Mauricio Macri no hará referencias a la multitudinaria marcha frente al Congreso

Un vocero explicó que el Gobierno no quiere aparecer presionando a otro poder del Estado

Compartir
Compartir articulo
infobae

El Gobierno no se sorprendió por la multitudinaria manifestación que ayer se realizó frente al Congreso. Hasta se diría que la esperaba, a juzgar por la gran cantidad de fuerzas de seguridad que cortaron el tránsito en la Avenida de Mayo a la altura de la Avenida 9 de julio, la avenida Callao a la altura de la avenida Corrientes y la avenida Entre Ríos a la altura de la avenida Belgrano. Prepararon el escenario para que sus votantes se expresaran, sin micros ni incentivos de ningún tipo, salvo la necesidad de que haya justicia en la Argentina.

Sin embargo, decidieron no comentarla. Ni Mauricio Macri salió a hablar del tema en ninguna de las formas en las que suele transmitir sus opiniones, tampoco el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que viajó a Chile, el vocero habitual de la Casa Rosada. Le dejaron el posicionamiento a Gabriela Michetti, vicepresidenta y presidenta natural del Senado, que ayer mismo dijo que "la sesión de mañana (por hoy) es una nueva oportunidad para dejar atrás la impunidad de la corrupción en la Argentina".

infobae

La decisión de una respuesta absolutamente institucional, despolitizada, está en la línea con evitar cualquier tipo de presión sobre otro poder, en este caso el Legislativo. "Nuestro gobierno no presiona ni a los legisladores ni a los jueces, no creemos en ese modelo", explicó un vocero a Infobae.

También dijo: "Nosotros tampoco comentamos movilizaciones, no somos comentaristas ni de un paro de la CGT, tampoco de una marcha, no nos corresponde", insistió.

De hecho, no hubo funcionarios anoche en la Plaza del Congreso, y apenas se vio un puñado de diputados, casi todos vinculados al liderazgo de Lilita Carrió, ya sea como miembros de la Coalición Cívica o cercanos a su conducción. Los diputados radicales, o los referenciados en Marcos Peña, Emilio Monzó, María Eugenia Vidal u Horacio Rodríguez Larreta, si estuvieron, no se dejaron ver. Tampoco senadores, por supuesto, que se auto convencieron de que su función es legislar y no participar de movilizaciones.

La posición del Gobierno en relación a las marchas siempre fue difícil. A Macri nunca le gustaron y no asistió a ninguna, salvo la que se hizo al mes del asesinato del fiscal Alberto Nisman, donde apareció junto a Juliana Awada debajo de un paraguas. El PRO descree de las movilizaciones como herramienta de acción política, quizás evitando competir con el peronismo, quizás temiendo ser vista como la Unión Democrática, esa coalición que realizó movilizaciones fenomenales antes del 17 de octubre de 1945 y aún después, cuando creía que ganaba las elecciones de 1946.

 
(Nicolás Stulberg)
(Nicolás Stulberg)

Sin embargo, reconoce que en la Argentina aún los que comparten la agenda necesitan expresarlo en movilizaciones populares. Y las deja venir, aunque siempre con el temor de que convoquen menos de lo esperado y que -después- se interprete que "fracasó la movilización a favor del Gobierno".

Sobre los temas específicos que se reclamaron en la marcha, el vocero de Casa Rosada destacó que "el Presidente ya expresó en el reportaje que le dio a la CNN en español que esperaba que se aprueba cuanto antes la ley de extinción de dominio y que necesitamos estructuras que nos aseguren que nunca más pase algo como lo que se está revelando". Del desafuero a Cristina Fernández de Kirchner todavía no habló.