Los colectiveros opositores finalmente no marcharon ante la UTA y sólo entregaron un petitorio con reclamos

El operativo policial y el vallado alrededor de la sede disuadieron a los rivales del titular del gremio, Roberto Fernández. Al edificio sólo concurrieron 11 delegados disidentes para presentar un documento en el que exigen la renuncia del jefe sindical, la convocatoria a “elecciones libres” y mejoras en el servicio de la obra social

Compartir
Compartir articulo
La sede de la UTA estuvo vallada y con una fuerte presencia policial (Gustavo Gavotti)
La sede de la UTA estuvo vallada y con una fuerte presencia policial (Gustavo Gavotti)

Cuando la oposición al titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, llegó esta tarde al edificio sindical del barrio porteño de Balvanera para entregar un “petitorio” en el que se pide la renuncia de aquel dirigente y “elecciones urgentes", se encontró con las calles valladas por orden judicial. Se intentaba evitar, como ocurrió el pasado 16 de diciembre, que los seguidores del opositor Miguel Bustinduy volvieran a destrozar el lugar y robar en sus instalaciones. La medida fue solicitada por el propio Fernández, que a la tarde no estuvo en la sede de Moreno 2969: por entonces era recibido por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

La noticia de la nueva movilización de los opositores al hombre fuerte de la CGT y de la UTA renovó la tensión, pero finalmente todo transcurrió en paz: sólo concurrieron a la sede de la calle Moreno al 2900 once delegados disidentes de algunas líneas de colectivos de la empresa DOTA (de la 550, 257, 91 y 161), cuatro de los cuales pudieron ingresar para entregarles a dirigentes del sindicato un petitorio en el que reclaman la renuncia de Fernández, el llamado a “elecciones libres” y mejoras en las prestaciones de la obra social.

Roberto Fernández, el titular de la UTA (Luciano González)
Roberto Fernández, el titular de la UTA (Luciano González)

Horas antes de la visita de los colectiveros rebeldes, uno de los delegados de Bustinduy dijo a Infobae que “lo único que pedimos es que no esté presente Fernández” y que no querían “ningún tipo de incidentes”.

Fue lo que sucedió, aunque se temía lo peor. El líder de la UTA no estaba a esa hora en su despacho y ya estaba acordado que los opositores iban a ser recibidos por otros dirigentes del consejo directivo. El propio Fernández se lo había anticipado a Infobae antes del mediodía: “El sindicato va a recibir el petitorio. Eso ya está acordado. Cuando ellos nos dijeron que el 14 de enero –por hoy– llegarían al edificio para presentarlo, di la orden de que se los recibiera. Pero a los trabajadores, no a los delincuentes”.

Cuando mencionó a los “delincuentes”, el secretario general de la UTA se refería al grupo de choferes de la empresa DOTA que, bajo la mirada de Bustinduy, en diciembre pasado tomaron por la fuerza hasta el piso cuarto del edificio de la calle Moreno 2969 y se habrían robado –según la causa penal publicada en exclusiva por este medio– hasta un busto de Evita, la imagen de la Virgen de Luján, electrodomésticos, documentación, adornos y árboles de navidad.

Buena parte del “botín”, que fue cargado en ómnibus de la empresa DOTA, formada por unas 50 líneas de colectivos –alineada a la interna sindical liderada por Bustinduy para desbancar a Fernández– fueron recuperados en los allanamientos ordenados por la jueza Vanesa Peluffo, titular del Juzgado Nº 63 de la Ciudad de Buenos Aires, y solicitados por la fiscal Estela Andrades; y que tenían como objetivos, entre otros lugares, las cabeceras de las líneas 99 en Liniers y la de la 80 en Villa Celina.

Así quedó parte de la sede de la UTA después de los graves incidentes durante la marcha contra Roberto Fernández
Así quedó parte de la sede de la UTA después de los graves incidentes durante la marcha contra Roberto Fernández

“¿Usted cree que va a haber nuevos incidentes en la sede de la UTA?”, le preguntó Infobae a Fernández antes del mediodía. Lo que pasó en diciembre no lo vi nunca en mi vida sindical –dijo el líder de la UTA–. El movimiento obrero debería estar más unido que nunca. Y más en este momento. Sin embargo, pasan estas cosas, con otros sindicatos detrás”.

—¿Se refiere a Hugo Moyano, a Camioneros?

—Yo no doy nombres. Detrás de los incidentes pasados en nuestro edificio hubo otros sindicatos detrás. Si no, no se entiende y esto no debe seguir pasando. Los gremios debemos estar unidos.

El apellido Moyano apareció desde el primer momento en que ocurrieron los desmanes del 16 de diciembre porque Bustinduy está enrolado en el sector interno del jefe camionero.

“Si yo fuera él (por Fernández), ya hubiera renunciado. ¿Cómo puede creer que tiene razón cuando miles de compañeros están protestando?”, opinó Moyano en diálogo con Luis Novaresio en Radio La Red, apenas 24 horas después de los incidentes y con el titular del gremio escondiéndose por 10 horas para que no le peguen.

Y el camionero agregó: “La realidad hay que verla desde todos lados. Los afiliados a la UTA se cansaron de denunciar. Los asaltaban todos los días, les cortaban un dedo, los mataban, no tienen obra social. Los compañeros que hacen el barrido de nuestro gremio tienen mejor salario que ellos. Claramente hay un reclamo válido que derivó en lo que sucedió ayer”.

La CGT, por su parte, había emitido un comunicado repudiando los actos violentos. Moyano no lo hizo.

El camionero Hugo Moyano es sospechado de haber estado detrás de los incidentes en el edificio de la UTA
El camionero Hugo Moyano es sospechado de haber estado detrás de los incidentes en el edificio de la UTA

Consultado por Infobae, un vocero autorizado de Moyano negó de manera terminante haber estado detrás detrás de la toma y de los incidentes en la sede de la UTA, pero reconoce que la mayoría de los delegados de las líneas de la empresa DOTA que protagonizaron las escenas de vandalismo forman parte del frente gremial que encabezan Hugo Moyano y su hijo Pablo.

Se trata de la denominada Corriente Bocha Palacios, en referencia al histórico secretario general de la UTA, Juan Manuel Palacios –falleció en 2011– y uno de los entonces poderosos aliados al jefe camionero en el viejo armado del Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), fundado por Moyano en 1994, y que también había participado de los plenarios del frente sindical.