José López se negó a declarar en el juicio por la obra pública en el que está acusado junto a Cristina Kirchner

El ex secretario de Obras Públicas, que se convirtió en arrepentido en la causa de los cuadernos, se negó a prestar declaración indagatoria en el juicio oral

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José López (Maxi Luna)
José López (Maxi Luna)

“¿Su nombre es José Francisco?”, le preguntó a López el juez Jorge Gorini, presidente del Tribunal Oral Federal 2, cuando el ex secretario de Obra Públicas durante el kircherismo pasó al estrado para ser indagado en el juicio que se sustancia contra él, la ex presidenta Cristina Kirchner, el ex ministro de Planificación Julio De Vido y el empresario Lázaro Baez, entre otros. López escuchó la pregunta y confirmó su nombre. Pero le aclaró al tribunal que no iba a declarar y que se remitía a lo expuesto años atrás ante el juez Julián Ercolini, cuando ya había sido detenido pero todavía no pensaba en convertirse en “arrepentido”.

La participación de López se hizo esperar. Es que antes que él declaró Nelson Periotti, ex director de Vialidad Nacional, quien ya dijo que “no existió asociación ilícita alguna” y habló durante tres audiencias para desmentir las acusaciones por la obra pública concedida a Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz.

Periotti cerró su declaración en la jornada de hoy y el fiscal Diego Luciani se quejó porque en su exposición el ex funcionario leyó detalles de una pericia a la que ya habían tenido acceso las partes, sin aportar nuevos elementos para su defensa.

Sin embargo, la espera por la declaración de López fue en vano. Su llegada al estrado fue brevísima. Duró menos de un minuto. Le preguntaron por su nombre y el resto de los datos personales que ya estaban incorporados al expediente. Cuando le consultaron si iba a declarar, el acusado dijo que no. Pidió, no obstante, que se incorporara lo que había declarado ante Ercolini durante la instrucción. Cuando le informaron que entonces se iba a leer aquella exposición, la defensa hizo un planteo que el resto de las partes acompañó para que se diera directamente por incorporado sin que se reprodujese.

En aquella exposición de fines de 2016, cuando López ya había sido detenido por los bolsos en el convento, el ex funcionario se desvinculó de los procesos licitatorios de la obra pública vial que están cuestionados por diversas irregularidades en el expediente. Dijo que ese tema pasaba por la Subsecretaría de Obras Públicas y Dirección Nacional de Vialidad (DNV), que no era él quien establecía los precios de las obras e hizo un listado de las principales empresas adjudicatarias de obra pública en los últimos tiempos para que sus dueños sean citados.

Ahora el juicio continuará con la declaración de Raúl Daruich, quien avisó a través de su defensa que quería defenderse. Le siguen en la lista Carlos Santiago Kirchner, Raúl Gilberto Pavesi, Julio De Vido, Abel Fatala, Lázaro Baéz, Mauricio Collareda, Juan Carlos Villafañe y José Santibáñez. La última será Cristina Kirchner.

López se encuentra apartado del resto de los ex funcionarios y empresarios acusados. Es que su decisión de convertirse en “imputado-colaborador” en la causa de los cuadernos y pedir ingresar al programa de Protección de Testigos del Ministerio de Justicia lo colocó en un lugar especial. En el recinto donde se lleva adelante el juicio oral que comenzó en mayo pasado no se sienta junto a los acusados, sino detrás de la fiscalía y las querellas.

López fue condenado por enriquecimiento ilícito a la pena de seis años de prisión. El TOF 1 que llevó adelante ese debate entendió que los casi 9 millones de dólares que llevó al convento en junio de 2016 eran suyos. El ex funcionario, en cambio, sostuvo el año pasado, al convertirse en arrepentido, que era plata que le había entregado un ex secretario de Cristina Kirchner. El TOF que lo condenó afirmó que López dijo esa versión "aprovechando un contexto político que le permitía, para el momento de su declaración, acomodar su situación procesal y, eventualmente, poner en duda el origen del dinero”.