Daniel Scioli quiere la revancha con Mauricio Macri en la presidencial del 2019

El diputado comenzó a caminar el país para moldear su candidatura. Se promueve como prenda de unidad del peronismo y exhibe un discurso con eje en la economía

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Scioli y Macri, en el debate previo al balotaje de 2015 (foto de archivo)
Scioli y Macri, en el debate previo al balotaje de 2015 (foto de archivo)

En los años 90 Lita de Lázzari se hizo popular recomendando a la gente que camine para buscar precios. "Caminen, caminen, nunca dejen de caminar", era el lema de quien fuera presidente honoraria de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de la República Argentina.

Casi treinta años después, Daniel Scioli decidió aferrarse a la "doctrina De Lázzari", aunque su vocación por caminar y caminar el país no es para encontrar el mejor precio sino para convertirse él mismo en la mejor oferta electoral.

El diputado quiere convencer a propios y extraños de que si en el balotaje del 2015 quedó a tan solo dos puntos y medio detrás de Mauricio Macri, en el 2019, con la caída de popularidad del presidente y la crisis económica, no le sería difícil devolverle el control de la Casa Rosada al peronismo.

Su travesía comenzó hace meses con una agenda inicialmente bonaerense —que incluyó los distritos de San Miguel, Cañuelas, Avellaneda y Moreno — y que lenta y sistemáticamente se extendió a otras provincias.

De todas ellas no pasó inadvertida su visita a Tucumán, donde se tomó una foto con Sergio Massa en el marco de las celebraciones del Día de la Lealtad, ni tampoco a Córdoba, donde el gobernador Juan Schiaretti le tendió la alfombra roja del PJ federal.

Scioli ya prometió nuevas recorridas por esos pagos mediterráneos, aunque antes tiene previsto aterrizar en Tierra del Fuego, Entre Ríos y la Costa Atlántica para seguir moldeando su candidatura presidencial.

Aunque la quiera enmascarar, su campaña se puso en marcha y a esta altura es indisimulable. Como parte de ella, en enero promocionará en Rosario un libro de conversaciones sobre política y deporte con el escritor y periodista Rubén Tizziani.

Scioli comenzó a caminar el país para convertirse él mismo en la mejor oferta electoral
Scioli comenzó a caminar el país para convertirse él mismo en la mejor oferta electoral

En su entorno, el ex mandatario es etiquetado como un hombre de diálogo capaz de lograr amplios consensos, una manera de posicionarlo como prenda de unidad para las elecciones del próximo año.

"Habla con los gobernadores porque lo siguen sintiendo un par; habla con los intendentes bonaerenses, porque los conoce de sus ocho años de gestión; habla con los legisladores, ya que hoy trabaja en el Congreso; habla con los sindicatos, por una relación histórica; y habla con el peronismo, por su rol institucional como vicepresidente del PJ", lo ensalzan sus adláteres.

¿Como ex candidato a presidente también habla con Macri? La versión de una reunión furtiva celebrada hace un mes la echó al ruedo el ex funcionario y escritor Jorge Asís en Animales Sueltos. "Reencuentro de dos amigos que compitieron: el Ángel exterminador y Daniel Scioli, líder de la línea Aire y Sol. Más de una hora, jueves de mañana. Residencia de Olivos. ¿Por qué la reserva?", plasmó en letras, en su cuenta de Twitter, lo que había dicho por América TV.

El pragmático legislador nunca se refirió a esa información ni tampoco al equipo que comenzó a armar para su proyecto "Daniel 2019". Se estima que estarán sus habituales escuderos y alguna que otra incorporación sorpresiva, como por ejemplo el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez.

Convencido de haber dejado atrás su peor momento, a pesar de la vigencia de causas judiciales que lo involucran, Scioli ahora busca reivindicarse con lo que considera su mejor spot proselitista: el debate con Macri de tres años atrás.

En ese cara a cara, que mantuvo antes del balotaje, aseguró que el líder de Cambiemos iba a aplicar una política de ajuste en base a las recetas del Fondo Monetario Internacional, quitando subsidios y aumentando tarifas. Algo que finalmente ocurrió.

"Soy el ganador retroactivo de ese debate", dice ahora, sacando chapa de profeta, para reiterar, como lo hizo entonces, que "hay otro camino". Precisamente ese es el lema estampado en el cotillón 2019 —gorras, banderas, remeras— que se comenzó a repartir entre los militantes.

Pero para no quedarse en la crítica, el diputado de Unidad Ciudadana presentó el último fin de semana, en el plenario del sindicato de mecánicos (Smata) que comanda Ricardo Pignanelli, lo que dio en llamar "Diez puntos para el desarrollo".

La propuesta contempla una reforma tributaria, la desdolarización de las tarifas de los servicios públicos, la rebaja de impuestos para la producción, la quita gradual del impuesto a las ganancias, y un plan de tierra y viviendas, entre otros tópicos.

Scioli hizo conocer su programa en un auditorio que compartió con Felipe Solá, completando el álbum de fotos con aspirantes presidenciales. Incluso hace días tuvo su instantánea con Juan Manuel Urtubey.

La empresa del diputado y ex motonauta parece encontrar un límite en Cristina Kirchner. Si la ex presidenta decide buscar su tercer mandato, difícilmente él persista con su sueño de reincidir contra Macri.

Scioli junto a CFK en el Instituto Patria (foto de archivo)
Scioli junto a CFK en el Instituto Patria (foto de archivo)

En cambio, si la líder del espacio da a un paso al costado, Scioli profundizará su prédica a favor de una gran interna en el peronismo, un partido atomizado y sin conducción, en donde nadie logra sacarse ventaja.

De eso dice que habla con Máximo Kirchner. Pero el mandamás de La Cámpora no le dio una pista de lo que hará Cristina. Ni siquiera si el dedo de la senadora lo bendecirá para competir en su nombre con los postulantes de las otras vertientes del PJ o si para esa misión se inclinará por Agustín Rossi, Axel Kicillof, Rodríguez Saá o Jorge Capitanich.

En el Instituto Patria nadie mandó a medir a Scioli y sí a Cristina, todo un dato para entender qué habas se cuecen por estas horas. En privado se devalúan mutuamente. Él dice que ella tiene un techo. Ella dice que él ya tuvo su oportunidad. En público se cuidan con aires de indiferencia: nunca saben cuándo se volverán a necesitar.

Ante ese cuadro de situación, los soldados sciolistas se solazan fácil. "Daniel no aparece en las encuestas porque recién ahora estamos mostrándonos. Ya lo van a medir. Tenemos fe y esperanza", arengan impregnados del mismo optimismo que su inoxidable capitán.

El tiempo dirá. Por ahora, en la agenda de Scioli la prioridad es caminar, caminar y caminar. Como proponía Lita.