Oscar Aguad postergó la difusión del informe de la junta de submarinistas por la desaparición del ARA San Juan

Se pospuso hasta que lleguen las 67 mil imágenes que sacó el vehículo submarino de Ocean Infinity

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Si bien estaba previsto para este miércoles que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, recibiera el informe final de la junta de submarinistas que investiga las razones técnicas del naufragio del ARA San Juan, la misma se postergó hasta tanto lleguen a Buenos Aires las 67.000 imágenes que el ROV (vehículo submarino) del Ocean Infinity ha tomado y que remitirá a las autoridades locales junto con un pormenorizado informe técnico.

El material llegará resguardado bajo "valija diplomática" de la mano de los tres oficiales navales que se encuentran aún a bordo del buque noruego que llegará a Ciudad del Cabo en los próximos días.

Otras medidas en curso

El Poder Ejecutivo, al disponer tres días de luto en homenaje a los 44 tripulantes de la unidad militar, mandó un inequívoco mensaje: "Oficialmente están fallecidos". Esta circunstancia deberá ser ratificada por la justicia, que deberá cambiar el status jurídico de los marinos de "desaparecidos" a "desaparecidos con presunción de fallecimiento" o directamente a la condición de "fallecidos".

Si bien esta medida habilita a Mauricio Macri en su carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas a disponer el ascenso post mortem de todos los involucrados al grado inmediato superior, implica que los familiares con derecho a percibir los haberes de los difuntos pasen a cobrar una pensión militar en lugar del salario de un militar activo (como están percibiendo hasta el presente).

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Este cambio de status salarial implica que a pesar del ascenso post mortem, lo que percibirán las familias será un importe sustancialmente menor a lo que perciben hoy. Para evitar este grave perjuicio, el Gobierno se apresta a impulsar un proyecto de ley compensatorio para que los familiares no vean mermados sus ingresos.

Asimismo, según pudo conocer Infobae, se está considerando que para aquellos tripulantes que no hubieran tenido pareja y/o descendencia al momento de la tragedia, el beneficio correspondiente podría ser percibido por los padres.

Aún antes de conocerse el destino final del San Juan, el Ejecutivo dispuso el otorgamiento de becas de estudio para los hijos de la dotación del submarino y también algunas consideraciones para el uso de las viviendas oficiales que la Armada otorga al personal que se ve obligado a alejarse de su lugar de residencia habitual.

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Los diputados nacionales Gastón Roma y Carlos Fernández impulsan una ley para emplazar un monumento en la ciudad de Mar del Plata, mientras que a nivel municipal se plantea imponer los nombres de los tripulantes a 44 calles de la ciudad costera.

Hasta el momento, son numerosas las familias que siguen viviendo tanto en el hotel Ushuaia, propiedad de la obra social naval en Mar del Plata, como en la base naval de la misma ciudad. La Armada no ha puesto restricciones a estas estadías, pero se estima que estando ya concluida la búsqueda, paulatinamente las mismas irán retornando a sus hogares.

La recuperación del ARA San Juan

Si bien durante el año en que se buscó el submarino muchos especialistas en temática naval tuvieron severos contrapuntos en relación con las posibles causas del siniestro, por estas horas ingenieros y peritos navales parecen coincidir en que intentar recuperar la nave presupone una maniobra de altísima complejidad, elevado costo, incierto resultado y – fundamentalmente – mucho tiempo de estudio, preparación y ejecución (dos años como mínimo).

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Dado que hasta el presente quienes abogan por la recuperación de la nave lo hacen invocando la posibilidad de recuperar los cuerpos de los tripulantes para entregarlos a sus familiares, todo parece indicar que ello no sería posible. "El buque ciertamente sufrió una violenta explosión producto del hidrógeno contenido en la atmósfera, esa explosión fue de una magnitud tal que dejó a al personal imposibilitado de cualquier reacción, la nave sin control se precipitó hacia el fondo del mar. En tales circunstancias la implosión se produjo alrededor de los 700 u 800 metros de profundidad, lo que implica que la vena líquida que ingresó al submarino lo hizo prácticamente a unos 1200 kmts/hora", precisó ante Infobae una fuente de la Armada Argentina.

El detalle técnico aportado no es casual y la posterior analogía con lo que ocurre con los pasajeros de un avión que se precipita a tierra tampoco. Es espeluznante, desgarrador y tremendo, pero no hay posibilidades de satisfacer las expectativas de las familias en este sentido.

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Muchas familias, entre las que se destaca el propio padre del Segundo Comandante del San Juan, capitán de navío Jorge Bergallo, son de la idea de no perturbar la "tumba marina" y también indican que la complejidad de la operación de rescate es inimaginable. "No hay posibilidad física de recuperar los cuerpos", dijo a bordo del Seabed Constructor Luis Tagliapetra, padre de uno de los tripulantes del San Juan y veedor a bordo del buque noruego que halló la nave.

Nuevos aires para la causa judicial

Durante toda la jornada del jueves, la jueza federal Marta Yañez estará en Buenos Aires para efectuar distintas diligencias procesales. La magistrada, cultora de un férreo bajo perfil, debió responder ante varios medios periodísticos cómo seguiría la causa. En este sentido, indicó que no tiene previsto pedir que se recupere la nave. "Tengo una enorme cantidad de pruebas y ahora voy por las pericias", indicó.

Hasta ahora, el prolijo accionar de la mujer que tiene en sus manos el descubrimiento de la verdad sobre la tragedia ha cosechado elogios tanto del oficialismo como de los más duros opositores al Gobierno. "Es una magistrada que procede con toda corrección", afirmó Nilda Garré en la última reunión de la bicameral que investiga la tragedia marina.