A partir de una nueva renuncia, el Gobierno tiene que cubrir tres vacantes en la estratégica Cámara Federal

Desde el 1° de febrero, la Cámara Federal porteña tendrá una tercera vacante. Es que el Gobierno le aceptó la renuncia al camarista Horacio Rolando Cattani quien integra la sala II de ese tribunal.

Cattani , quien en mayo próximo cumplirá 74 años, renunció a su cargo luego de una extensa licencia debido a una enfermedad neurológica, después de haber estado en la Cámara Federal por más de tres décadas.

La salida de Cattani deja a la Cámara Federal- que revisa las decisiones de los jueces federales, por ejemplo en los casos de corrupción más resonantes- con tres jueces sobre seis. Quedan en sus cargos Martín Irurzun, Eduardo Farah y Jorge Ballestero.

En la Sala I está Ballestero y en la actualidad Leopoldo Bruglia, juez de un Tribunal Oral Federal que subroga en la Cámara. En tanto en la Sala II a la que renunció Cattani están Irurzun y Farah.

A partir de la renuncia de Cattani quedan tres vacantes. Ya que se suman la que dejó hace años el juez Gabriel Cavallo y la creada a partir de la destitución de Eduardo Freiler.

En breve el Poder Ejecutivo debe definir uno de esos cargos. El Consejo de la Magistratura, luego del concurso N° 212, le propuso al presidente Mauricio Macri una terna de candidatos: Mariano Llorens, Julio Báez y Domingo Montanaro.

A esa terna se sumó en una lista complementaria el juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart. En Comodoro Py suena el nombre de Llorens para ocupar una de las vacantes de la Sala I de la Cámara Federal.