Cómo funciona el nuevo sistema de control a patrulleros policiales que instaló el Gobierno

El mecanismo de cámaras de seguridad ya funciona en 140 móviles para un control interno y externo; se destrabó una polémica con una empresa de Israel

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Algunos les llaman irónicamente "las camaritas de la verdad", otros prefieren hablar de un mayor control de la operatividad policial. Pero más allá de los eufemismos lo cierto es que desde enero pasado el Ministerio de Seguridad puso en funcionamiento la totalidad de un innovador sistema de seguimiento de cámaras en más de 140 patrulleros de la Policía Federal, la Gendaremería y Prefectura para controlar el accionar de las fuerzas.

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich está exultante con este sistema que puede seguir desde su teléfono móvil en cualquier momento del día y que también está habilitado para los jefes de las fuerzas de seguridad que quieran ver al instante desde el Centro de Monitoreo cada uno de los movimientos que hace un patrullero. Incluso la ministra puede chatear con los policías que está mirando a través de las cámaras.

El nuevo sistema puede detectar no sólo en qué zona está localizado el patrullero sino también qué tipo de operativo se encuentra realizando y el comportamiento que tienen adentro del móvil los efectivos policiales. De allí la idea, entre irónica y real, de que se trata de las "camaritas de la verdad", como le dicen algunos funcionarios en el Ministerio de Seguridad.

Se acaban de instalar 146 dispositivos en diferentes patrulleros de todo el país, pero la intención del Gobierno es ampliar este sistema de monitoreo a distancia para mejorar el funcionamiento de las fuerzas de seguridad.

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"Se trata de un modelo muy innovador donde el equipamiento de última generación como son estas cámaras van a modificar la rutina operativa en el terreno de todas las fuerzas", explicó a Infobae el secretario de Coordinación del Ministerio de Seguridad, Alberto Forigh.

El sistema tiene al menos tres cámaras instaladas en los patrulleros que determinan la geolocalización, verifican el vehículo por dentro y permiten detectar las patentes o los operativos que están en marcha al instante.

Además, los patrulleros almacenan las filmaciones en discos rígidos que se encuentran adentro de los autos con una capacidad de entre 320 y 500 GB. Los datos se graban por un tiempo estimado de un mes y así se puede hacer un rastreo de los operativos.

"La idea no es hacer un control de los efectivos policiales para estigmatizarlos como hacía el gobierno anterior con la policía, sino darles un apoyo operativo en tiempo real", comentó a Infobae un funcionario cercano a la ministra Bullrich.

Un contrato polémico

En rigor, esa idea de "estigmatización" de la policía que se mencionó respecto del gobierno anterior tiene que ver con que el proyecto de instalación de cámaras de seguridad en vehículos policiales empezó en la etapa de la entonces ministra de Seguridad Nilda Garré bajo el pretexto de determinar qué hacían los efectivos con la gente en sus horas de trabajo y en los operativos para marcarles los errores.

Así, la ex ministra del kirchnerismo estableció un contrato en su momento con la empresa israelí MER Systems y empezó una incipiente prueba del sistema. Para ello se instrumentó un acuerdo Estado-Estado que incluía la participación del Ministerio de Defensa de Israel.

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Se trató de un gran acuerdo entre gobiernos que contemplaba unos 41 millones de dólares y que se extendía a otros sistemas de monitoreo. Garré intentó hacer un ensayo de este sistema, pero posteriormente con la gestión del secretario de Seguridad Sergio Berni el pacto se cayó por completo. De hecho, cuando llegó la gestión macrista se encontró con un contrato incumplido, dinero que no podía recuperar y cámaras arrumbadas en diferentes galpones de la policía.

Todo esto generó una dura disputa entre el Ministerio de Seguridad de Bullrich, Israel y la empresa Mers Systems, que finalmente aceptó destrabar el conflicto, avaló unos 4 millones de dólares como remanente a favor para la Argentina y decidió restablecer el acuerdo.

Estas irregularidades de la gestión kirchnerista fueron elevadas en una causa penal por parte de Bullrich, se hizo una detallada auditoría interna y en adelante el Ministerio de Seguridad confía en avanzar con este novedoso sistema de controles.

Durante el operativo de seguridad para la cumbre de G20 se hizo una suerte de prueba piloto en algunos patrulleros de la Policía Federal y de la Gendarmería. En enero pasado se instalaron todas las cámaras que había por contrato y en adelante la idea es extender este esquema novedoso.