El Gobierno demora la salida de su representante en el Consejo de la Magistratura y ya hay pujas por la sucesión

El pliego de Juan Bautista Mahiques para la Fiscalía General porteña se votaría el mes próximo pero podría seguir en el organismo incluso hasta fin de año.

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Mauricio Macri junto a Germán Garavano y Horacio Rodríguez Larreta (Foto: Adrián Escandar)
Mauricio Macri junto a Germán Garavano y Horacio Rodríguez Larreta (Foto: Adrián Escandar)

El Gobierno todavía no quiere desprenderse de su representante en el Consejo de la Magistratura.

Hasta ahora, Juan Bautista Mahiques, subsecretario de Asuntos Penitenciarios y de Relaciones con el Poder Judicial, iba a dejar ese sillón en agosto próximo. Así lo habían conversado Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta luego de pactar que el funcionario se haría cargo de la Fiscalía General de la ciudad de Buenos Aires, que hoy ocupa Luis Cevasco.

Pero la incertidumbre electoral y la sensibilidad de algunos concursos en el organismo encargado de la selección y la remoción de los jueces federales parecen haber cambiado los planes.

Altas fuentes del Gobierno vinculadas a la mesa judicial que asesora a Macri aseguraron que Mahiques se quedaría algunos meses más como representante de la Casa Rosada en el organismo. Incluso no descartan que sea hasta diciembre.

Es que el Presidente está conforme con el trabajo de Mahiques, un funcionario que ganó terreno en las mesa judicial del oficialismo, que creció bajo el padrinazgo de Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors y gestor en la Justicia, y que, según cuentan en su entorno, hasta llegó a independizarse del dirigente boquense.

Según fuentes del PRO porteño, el pliego del funcionario está encaminado a aprobarse el próximo mes en la Legislatura, donde el macrismo tiene abrumadora mayoría. La aprobación de Mahiques contará de hecho con el aval de la Coalición Cívica, más allá de las versiones que circularon hasta no hace tanto que daban cuenta de que Elisa Carrió le había bajado el pulgar. Hubo un emisario, incluso, que habría sido recibido por la diputada para asegurarse que su espacio no impugnara el pliego.

A Carrió el apellido Mahiques nunca le causo demasiada gracia porque siempre lo asoció al apellido Angelici, uno de sus principales rivales internos. A la líder de la CC, sin embargo, el disgusto mayor se lo dio Carlos Mahiques, uno de los jueces de Casación que en octubre del año pasado votó por la absolución de Carlos Menem en la causa armas.

La diputada empezó a cargar con más dureza desde ese momento contra la figura de Germán Garavano: presentó un proyecto de juicio político contra el ministro en el Congreso. E intentó montar un operativo, que al final fue desbaratado, para correr a Mahiques del Consejo de la Magistratura.

El último trimestre del 2018 fue traumático para el Gobierno. A mediados de noviembre, la oposición se aglutinó en pleno y le quitó al oficialismo uno de los sillones en el organismo.

Juan Bautista Mahiques (Julieta Ferrario)
Juan Bautista Mahiques (Julieta Ferrario)

Rodríguez Larreta -que en las últimas semanas volvió a tomar un papel preponderante en la mesa chica de decisiones de Macri, atravesada por la crisis política y económica- prevé aprobar en la Legislatura la designación de Mahiques en el mismo paquete que las de Santiago Otamendi y Marcela Vivian de Langhe, propuestos para el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

El caso de De Langhe luce bastante más complicado que el de Otamendi, secretario de Justicia de Garavano. La candidata es jueza de la Cámara de Apelaciones del fuero Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad y directora del Instituto Superior de la Seguridad Pública, la escuela de formación de los policías locales. Al mismo tiempo.

Una supuesta incompatabilidad que en estos días es analizada por los equipos legales de los distintos actores porteños. La Coalición Cívica, de hecho, le puso la lupa al tema.

Con la mudanza de Mahiques del Consejo de la Magistratura a la Fiscalía porteña, más allá de que se demore, ya se abrió la temporada de trascendidos en torno a los posibles reemplazos.

En el entorno del consejero explicaron que ya le transmitió a Garavano y al propio Macri que su candidato es Pablo Esteban Garcilazo, un dirigente de su riñón que estuvo empleado por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad, que cobró un sueldo del Consejo de la Magistratura porteño y que es su asesor en el organismo nacional.

De bajo perfil, es de su extrema confianza y comparten similares características: no le molesta, dicen, meter los pies en el barro. Una condición fundamental en la relación con la Justicia y el trato frecuente con los jueces.

Pero hay un sector de la mesa judicial, que frecuenta a Macri desde las épocas juveniles, que propuso otro nombre: el de Ricardo Martín Casares, coordinal general del Ministerio de Justicia.

Todavía son trascendidos, pero la figura de Casares -también la de Garcilazo, especialmente del ala de la Coalición Cívica- ya cosechó detractores. "No le da el traje, no conoce los tribunales", lo chicanearon de entrada desde otro sector del Gobierno.

De todos modos, si Mahiques se queda hasta diciembre, la interna por la sucesión se estirará. Dependerá, en ese sentido, de si Macri es o no reelecto: tal vez ni siquiera tenga que buscar un reemplazo.

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