"Nosotros no nos vamos a ir nunca", le había dicho Julio De Vido a uno de los empresarios

El ex ministro de Planificación, en representación del gobierno, se quiso asociar a Pescarmona en IMPSA. Cómo fue el encuentro y la negociación

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Julio De Vido en la Cámara de Diputados el día que se debatió su expulsión (DyN)
Julio De Vido en la Cámara de Diputados el día que se debatió su expulsión (DyN)

A comienzos de 2006, el todopoderoso ministro de Planificación del gobierno kirchnerista, Julio De Vido, se comunicó telefónicamente con el ingeniero Enrique Pescarmona para decirle que quería reunirse con él. El titular de IMPSA accedió al pedido del entonces funcionario y lo invitó a comer.

Del encuentro participó -según el relato del empresario mendocino- el ingenierio Francisco Valenti, director de IMPSA, y Lucas, uno de los hijos de Pescarmona. Los primeros veinte minutos de la reunión transcurrieron con normalidad. "Fue todo muy bien", declaró el empresario y agregó que De Vido le dijo 'vos necesitas un socio' a lo que le respondió: "No necesitamos un socio".

Lucas Pescarmona -el hijo del dueño de la compañía- le dijo al ministro: "Disculpe, pero creo que no necesitamos un socio porque íbamos a desarrollar esta idea que era nuestra, sabíamos cómo hacerlo, para qué queremos otro socio". Según el testimonio del CEO de IMPSA, la intención del entonces ministro de Planificación no era asociarse en el proyecto de la represa hidroeléctrica Aña Cua, que era sobre lo que estaban hablando en la reunión, sino directamente convertirse en socio de la empresa.

Enrique Pescarmona, nieto del fundador y por 53 años CEO de IMPSA
Enrique Pescarmona, nieto del fundador y por 53 años CEO de IMPSA

Los dichos de Pescarmona fueron ratificados por Valenti en su declaración: "Ese interés de poner un socio era justamente lograr, a través de una empresa nacional y de trayectoria internacional y con una gran plataforma tecnológica, poder obtener réditos económicos a través de licitaciones fingidas", declaró.

Pescarmona relató cómo terminó aquella reunión en la que De Vido le manifestó el interés del gobierno en quedarse con su empresa. "Recuerdo que mi hijo le dijo también 'mire, ministro, si nosotros nos asociamos con usted vamos a ir presos'". Cuando Lucas Pescarmona le dijo eso, Julio De Vido le respondió "nene, nosotros no nos vamos a ir nunca de acá, vos no entendés nada, nene". El ex ministro se levantó y mientras se iba insultando al hijo de Enrique Pescarmona, en un ataque de bronca, le gritó "¡pendejo de mierda!".

Al mes, De Vido volvió a reunirse con el empresario mendocino y al llegar al encuentro, directamente lo intimó: "Vengo con un mensaje de la corona, o te asociás o te asociás". La negativa a entregar la empresa devino en una serie de presiones que llegaron incluso hasta la intervención del gobierno kirchnerista para que no le pagaran obras hechas en Venezuela.

En su declaración, Enrique Pescarmona admitió la responsabilidad en los pagos de sobornos realizados por el ejecutivo de la compañía Francisco Valenti. En ese sentido remarcó "…No queríamos darle un mango a estos tipos porque eran unos hijos de puta. Pero tuvimos que acceder…".