"El vínculo entre ambos es excelente, espectacular, al punto que (Mariano) Rajoy no quería quitarle ningún titular a Mauricio Macri y las posibilidades de inversión en la Argentina", dijo una fuente de la delegación española para explicarle a la prensa por qué no había contestado preguntas sobre el aborto y otras cuestiones de su país. Y agregó que "no se le puede pedir (al Gobierno argentino) más de lo que está haciendo, teniendo en cuenta el lugar desde donde se viene". Un vocero local dijo algo similar: "son dos amigos que se aprecian y respetan muchísimo, sentimos ese respaldo genuino y estamos muy agradecidos".
Hoy, a las 11, Macri y Rajoy volverán a compartir escenario en el hotel Alvear, donde el mandatario español dará una conferencia auspiciada por el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) y la Fundación Libertad. Adalberto Rodríguez Giavaroni, titular del CARI, aprovechará la ocasión para nombrar a Rajoy miembro honorario, como ya lo fueron son Bill Clinton, Shimon Peres, Nelson Mandela y Mahmoud Abbas. Macri solo irá a escucharlo y será la despedida formal, ya que luego de la visita y almuerzo que tendrá en el Parlamento, el jefe del gobierno español dejará el país.
Argentina es la tercera economía de América Latina, pero el intercambio comercial que tiene con España no está a la altura de sus vínculos que tiene desde siempre y es el "quinto socio comercial de España en la región, por detrás de economías de menor tamaño". Lo dijo Rajoy en la primera visita oficial de un presidente de gobierno español en 11 años. Al lado estaba Macri, "el colado" a la apertura del Encuentro Empresarial Argentina-España que ayer por la mañana se realizó en un hotel de Puerto Madero, donde empresarios de ambos países profundizaron las "nuevas oportunidades en un nuevo entorno", las posibilidades que se abren para una nueva generación de inversiones españolas en el país.
Macri quiso estar presente en el foro empresarial, desplazando al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que había confirmado su presencia. Buscó expresarle agradecimiento personal a Rajoy por el viaje que hizo a Buenos Aires y, mostrar interés de acompañar a las empresas españolas en su proceso de recuperación de la confianza en la Argentina. La decisión la tomó el lunes por la tarde, cuando equipos de ambos gobiernos se reunieron en una previa con empresarios españoles pequeños y medianos, compañías que facturan entre 500 y 600 millones de euros, que para la escala de nuestro país son grandes empresas.
Rajoy calificó de "innecesaria" e "incomprensible" la actitud de los gobiernos de los Kirchner con España. E insistió todas las veces que pudo en que, a pesar de todo, "la inversión se mantuvo estable, lo que demuestra el compromiso con el país".
Al concluir el almuerzo que se desarrolló en el Museo del Bicentenario, en Casa Rosada, donde los 400 invitados degustaron centolla patagónica en aro crocante de papas, que fue acompañado por vinos y espumantes de Bodega Catena, Rajoy partió a un encuentro con las comunidades españolas residentes en la Argentina.
La reunión se realizó en el Club Español y fue muy cálida, según relataron testigos. La ocasión fue aprovechada por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para entregarle las llaves de la Ciudad. "Este gesto no lo olvidaré nunca y lo llevaré siempre en mi corazón", le dijo el mandatario.
Concluido el almuerzo con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y los jefes de los todos los bloques parlamentarios, Rajoy se dirigirá directamente a Ezeiza para tomar el vuelo que lo llevará de regreso a España, luego de su gira de 48 horas.