Horacio Rodríguez Larreta volvió a cruzar a la provincia de Buenos Aires para apuntalar a Vidal

Cuando empezó a planificar la campaña, Horacio Rodríguez Larreta reservó un par de horas semanales para cruzar a la provincia de Buenos Aires y apuntalar a la figura de María Eugenia Vidal y algunos de los candidatos municipales de Juntos por el Cambio.

El jefe de Gobierno porteño, que se encamina hacia una casi segura reelección, conserva en la Ciudad elevados índices de popularidad y altos niveles de aceptación que, según sus equipos, trascienden los límites porteños.

Este jueves, el funcionario volvió a pisar suelo bonaerense. La semana pasada había sido el turno de San Martín, a una cuadra de la avenida General Paz: junto al ministro candidato Santiago López Medrano, fue recibido con una lluvia de insultos, como contó este medio el fin de semana.

Esta vez, Rodríguez Larreta caminó por Morón con el intendente Ramiro Tagliaferro, que busca la reelección. Recorrieron obras y hablaron con vecinos en la localidad de Haedo. Ya había hecho lo propio con Lucas Delfino, en Hurlingham. Y se había mostrado con la gobernadora en Tres de Febrero, el distrito que gobierna Diego Valenzuela.

Es que la de la provincia de Buenos Aires es la elección más urgente que enfrenta el oficialismo. La principal incógnita del país. El distrito en el que la fórmula K espera hacer diferencia. Y en el que Juntos por el Cambio apunta a recortar la distancia.

Según todos los sondeos, Mauricio Macri arrastra para abajo. La popularidad de la gobernadora, por ahora, no es suficiente para acortar la brecha de cara a las primarias del 11 de agosto.

En la ciudad de Buenos Aires, el escenario es diametralmente opuesto.

El jefe de Gobierno lidera todas las encuestas por una amplia mayoría frente a Matías Lammens, el candidato del Frente de Todos que fue ungido por Alberto Fernández y que enfrenta su primera incursión política después de presidir el club San Lorenzo por dos períodos de la mano del empresario y conductor Marcelo Tinelli.

En los últimos días, el propio Rodríguez Larreta y su entorno empezaron a bajarle el tono a la posibilidad de lograr la reelección en primera vuelta, en octubre: en la Ciudad hace falta obtener el 50% de los votos.

Antes de Morón, el alcalde se reunió con vecinos del barrio porteño de Liniers junto a Martín Lousteau, Diego Santilli, Guadalupe Tagliaferri y Maximiliano Ferraro. Y por la tarde tenía previsto hacer un evento similar, con menos participación partidaria, en Palermo. Las tradicionales reuniones vecinales: hace al menos media docena por semana.

Los sondeos internos que archivan a diario en la sede del gobierno porteño de la calle Uspallata ubican al jefe de la Ciudad en torno a los 45 puntos. Como en provincia de Buenos Aires, la imagen de Macri no ayuda. Todavía queda más de una semana para apuntalar estrategias. Y más de dos meses para octubre, el decisivo test electoral.

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