevista telefónica que le concedió hace dos semanas a radio 10 para avisar que tenía mucho para decir y que con sus dichos podía dar vuelta cuatro causas contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.

“Estoy como si estuviera en Automotores Orletti”, llegó a decir esta mañana por videoconferencia al juez de Lomas de Zamora Federico Villena, al comparar su situación con la de un detenido ilegal en un centro clandestino en la época de la represión. Esas expresiones fueron volcadas en una entrevista con el juez que recibió un pedido de habeas corpus que presentó la esposa de D’Alessio, y que fue detallado el martes por Infobae.

Lo que para el juez Villena quedó en claro en esa audiencia es que D’Alessio respaldaba ese pedido de hábeas corpus que hizo su esposa. Pero lo que era más evidente, indicaron las fuentes consultadas, era que bajo la figura de hábeas corpus lo que D’Alessio buscaba era apurar la prisión domiciliaria que no consiguió cuando el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla frenó sus aspiraciones de convertirse en arrepentido, pese al acuerdo al que había llegado con el fiscal Juan Pablo Curi. Ese tema será ahora revisado por la Cámara Federal de Mar del Plata.

Por lo pronto, frente al hábeas corpus, el juez federal de Lomas de Zamora consultó a Ramos Padilla y al Servicio Penitenciario Federal los detalles de su alojamiento y su presunto traslado forzado, que había denunciado la esposa del falso abogado. Allí, tal como lo precisó este medio, se topó con que la defensa de D’Alessio había sido la que solicitó que D’Alessio saliera del Hospital de Ezeiza, diciendo que estaba bajo condiciones de tortura (algo que el falso abogado también afirmó por radio pero no en los tribunales).

Y cuando el juez de Dolores le informó al SPF que procediera a su traslado a un lugar de mayor resguardo, apareció el hábeas corpus de la mujer de D’Alessio denunciando que querían hacerlo convivir con Báez y Pérez Gadín, a los que no quería ver. Puso reparos en el traslado de IRIC y prometió denuncias. Eso frenó todo. Y el martes a la mañana, el juez Villena escuchó a D’Alessio en videoconferencia, con sus argumentos y explicaciones.

Pasadas las 18 del miércoles, el juez de Lomas de Zamora entendió que bajo un “ropaje” de hábeas corpus lo que D’Alessio pretendía era una prisión domiciliaria. Pero de todas maneras hizo lugar al traslado porque el HPC es un lugar excepcional, y el reo ya no quería estar más allí. Se resolvió su inmediata reubicación en el lugar para que no permanezca en su sector contra su voluntad. El traslado se cumplió anoche.