Axel Kicillof viajará cuatro días a Jerusalén junto a Alberto Fernández y aún no tiene agenda oficial que cumplir

El gobernador bonaerense acompañará al Presidente a Israel en medio de las negociaciones con los bonistas, que todavía no anunciaron si aceptarán su oferta de postergar el pago de capital de los títulos que vencen el próximo 26 de enero

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Axel Kicillof integrará la comitiva de Alberto Fernández
Axel Kicillof integrará la comitiva de Alberto Fernández

Axel Kicillof volará hoy a Jerusalén junto a Alberto Fernández y todavía no tiene acordada una sola reunión bilateral. El Presidente participará en la ceremonia oficial del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto e invitó al gobernador peronista que se ausentará de su despacho en La Plata desde el martes 21 hasta el sábado 26, una fecha clave para la economía de la Provincia: ese día Buenos Aires puede caer en “default selectivo” con los tenedores de los bonos cuyo pago vence en el 2021.

Kicillof forma parte de una delegación que también integran la primera dama Fabiola Yañez, el canciller Felipe Solá, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el diputado nacional Eduardo Valdés y el vocero Juan Pablo Biondi. “Sin agenda particular de bilaterales, por ahora”, aseguraron en las cercanías del gobernador cuando se preguntó sobre su actividad oficial en Jerusalén.

La inclusión de Kicillof en la comitiva fue sorpresiva y se evaluó como un supuesto gesto presidencial frente al cruce mediático que protagonizó Sergio Berni -ministro de Seguridad Bonaerense- con la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, acerca de la manera de controlar el delito y sus consecuencias políticas y sociales. Esa versión, que se escuchó la semana pasada en Balcarce 50, fue descartada en la intimidad del gobernador peronista.

A continuación, en Wall Street se especuló con la posibilidad de encuentros de Kicillof con banqueros y financistas israelíes para negociar fondos destinados a pagar a los bonistas de Buenos Aires que podrían rechazar la oferta que vence en las próximas horas. La especulación duró escaso tiempo: “nadie en Israel le va a prestar plata al gobernador. Nadie”, opinó un prominente banquero nacional que conoce cómo funciona el mercado financiero en Tel Aviv.

En este contexto, si Kicillof no tiene previsto reuniones con banqueros o financistas para negociar un crédito blando ante la contingencia de un eventual “default selectivo”, la posibilidad de una agenda productiva en Israel se vuelve casi un intríngulis diplomático. Jerusalén está tomada por los actos oficiales para rendir tributo a las víctimas del Holocausto, y el gobernador debería moverse a Tel Aviv -menos de una hora en auto- para concertar una bilateral que sirva a su gestión en la provincia de Buenos Aires.

“Nadie nos pidió nada”, explicaron funcionarios de la administración de Benjamín Netanyahu cuando Infobae consultó sobre posibles encuentros oficiales entre miembros del gabinete israelí y Kicillof.

Mientras el gobernador permanezca en Jerusalén, su teléfono celular no dejará de sonar. Es que por esas horas, debería llegar la información sobre la respuesta de los bonistas a su oferta de postergar el pago de un porcentaje del capital de los bonos que vencen en 2021. Ese porcentaje parcial debería pagarse el próximo 26 de enero, y Kicillof planteó -de manera unilateral- postergar su cancelación hasta el primero de mayo.

“De acuerdo con las cláusulas de acción colectiva incluidas en la documentación del bono USD 750M 10.875% con vencimiento en 2021, si la propuesta de postergar el pago de capital correspondiente al 26 de enero es aceptada por los tenedores de al menos el 75% del capital en circulación de dichos bonos, estos serán modificados con efecto vinculante para todos sus tenedores”, explicó la administración peronista cuando anunció que postergaba el pago de manera unilateral.

Los resultados de la negociación -encargadas a una consultora en Nueva York- pueden encontrar a Kicillof volando rumbo a Israel o en medio de su visita oficial junto al presidente. Si logra obtener el consenso del 75 por ciento de los bonistas, será un triunfo político de su gestión en la Provincia. Y si fracasa, el gobernador tendrá cerca a Alberto Fernández para trazar una estrategia que es binaria: caer en “default selectivo” u honrar la deuda en tiempo y forma.

En Jerusalén siempre se dirimieron historias vinculadas al poder y la política. Puede ocurrir, en esta oportunidad, que le toque a un joven gobernador que llegó acompañando a un presidente que busca su destino en el tiempo que le ha tocado.