Massa, la mesa chica de Cambiemos y las "locuras" de Cristina: las definiciones de Horacio Rodríguez Larreta

El Jefe de Gobierno de la Ciudad habló con Infobae y negó haber almorzado con el líder del Frente Renovador. Además, habló sobre su relación con Macri, el conflicto con los Metrodelegados y la inseguridad.

Compartir
Compartir articulo

Horacio Rodríguez Larreta no deja nunca de recordar que es el Jefe de Gobierno de la Ciudad. En realidad, reivindica con su hacer y decir el cargo de intendente: el hombre que se ocupa de los servicios básicos de una ciudad, del transporte, de la obra pública, del agua y de los parques públicos. Cada vez que el periodista le consulta sobre la "gran" política nacional, Larreta recurre a un ejemplo comunal. Será por eso, y especialmente por haber gestionado la Capital Federal desde hace más de 10 años al frente de la jefatura o como titular del equipo de Mauricio Macri, que concentra una opinión pública muy favorable y, hacia adentro de su partido, es escuchado en la "mesa chica".

"¿Sos mesa chica del gobierno de Cambiemos?", le consulta Infobae. "Tanta mesa, parecemos una mueblería", responde sin dudar el Jefe de Gobierno.
"¿Pero hay mesa chica?", se insiste. "No, hay relaciones de años, de confianza con Mauricio, con María Eugenia, con Marcos, laburamos juntos hace… No quiero hacer la cuenta pero 15, 20 años. Entonces es lógico que se generen ámbitos de charla, de confianza. Ahora vos me preguntas a mí, ¿hay un ámbito institucional que nos reunimos todos los lunes a las 4 de la tarde?No, eso no existe. A veces nos reunimos nosotros, otras veces con otros, el otro día con comimos con Alfredo Cornejo y con (Gerardo) Morales, después tuve reunión con Lilita y todo su equipo de la Coalición. Digo, hay reuniones de distintos grupos y conformaciones, eso sí existe. Y hay una confianza de muchos años y hay un rol institucional, digamos. María Eugenia y yo somos los dos gobernadores de Cambiemos -en mi caso Jefe de Gobierno-, es natural que el presidente tenga una charla con nosotros".

Asi comienza el diálogo con Horacio Rodríguez Larreta. Aquí las  principales  definiciones y la entrevista completa:

-"Una de las principales abanderadas de la locura política es Cristina"
-"Probablemente la inflación sea más alta que la planteada por la meta anterior".
-"La alternativa al FMI era ajuste brutal".
-"Con la cuestión de las tarifas se unificó la oposición".
-"No hubo almuerzo con Sergio Massa".
-"Tengo buena relación con Martín Lousteau".
-"Es un disparate lo de María Eugenia Vidal candidata a presidente".
-"Con el tema metrodelegados, es una decisión evitar que se sigan cometiendo delitos".

infobae

—¿Cuánto de especulación periodística hay en "la relación se tensó entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta? Porque de hecho el Presidente no fue a la inauguración de la Plaza de Mayo.
—No fue porque tuvo un problema de agenda, tenía reunión de gabinete creo. Es más, me llamó después para decirme que había quedado muy linda. Pero estuvo conmigo en la inauguración de la estación H tres días antes.

— La relación es óptima.
— Sí, ninguna tensión.

— Contame, ¿cómo ves lo que pasó esta semana en el Senado?
— Mira, lo del Senado fue una irresponsabilidad. O sea, se votó el Presupuesto, que lo votaron todos, un presupuesto muy discutido porque no tenemos mayoría en el Congreso, con lo cual hubo negociaciones, acuerdos, se votó en diciembre. Cinco meses después votan una ley, digamos, dejando de lado el presupuesto que gastaba 115 o 125 mil millones de pesos sin decir de dónde sale la plata. Eso es negar el rol del Congreso en la formación del presupuesto, es un disparate. Es una irresponsabilidad. Es más, como dijeron muchos, fue un gesto político al presidente, sacar una ley que después el presidente la tiene que vetar porque no dice de dónde salen los fondos. No podés. Si vos decís "hagamos esto", tenés que decir "la plata sale de acá", o bajás un gasto o subís un impuesto, es la única que hay. No dice nada de dónde sacar la plata, eso se llama irresponsabilidad. Muy empujados por Cristina Kirchner, asumo. Pero la verdad que no se entiende cómo gente responsable, porque de muchos de ellos yo tengo buena opinión, votaron una locura.

— ¿Te cierra la expresión del Presidente, "seguir las locuras de Cristina Kirchner"?
— Y mirá, una de las primeras abanderadas de esta locura fue ella. Votar una ley que no decís de dónde sale la plata, eso es una locura. Ella fue una de las primeras abanderadas de esa ley, de las primeras que la promovió. Y además de alguna manera es volver a la política energética kirchnerista que fue una catástrofe. Si vos me preguntás, para mí uno de los peores temas que dejó el kirchnerismo es la política energética. Un país que desde Frondizi para acá era exportador de energía, nos entraban divisas por la venta de energía, se dio vuelta eso, terminamos comprándole, y comprándole entre comillas, a los venezolanos estos barcos, que además están denunciados por corrupción. No existe, después de cincuenta años tuvimos que volver a exportar energía por el mal manejo. Y a eso es a lo que quería volver Cristina.

— En términos de la variación de presupuesto que vos mencionabas, votar esta ley era modificar el presupuesto que se aprobó hace pocos meses, el contraargumento sería "el propio Gobierno modificó el Presupuesto", planteó una pauta del 10% de inflación que luego elevó al 15 y que hoy en expectativas 25. Digamos, ¿por qué el Gobierno puede modificar el presupuesto y no los senadores?
— No, el Gobierno no modificó el Presupuesto. Obviamente, si la inflación es más, tenés más recursos y el Congreso tiene que definir cómo se asignan esos recursos. Pero es una chicana decir que el Gobierno modificó el Presupuesto. Eso no es cierto. La modificación del presupuesto hubiera surgido con esta ley, donde te repito, dice que hay que gastar más de 100 mil millones de pesos pero no ponen de dónde sale la plata. Eso es una irresponsabilidad, no hay otra palabra.

— ¿Qué expectativa de inflación tenés para este año?
— No, no lo sé. Posiblemente sea más alta de lo que se venía planteando en la meta anterior. Pero no sé.

— Vuelvo a lo de la mesa chica y el diálogo con el Presidente. ¿Se superó el momento tan difícil que el propio Presidente definió como una situación grave?
— Mirá, tuvimos una situación de turbulencia en los mercados bastante fuerte. Estados Unidos aumentó la tasa, se chupó todos los dólares, bajaron todas las bolsas en los mercados emergentes. Y obviamente a la Argentina, que es quien más financiamiento necesita por la decisión de ir bajando gradualmente el déficit, le afecta más que a otros. Ante eso la decisión de ir al Fondo hace que podamos conseguir ese financiamiento mucho más barato. Porque la alternativa a eso hubiera sido hacer un ajuste brutal. O sea, cuando algunos economistas hoy cuestionan el por qué no se hizo lo que cuestionan en definitiva, no se animan a decirlo, es no haber hecho un ajuste brutal al principio que hubiera bajado el déficit a 0 el primer día. Eso hubiera significado un ajuste enorme. El Gobierno decidió otro camino. No tengo ninguna duda que el mejor y único camino es ir bajando ese déficit un punto por año. Es un esfuerzo, pero es un punto por año. El año pasado fue 4,2, este año apuntábamos a que sea 3,2, va a ser un poquito menos, el año que viene un poco menos…
Ahora, si vos decidís bajar gradualmente, o sea seguir teniendo un déficit cada vez menor pero déficit al fin, alguien lo tiene que financiar. Lo quería financiar en el mercado, las tasas se fueron muy para arriba, está bueno buscar otra alternativa que no salga tan cara, y eso es el Fondo. Del que en realidad nunca fuimos, la Argentina siempre estuvo afiliada al Fondo todos estos años.

—¿Pifió el Gobierno al menospreciar los acuerdos políticos y llegar a esta situación que derivó en esto?
— Había un diálogo bastante razonable, con bastante buena predisposición con muchos de los gobernadores. Vos pensá que el Gobierno lleva dos años y cuatro meses, nunca tuvo mayoría, ni cerca, en el Congreso y más o menos las leyes que hubo que sacar se sacaron, todas con acuerdos de otros. Con lo cual hubo un diálogo hasta hoy que funcionó. Además está bien que sea así, que no es que el Gobierno todas las leyes que manda tienen que votarlas con los ojos cerrados. Eso es democracia. Y venía funcionando. Creo que ésta es la primera vez donde se vota una ley claramente por motivos políticos, que no tiene nada que ver con las necesidades de la gente. Que además es impagable porque no están diciendo de dónde sale la plata. Creo que es el primer caso. Pero yo tengo expectativa que sea el primero y el último. Ahora va a haber que votar el Presupuesto a fin de año, necesariamente eso requiere un acuerdo, un consenso, un diálogo. Con lo cual yo espero que podamos retomar esa actitud de diálogo que venimos teniendo hasta ahora.

— Usemos el verbo que uno quiera, pero se logró unificar a la oposición, de Bregman a Pichetto, de Massa a Cristina.
— Sí, en este caso se unificó. A mí me cuesta creer. Una cosa es que aprueben, que de ahí haya un trabajo conjunto entre Bregman y Pichetto, Massa y Cristina. Me parece raro, o tienen que echar por tierra lo que vinieron diciendo uno de los otros los últimos 5, 8 años. Con lo cual insisto, espero que haya sido más la excepción que la regla esta ley, que podamos volver a tener un espacio de diálogo razonable con muchos de la oposición. Como veníamos teniendo.

— A propósito de diálogo, ¿hubo o no hubo almuerzo con Sergio Massa?
— No, no hubo almuerzo con Sergio Massa. Coincidimos en el mismo restaurante el mismo día. Si yo quiero almorzar con él no vamos a un lugar tan público, digo si quisiéramos ocultarlo. Yo comí con María Eugenia Vidal en una parrilla que estaba llena de gente ese día, vamos bastante a ese lugar, y cuando salíamos el dueño me dice: "Che, mirá, ahí está Massa, ¿querés saludarlo?" Le dije: "Mirá, mandale un saludo, yo estoy a mil", estaba llegando tarde a un jardín que estaba yendo a visitar ahí cerca. Me enteré que estaba él en el restaurante porque cuando salía el dueño me dijo.

— ¿Hay conversaciones con Sergio Massa?
— A ver, en mi rol de Jefe de Gobierno de la Ciudad, él en la Ciudad no tiene mucha participación ,¿no? Tiene su bloque. Te diría conversamos más con la gente de él en la Ciudad.

— Pero no con él.
— No. Alguna conversación puede haber, y espero que pueda haber más seguido ahora, con él y con todos, mirar para adelante y poder retomar un espacio de diálogo como venía siendo hasta ahora.

— ¿Se saldó la historia de "Ventajita"?
— Sí, esos son comentarios que pasan. Son a veces comentarios en caliente. De un lado y del otro. Pero si vos mirás la realidad de lo que sucedió en el Congreso estos dos años y medio, el Congreso funcionó, el Gobierno logró aprobar muchas de sus iniciativas, se aprobaron otras que venían de la oposición. Se negoció, se acordó. Con lo cual digo, funcionó la democracia. La democracia no es que el Gobierno tiene que sacar todas sus leyes, no, la democracia supone, o un sistema republicano supone división de tareas, división de poderes. Y venía funcionando, venía funcionando.

— La hipótesis plan B, como puso Noticias, de Vidal como opción 2019, ¿es una especulación periodística?
— Es un disparate. ¿Quién lo dijo? La propia Vidal aclaró que no hay ninguna posibilidad de eso.

— 2019 es Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, María Eugenia Vidal en la Provincia y Mauricio Macri en la Nación.
— Falta mucho para eso Luis, falta mucho. Yo dije, no voy a desdecirme, yo hace unos meses dije que sería lo natural. Ahora, de ahí a que uno lance la campaña, tengo mucho laburo, la gestión te demanda muchísimas horas de laburo, yo arranco muy temprano, la Ciudad es muy grande. Fijate que tenemos toda la Ciudad en obra. Y tengo que estar encima viendo cada obra. Llovió mucho el último mes con lo cual se nos demoró alguna un poquito pero se recupera eso.

— Hablemos un poco de la Ciudad, ¿es una decisión sostener la política que hubo en el último conflicto con Metrodelegados en materia de subte?
— Es una decisión evitar los delitos, sí. Hacer lo imposible por evitar los delitos en la Ciudad. Y cortar el subte es un delito. Que no tiene nada que ver con el derecho a la huelga que pueda tener el gremio o no, más allá que es un gremio ilegal, y así lo dijo la Corte hace un mes y medio. Pero esa es una discusión si querés sobre el derecho a huelga. No tiene nada que ver eso con cometer el delito de ir y cortar las vías. Porque ante el paro que ellos habían anunciado, que es ilegal y que estamos siguiendo todos los pasos de denunciar el paro, nosotros habíamos organizado que con el personal jerárquico de la compañía poder hacer funcionar el subte; obviamente que con una frecuencia un poco más baja, pero poder hacer funcionar el subte para que la gente no se quede a pie. Estos tipos fueron y lo cortaron. Eso es un delito y no tiene nada que ver con su reclamo sindical, con su reclamo gremial. Por eso actuó la Policía y se los llevó presos, como corresponde. De la misma manera que con cualquier delito que se esté cometiendo en la Ciudad la Policía tiene la actitud de ir y evitar que siga cometiendo el delito.

— ¿La actitud de los Metrodelegados es una interna gremial con la UTA? ¿Es una discusión política por elevación?
— Es una interna con la UTA, definitivamente, están discutiendo hace años quiénes son los representantes de los empleados del subte. Bueno, que lo discutan ellos. En esa discusión, que la Ciudad no tiene nada que ver porque discuten entre ellos, hubo un fallo de la Corte Suprema donde dice que los Metrodelegados son ilegales. En todo caso que vayan al Ministerio de Trabajo a iniciar el trámite de vuelta. Ante eso, se acordó el convenio colectivo con la UTA. Se firmó también hace un mes y algo. Y además el convenio incluye una cláusula, como todos los otros convenios que firmamos, donde dice que si las condiciones cambian, si hay más inflación que la que estaba prevista, rediscutimos el convenio. Con lo cual está abierta la discusión por el tema de la inflación, no es verdad que esto está cerrado. De hecho esa cláusula ya estaba el año pasado y se ejecutó esa cláusula, fueron unos puntos más arriba de lo que estaba previsto. Con lo cual no es una discusión salarial esto, es una discusión política interna entre dos gremios donde es cierto que en el caso de los delegados también están muy fogoneados por el kirchnerismo muchos de ellos.

— ¿Sigue siendo el opositor más dogmático el kirchnerismo para el macrismo en general?
— Y, el más dogmático posiblemente sí. Pero digo, traducir la discusión política a cosas como estas cosas de los Metrodelegados la verdad que no es la Argentina que yo quiero por lo menos.

— ¿Cuál es tu relación hoy con Martín Lousteau?
— Con Martín tengo buena relación. Llo conozco hace muchos años. No es que lo vea ahora asiduamente. La gestión de la Ciudad me demanda muchísimas horas de laburo, Luis, muchas horas. No es que tengo tiempo para andar charlando con todo el mundo. Muchas horas. Pero con Martin tengo buena relación, lo respeto.

— ¿Te imaginás una interna con él el año que viene?
— Falta para el año que viene, falta. Pero a mí me parece que las internas fortalecen. Yo creo que de las mejores cosas que hicimos en la Ciudad todos estos años es la interna con Michetti. Fue totalmente respetuosa, expusimos ideas, planteamos cosas diferentes. No hubo un agravio, nada. Perfectamente manejada. Una interna que si recordás en ese momento tuvo una visibilidad enorme. Gabriela estuvo súper reconociendo el triunfo, enseguida trabajando conmigo al minuto. Y es al día de hoy que viene a cenar a mi casa con mis hijas, es parte de la familia.

Rodríguez Larreta junto a Macri y Vidal (Télam)
Rodríguez Larreta junto a Macri y Vidal (Télam)

— Hay dos cuestiones que tienen que ver con la Ciudad con el día a día que son trapitos y cortes, de los que hemos hablado. De hecho hoy hubo una discusión en los medios respecto de trapitos. Empecemos por esto, ¿cuál es la instancia de por lo menos terminar con algunos lugares en donde es evidente la presencia de trapitos?
— Bueno, esta zona que se llama Palermo Hollywood, Palermo Soho, de los dos lados de la Juan B. Justo, era por lejos el lugar de más denuncias de agresiones, amedrentamientos, aprietes de trapitos. La verdad que pusimos mucho más control, sobre todo a la noche, los fines de semana, de miércoles a domingos, y bajó muchísimo. Cuando digo bajó muchísimo no es cero, pero bajó muchísimo, con lo cual se puede mejorar. Nosotros hace unos meses lanzamos el mapa del delito en la Ciudad. Donde empezamos a tener información de los delitos que se cometen. Y vimos un patrón bastante marcado de mayores delitos de amedrentamiento, de amenazas a las mujeres. Es muy fuerte cómo se ve la diferencia. En el transporte público, en la calle mismo, de los limpiavidrios, las mujeres se sienten mucho más violentadas por ahí que un hombre. Entonces mandamos un proyecto de ley que incluye varias de estas figuras donde la mujer se siente amenazada. La agresión caminando por la calle, eso no estaba tipificado, lo incluimos en el Código de Convivencia. Y dentro de eso también está el tema de los trapitos, los limpiavidrios, que se incluye en una propuesta que mandamos a la Legislatura como ya habíamos mandado varias veces antes pero con la diferencia que le ponemos una pena superior si el damnificado o la víctima es una mujer.
Tenemos que hacer algo en eso. Hay mucha desigualdad respecto de las mujeres en las situaciones de violencia. Y no solo las cuestiones que tienen que ver con la violencia de género sino en el día a día de la vida cotidiana. 50% de mujeres, una de cada dos se sintió violentada en el transporte público en el último año. Una de cada dos, Luis, es una barbaridad. Estamos viendo medidas, viendo si podemos poner cámaras. No puede ser que las mujeres se sientan incómodas cuando viajan en el transporte público porque hay depravados, degenerados que las tocan. Es increíble, que una de cada dos mujeres se sientan violentadas en el transporte público en la Ciudad. Por eso este paquete de medidas que lanzamos.

— El otro tema es de los cortes. Están las manifestaciones, como la del viernes, y los piquetes, que siguen siendo complicados.
— Está buena esa diferenciación. Una manifestación como la de mañana (N. de E.: por el viernes pasado), como la de Ni Una Menos, cortan las calles en cualquier parte del mundo. El problema es el piquete, que es el corte donde el objetivo es cortar, no manifestarse. Y en eso venimos trabajando. Pusimos como objetivo que no se corte el Metrobús, que es el transporte público donde viaja la mayoría de la gente y se viene cumpliendo eso. Realmente yo entiendo que el que viaja en Metrobús, por más que sean menos los que viajan en auto, te toca ese día a vos el piquete, puteás en todos los idiomas con toda razón y a veces me pasa a mí, yo ando todo el día por la calle. Estamos siempre tratando que si cortan corten dos carriles y no todos. Corrientes y Callao, por ejemplo, que era el epicentro, la Capital del corte en la Ciudad de Buenos Aires, ya hace más de un año que no se cortan todos los carriles. Digo, venimos trabajando en eso. ¿Que hay para mejorar? Hay para mejorar. Y que todo lo que yo diga se cae a pedazos cuando a vos te toca una vez todo lo que yo diga acá no existe. Pero digo, venimos respetando el transporte público que es como viaja la mayoría de la gente.

— El corte total de una arteria como Corrientes y Callao o la interrupción del Metrobús, ¿va a ser motivo de aplicación de la fuerza pública para desalojarlo?
— Ya lo es, Luis, lo es. Si no se corta no es porque ellos deciden de un día para el otro graciosamente no cortar, es porque cuando quieren cortar la Policía los corre. Es así. Es así en el Metrobús también. Eso hoy ya sucede. Sobre todo cuando es, como esa diferenciación que vos hiciste, un piquete, que la vocación del piquete es cortar, no tanto manifestarse. Eso ya sucede hoy, no te digo todos los días pero una vez por semana sucede que la Policía actúa. Al estar la Policía presente por ahí no llegan a la situación de fricción porque se evita, pero es lo mismo. No lo hacen porque está la Policía.

— Una manifestación es un modo de expresión dentro de la libertad de manifestación, un piquete es ilegal.
— Un piquete es el corte por el corte mismo. A veces cincuenta personas van y te cortan una calle. Eso no se puede permitir. La Ciudad es muy grande, no te digo que no se nos escape alguno cada tanto, no es perfecto esto ni mucho menos. Pero hoy tenemos el foco en evitar el piquete, que es el corte por el corte mismo, donde cincuenta, ochenta, cien personas se juntan, se agarran de la mano y cortan. Y mucho peor si cortan el transporte público que es como viaja la mayoría. La Policía está todo el tiempo con acciones para evitarlo.

— A propósito de la Policía. Ya llevamos de traspaso de la Policía dos años y medio, desde el primer decreto de Macri, ¿no?
— Sí. Dos años que se traspasó. La juntamos con la Metropolitana, desde el 1 de enero del año pasado tenemos la Policía de la Ciudad, una sola Policía como debe ser. Y estamos trabajando para mejorarla. Es decir, la Policía que nos pasaron es la que había, con virtudes y con defectos.
¿Qué quiere decir trabajando para mejorarla? Primero, tratando de sacar a la calle a todos los posibles. Todos los que estaban en las comisarías o algunos hubo que entrenarlos de vuelta porque no estaban en condiciones físicas y todo. Hoy la Ciudad tiene más de 4 mil policías más que antes en la calle. Yo hago reuniones con vecinos todas las semanas, tres o cuatro veces en los barrios, y casi siempre me dicen lo mismo, que ven más Policía en la calle pero que eso no necesariamente garantiza la seguridad. Es un primer paso. Es cierto que hay más de día que de noche porque de noche funcionan más los patrulleros. De día los patrulleros con el tránsito que hay no funciona tanto y tenemos más policías de a pie. Y necesitamos más. Hoy tenemos 1.920, 1930, en el Instituto de Policía formándose para que a fin de año salgan y los mandamos a la calle. Lo que no se puede es acortar ese tiempo, no se pueden inventar policías donde no los hay. O sea, formar un policía, una persona para que salga con un arma en la mano en la calle lleva mucho tiempo para hacerlo bien y profesionalmente.
El otro tema es que tienen que estar en la calle atentos. ¿Atentos qué quiere decir? No mirando el teléfono. O sea, todos los policías de la Ciudad tienen un teléfono nuevo, los que tienen una capucha azul, donde no tienen ninguna red social para distraerse y tienen un GPS. Yo te puedo decir desde mi teléfono hoy, te voy a mostrar acá, donde está parado cada policía en la Ciudad en tiempo real. Eso lo usa cada comisario para verificarlo. Y desde hace dos o tres meses se los sanciona si usan el teléfono personal. ¿Vos me preguntás a mí si yo pongo las manos en el fuego que ninguno usa el teléfono personal? No Se los sanciona si lo usan y es un cambio cultural que estamos trabajando para dar. Todos tienen un chaleco antibalas que dice Policía de la Ciudad, que no lo tenían y obviamente lo paga la Ciudad, no ellos. A todos se les levantó el sueldo para que no tengan que hacer 15, 18 horas por día para tener un salario digno. Ninguno trabaja más de 12 horas seguidas. No pueden hacer más. Tenemos más de 400 patrulleros. Me podría quedar el programa entero contándote lo que estamos haciendo y si querés otro día hacemos otro programa de todo lo que nos falta. Yo siento que estamos en el camino correcto, la gente ve más Policía en la calle.
Estamos ahora con el tema actitudinal de la policía, que esté a disposición de la gente. Por ahí te parece una pavada pero que saluden al vecino para generar un vínculo de confianza. Que caminen por la calle y terminar con esta tradición de la parada, parada no, tiene que estar caminando. Eso los hace estar más atentos. Tenemos cámaras que estamos poniendo, todo el subte, es como el Gran Hermano el subte. Estamos poniendo en los colectivos ahora. Tenemos mil colectivos con cámaras, que además va de la mano con esto que te decía antes del cuidado de la mujer en el transporte público. Como te dije, estamos haciendo un montón de cosas para mejorar esa Policía.

Protesta de taxistas porteños contra UBER (Fabián Ramella)
Protesta de taxistas porteños contra UBER (Fabián Ramella)

— Otra de las discusiones de los servicios públicos es el transporte público y en particular UBER. ¿Cuál es el estado de la posibilidad de regularizar el servicio de UBER?
— Es que no se puede regularizar algo que nadie pidió regularizarlo.

— No existe el pedido.
— No existe el pedido de regularización. Yo no tengo nada contra la tecnología, al revés, desde la Ciudad promovemos, ya muchos trámites en la Ciudad los podés hacer tecnológicamente sin ir a las oficinas y funciona bien eso. Lo que no se puede es laburar sin pagar impuestos. O sea, qué me dirías vos si mañana ponen en la esquina un canal que compite con vos, que no paga cargas sociales, que no tiene seguro para los pasajeros, no paga impuestos, nada, ni siquiera tiene una sociedad anónima para empezar, nada. Y no es con la Argentina, en todo el mundo entraron igual, así a las trompadas. Y así no funciona, no funciona. Digo, tienen que regularizarse, cumplir con las normas y todo bien. Ahora, no lo hacen, ni empezaron. Ahora salió un fallo de la Justicia que obliga a las prestadoras de internet a bajar la aplicación. Porque pasa lo mismo, no podés tener… No pagan un impuesto Luis. El tema no es UBER o no UBER, el problema es que no podés tener una empresa que paga impuestos…

— ¿Te pareció feliz la comparación de Juanjo Méndez, el director de Tránsito, que parecían las FARC?
— No, dijo que… Habló de cómo lo habían tratado en una reunión, no dijo que UBER parece las FARC. Digo, en una reunión se sintió violentado. Por ahí no es feliz el uso de las FARC como comparación pero no es que dijo que UBER es las FARC. Se sintió violentado en una reunión por esto que yo te decía, desde el momento que viene alguien y no paga impuestos es difícil.

— Si UBER se encuadra en el marco legal porteño.
— Como cualquier otra empresa, una empresa de remises, en el marco que sea, yo no puedo impedir que nadie trabaje en la Ciudad de Buenos Aires. Al revés, ojalá haya más empresas de transporte. Ojalá haya gente que dé laburo. Pero mínimamente cumpliendo las normas, Luis. La discusión no es UBER o no UBER, la discusión es ilegal o legal. Y yo tengo que defender la legalidad obviamente.

— ¿Cuándo está prevista la terminación de la obra del Bajo?
— Abril, fin de abril del año que viene. Una obra monumental, importantísima para unir toda la salida del Norte con la salida del Sur. Hoy es un caos, los camiones que pasan ahí. Los camiones que pasan por Huergo, por Madero, un caos. Vos tardabas 4 horas desde Mar del Plata hasta la rotonda de Alpargatas y tardabas una hora más para hacer los últimos kilómetros para llegar hasta la estación de Retiro. De locos. Si además queremos que este país exporte e importe más al puerto no se va a poder entrar. Importantísima la obra. Anunciada hace 45 años, nunca se había puesto un ladrillo. Pero, tengo que decir, sí, lo digo con todas las letras, pido disculpas las molestias que se generan durante la obra, porque son obras que se hacen con la gente viviendo adentro.

— No, tengo la impresión que no hay demasiado reclamo más que el clásico, la calentura clásica.
— Primero porque yo siento que a esta altura la gente nos cree después de muchas obras que hemos hecho que se hace la obra, cumplimos con los plazos, y que el beneficio se ve. Al principio nos puteaban con el Metrobús de 9 de Julio, era un caos, y vieron el resultado. Después con el de Alem que fue un desastre porque era más finito todavía los propios amigos nuestros que trabajan en la Casa Rosada son los primeros que putearon, pero porque durante la obra es un incordio. Es como que ahora hagas una obra en tu casa, arreglas la pieza, viviendo adentro. Y, es un lió. Pero yo siento que hoy la gente ve que lo que decimos lo cumplimos, que si yo digo abril es abril, que el beneficio de la obra se va a ver. Siento que hemos ganado esa credibilidad por eso la gente confía y se banca un poco más las molestias.

— Volvamos a la cuestión nacional para despedirnos, que es la cuestión económica, esencialmente. ¿Sentís que se ha perdido la confianza por parte del electorado de Cambiemos hacia ustedes?
— No, siento que esa turbulencia económica financiera que vivimos genera incertidumbre en todos y es natural. Digamos, en la Argentina todavía tenemos a flor de piel lo que han sido las crisis económicas, este país tiene récord mundial de inflación para un país que no estuvo en guerra, récord mundial de caída del PBI en el 2001. Y esto para la vida de un país es muy reciente. Con lo cual somos muy sensibles a este tipo de cosas y genera incertidumbre, es lógico.

— Pero digo, ¿notás que hay una angustia, particularmente de la base electoral, la clase media, la clase media más baja?
— Yo creo que todos en la Argentina sabemos lo que son estas turbulencias financieras. Y este es un país que habiendo tomado la decisión de bajar gradualmente el déficit necesita que nos presten. Necesitamos que nos presten para poder financiar esta gradualidad. Y al necesitar que nos presten somos más vulnerables. Si no necesitáramos un peso de nadie no te importa tanto, pero si necesitás que te presten te hace más vulnerable a las crisis financieras internacionales. Y naturalmente genera incertidumbre, genera angustia. Pero siempre que llovió paró, Luis. Yo siento que con el acuerdo con el Fondo Monetario, que en realidad significa conseguir que nos financien esa gradualidad a una tasa mucho más baja, eso va a generar más certidumbre y tranquilidad.

MIRÁ LA ENTREVISTA COMPLETA: