Exportación nuclear argentina, ¿hay razones para inquietarse?

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El embajador y experto nuclear Rafael Mariano Grossi

El embajador y experto nuclear Rafael Mariano Grossi, representante argentino ante el Organismo Internacional de Energía Atómica y ex Director General Adjunto de esa organización, responde sobre la exportación de un reactor por parte de INVAP a Arabia Saudita.

– Esta exportación, ¿es una sorpresa?

En absoluto. INVAP es desde hace mucho tiempo un proveedor nuclear exitoso y presente en todos los continentes. Perú, Argelia, Egipto, Australia, Países Bajo y, ahora Arabia Saudita, son la prueba de eso.

– ¿Qué clase de reactor es este?

Se trata de un reactor de investigación de baja potencia, entre 30 y 100 kilovatios. Muy útil para el entrenamiento y la capacitación del personal saudita. Pero no es un reactor que permita ensayos de materiales o la producción de radioisotopos medicinales.

Una de las partes del reactor

– Sin embargo ha habido mucho interés en la prensa internacional. Se dice que Arabia Saudita carece de los controles necesarios…

Creo que esto se debe a consideraciones y especulaciones de tipo político más que técnico. En el plano técnico y normativo hay que empezar por decir que la Argentina o INVAP no exporta material o equipos nucleares si estos no están bajo las salvaguardias (inspecciones) del OIEA. La no proliferación es una política de Estado para nosotros.

Por otra parte Arabia Saudita ha suscripto con el OIEA un acuerdo de salvaguardias en 2005, que entro en vigor en 2009 y que contiene un Protocolo de Pequeñas Cantidades que es la manera en que el OIEA monitorea países que tienen muy poco material o actividad nuclear.

Esto cambiará ahora porque antes que se introduzcan los elementos combustibles en el reactor este modelo de acuerdo mínimo deberá pasar a ser un Acuerdo de Salvaguardias Comprensivas. Esto está previsto en los acuerdos ya firmados.

El avance del proyecto de INVAP en abril de 2019

– ¿Hay menos confianza entonces?

No se trata de eso. Arabia Saudita pasará a tener una instalación funcionando, con más material nuclear, en este caso uranio de bajo enriquecimiento, y el OIEA, tal como lo hace en todo el mundo, deberá controlar a través de sus inspecciones que no se desvíe ese material para otros usos.

– Arabia Saudita ha dicho que si Irán desarrolla un arma nuclear ellos harán lo mismo. ¿Cómo se entiende esta exportación en ese contexto?

Reitero, estamos hablando de una pequeña instalación de investigación. Vincularla con hipotéticos desarrollos bélicos carece de fundamento. Todo lo que exportamos esta bajo salvaguardias. Y, además, no estamos solos. Francia, Rusia, Estados Unidos, China, Corea del Sur, curiosamente todos proveedores nucleares establecidos están presentes en Arabia Saudita, activamente procurando vender sus productos para usos pacíficos de la energía nuclear, en un mercado en expansión como el saudita. Los sauditas desean incorporar la fuente nuclear a su mix energético a fin de reducir el consumo interno de hidrocarburos para dedicar los excedentes a la exportación.

-¿Tenemos entonces posibilidades de exportar más a Arabia Saudita?

Sin dudas. Pero eso requiere de mucho esfuerzo y coherencia . Allí, como en muchos otros países hay gran interés en las centrales nucleares modulares medianas o pequeñas como nuestro CAREM. INVAP, CNEA, Cancillería y la Subsecretaria de Energía Nuclear trabajamos en equipo para seguir ampliando nuestros mercados nucleares.

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