Fernando Sánchez: "Si los conflictos de interés se tratan mal, terminan en un problema o en un delito"

El lunes fue oficializado su cargo al frente de la Secretaría de Fortalecimiento Institucional. "Si un día tengo que estar en contra de una decisión tuya, voy a estar", aseguró que le dijo Elisa Carrió.

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Sánchez junto a Elisa Carrió, en una sesión del Congreso el año pasado. “No soy su enviado”, dice
Sánchez junto a Elisa Carrió, en una sesión del Congreso el año pasado. “No soy su enviado”, dice

Con Mauricio Macri y Marcos Peña de vacaciones y buena parte del gabinete fuera del país, Fernando Sánchez debutó el lunes, tras la oficialización en el Boletín Oficial, al frente de la flamante Secretaría de Fortalecimiento Institucional con una tarde plagada de reuniones en la Casa Rosada. Fue una de las noticias que sacudió el mercado de pases entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo del año pasado: fue el primer dirigente de renombre de la Coalición Cívica, criado políticamente por Elisa Carrió y que integra su círculo más cercano, que se incorporó al Ejecutivo. "No soy el enviado de Carrió", le dijo Sánchez a Infobae a última hora de ayer. Una de sus funciones es prevenir la corrupción.

—¿Su llegada significa que hasta ahora el Gobierno tenía debilidades en lo institucional?

—No es que tenía debilidades. El país tiene debilidades. De hecho, no tiene sistemas de integridad que atraviesen de punta a punta la gestión pública. No lo tienen ni el Poder Ejecutivo, ni el Legislativo ni mucho menos el Judicial, que creo que es el que más debilidades tiene. Hay una decisión clara de Cambiemos, y una decisión definitiva del Presidente, de que este país tenga una política de integridad y de lucha contra la corrupción. Cuando el Presidente convocó a todos los actores institucionales más relevantes del país a los consensos básicos, eligió tres ejes centrales. Uno de ellos es el fortalecimiento institucional, la lucha contra la corrupción y la integridad. El Presidente hizo mucho hincapié en eso. Habrá que darle más importancia.

(Télam)
(Télam)

—¿Es el cancerbero de Carrió, su enviado? ¿Es el garante para que los funcionarios no roben?

—No soy el enviado de Carrió. Soy una persona que pertenece a la Coalición Cívica, a Cambiemos, aprendí de Carrió y todo eso me lo llevo al Ejecutivo. Espero poder hacer lo mejor, tanto para el Gobierno como para el país. Todos esos valores que aprendí, y lo que tengo, lo voy a poner en el ejercicio de la función pública en el Ejecutivo.

—Hubo en el último año varios casos de conflictos de interés en el Gobierno, no solo de Macri sino de varios ministros. En estos días, por ejemplo, se conoció uno presuntamente vinculado a las energías renovables. ¿Cuál va a ser su rol en ese sentido?

—Garantizar que tanto las leyes como los organismos encargados de aplicar esas políticas sean suficientes y eficaces. Los conflictos de interés son importantísimos a la hora de establecer las reglas para que el interés privado no choque con el interés público, y cuando sos funcionario público lo único que tiene que primar es el interés general. Los conflictos de interés se resuelven, pueden no ser nada o pueden ser un delito. Si se tratan mal terminan en un problema para la nación o en un delito. En cambio si se tramitan bien, si hay mecanismos eficaces, nos convertimos en una nación normal, donde en realidad uno puede tener una vida anterior a ser funcionario público y una vida posterior a ser funcionario público sin violar la ley, sin entregar el interés general. Y la segunda cosa es, sí, hay que poner los límites estrictos. Antes de que el presidente Macri dicte los decretos para crear el régimen de conflictos de interés no existía ese régimen. Estamos por proponer que la nueva ley de ética pública, que debe llamarse ley de integridad pública, incluya los conflictos de interés.

—¿Van a insistir con el voto electrónico este año? Usted está a cargo en parte de las reformas institucionales que irán al Congreso. La Reforma Política se trabó en su momento en el Senado por el impulso de la Boleta Única Electrónica, ¿van a insistir o darán marcha atrás?

—Todavía no se habló de la agenda de este año, hay que esperar para ver el análisis que se hace, y cuál es la estrategia.

infobae

—¿Van a buscar aprobar la ley de financiamiento? Las campañas del PRO históricamente han estado plagadas de irregularidades, desde aportes poco claros hasta contratistas del Estado.

—No sé cuál va a ser la agenda y la prioridad de la agenda. Todo eso lleva una revisión permanente entre el Ejecutivo y el Legislativo, que funcionó muy bien el año pasado y va a funcionar mejor este año. Sí creo que transparentar la política y los partidos políticos es fundamental, como transparentar los mercados con la ley de Defensa de la Competencia, como transparentar los sindicatos es fundamental, como las empresas, como el Estado en términos generales. Por eso la política es de integridad, y no solo se refiere al Estado sino a todos aquellos que actúan en la esfera de lo público, aunque tengan un interés privado. Los estándares en los partidos políticos y de las campañas políticas tienen que subir en la Argentina, y hay otros aspectos de las reformas política y electoral que también tienen que ser tocados. Hay que ser inteligente para que esas reformas salgan de la mejor manera y sirvan. Forman parte de una agenda necesaria para el país. Sí, hay que transparentar la política y todo lo demás.

—¿Qué habló con Carrió en su momento cuando aceptó el cargo? ¿Qué consejos le dio?

—Ya nos dio consejos cuando éramos chicos. Obviamente que estaba de acuerdo con que yo me fuera a la Jefatura de Gabinete, para mí fue muy bueno poder hacerlo como decisión propia pero contando con el apoyo de ella. Todos sabíamos que en la segunda parte de la Presidencia teníamos que poder ayudar y contribuir también desde el Ejecutivo. Me dijo: "eso sí, que quede claro que vos sos del Poder Ejecutivo y yo del Legislativo, y en una República hay división de poderes". Y yo le dije: "queda perfectamente claro, formamos parte del mismo partido, formamos parte de la misma coalición de gobierno pero no formamos parte del mismo poder". Me contestó: "si un día tengo que estar en contra de una decisión tuya, voy a estar", y yo le respondí: "Me alegro mucho".

—Usted es de los pocos funcionarios que está trabajando en estos días, ¿cuál es el tiempo que deberían tomarse los funcionarios de vacaciones? ¿Debería regularse también? Mauricio Macri va a cumplir su tercera semana de descanso.

—Veo a muchos funcionarios trabajando, obviamente que muchos se fueron de vacaciones, otros se irán después. Le toca al Presidente decidir quién es su equipo de trabajo y quiénes son sus ministros. Y los ministros no se evalúan por la cantidad de horas que están en sus ministerios sino por los buenos resultados que logran. Hay que empezar a ser más resultadista en ese sentido, yo creo en eso. La política también se mide por resultados, y eso no es ser tecnocrático. El Presidente tiene tanto derecho a irse de vacaciones como tengo yo, como tiene cualquier argentino, y que yo sepa está en Neuquén, no está en Afganistán. De hecho habla todos los días con sus funcionarios y decide, porque además estamos en el año 2018 y por suerte tenemos establecidos mecanismos propios del 2018. Hay que parar ya con que si uno no va a la Casa Rosada no gobierna. El Presidente está gobernando. Yo diría que ese tipo de cuestiones, que vienen bien para debatir la Reforma Laboral inclusive, hay que adecuarlas al siglo XXI. Creo que el Presidente trabaja mucho, como trabajan otros líderes, entre ellos los parlamentarios. Todos tenemos derecho a tener vacaciones, porque si no nos volvemos estúpidos. ¡Uno pide que los gobiernos sean modernos pero no acepta que los estándares de gobierno sean modernos!

—Muchos integrantes del gabinete tienen gran parte del patrimonio en el exterior, ¿eso tampoco se debería debatir? 

—Defiendo la libertad de los funcionarios argentinos de tener sus ahorros donde quieran porque cualquier ciudadano argentino los puede tener donde quieran. Yo los tengo en la Argentina, pero un día podría decidir tenerlos en otro lado, y podría un día volverlos a tener en el país y volverlos a tener en otro lado. Eso es cumplir con la regla de una nación libre, que uno puede decidir tenerlo donde quiere.

—¿Qué va a hacer si se cruza con Daniel Angelici (uno de los principales enemigos de Carrió) en Casa Rosada?

—En Casa Rosada me cruzo con el que logre entrar. En mi vida política me crucé con mucha gente. De alguna cambié mi opinión, y de otros la reafirmé.

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