Alfredo Cornejo: "Este Gobierno debería ser más Cambiemos y menos PRO o UCR"

Alfredo Cornejo ganó las elecciones a gobernador de la provincia de Mendoza el 21 de junio de 2015, al vencer a Adolfo Bermejo —candidato del Frente para la Victoria— y  asumió el 9 de diciembre de ese mismo año. Es licenciado en Ciencia Política y Administración Pública recibido en la Universidad Nacional de Cuyo. Tiene un Diplomado Internacional en Desarrollo, Planificación y Políticas Públicas por la CEPAL y el ILPES en Santiago de Chile, y posteriormente un Master Internacional en "Desarrollo Latinoamericano", en Andalucía, España. Fue docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo.

En 1999 asumió como Secretario de Gobierno del intendente del departamento Godoy Cruz, César Bifi. En febrero de 2005, en medio de una crisis de seguridad, se hizo cargo de la cartera de Justicia y Seguridad. En octubre de ese mismo año, encabezó la lista para diputados nacionales de la Unión Cívica Radical de Mendoza, elección que le permitió su ingreso al Parlamento junto a la contadora Silvia Lemos.

Cornejo recibió a Infobae el viernes pasado, en un hotel céntrico, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo. Es día fue uno de los más agitados y felices de su vida. Había logrado que el presidente Mauricio Macri en persona le confirmara que el Gobierno no iba a aplicar el impuesto al vino, algo que podía perjudicar la producción, el empleo y las exportaciones de la industria vitivinicola. Mendoza es el principal mercado con unos 17.000 productores que generan empleo para 130.000 trabajadores.

 ¿Qué significa para usted que el Gobierno haya eliminado del proyecto de Reforma Tributaria el impuesto interno de un 10% al vino?

Es una excelente noticia para los mendocinos, pero también para la región de cuyo y para las provincias vitivinicolas. Pero lo más importante es que en la Argentina tenemos un presidente que escucha a la gente y ese es un cambio muy importante con respecto al gobierno anterior. Ademas, lo importante es que los ministros Francisco Cabrera y Nicolás Dujovne leyeron y entendieron los dos informes que les entrego nuestro ministro de Economía Martín Kerchner, que trabajó mucho para que este impuesto al vino no saliera. La industria vitivinícola es distinta a las demás, es una industria con base agrícola muy fuerte y tienen mucha ruralidad, trabaja mucha gente  en las viñas porque el vino es un fermentado de la uva. En cambio, las gaseosas si bien tienen una base regional no son actividades para comparar entre premios y castigos.  Lo que no fue bueno es incorporar la calificación de productos no saludables y saludable en el proyecto de Reforma Tributaria.

¿Macri le dijo a usted antes de la reunión con el resto de los gobernadores, que esos informes eran contundentes para no aplicar el impuesto?

Efectivamente. Le presentamos a los ministros de Producción y de Hacienda, un documento para demostrar que el vino no puede soportar un impuesto se ha hecho en base a informes del Ministerio de Economía de la provincia, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo y de otras instituciones especialistas en la materia que sostienen que el vino no es una bebida perjudicial para la salud. Son dos documentos con mucha solvencia técnica, con argumentos muy sólidos. Explica los informes de la Sociedad Cardiológica Argentina, que dan cuenta de que el vino es una bebida saludable, fundamentalmente por los temas del corazón y en lo que hace a la prevención del cáncer. El otro aspecto importante es que el impuesto al vino existía en los años 90 pero se lo sacó por temas de salud y porque el consumo en ese momento estaba en 90 litros per cápita. Ahora está en 20. Chile tenía el impuesto pero nuestra producción se parece más a la de España, Francia, Italia y Portugal, donde el consumo es del 70% y el resto lo exportan. El 80% de los vinos nuevos es de exportación. Los beneficios en materia de salud que otorga el beber vino, la disminución del consumos per cápita durante los últimos años y a la falta de un mercado competitivo que permita vender y exportar cada vez más, fueron los ejes de nuestra presentación. Por el impuesto al vino y espumantes el Gobierno solo iba a recaudar unos 3.000 millones de pesos.

¿Cuál es su análisis de la situación política de Argentina luego de las elecciones del 22 de octubre?

Creo que la gente le dio un mensaje y que el Gobierno lo ha tomado. La ciudadanía pide que seamos más Cambiemos y menos PRO o UCR. En este momento histórico se requiere que seamos más Cambiemos, que reforcemos esta coalición para lograr nuestros objetivos independientemente de los partidos políticos a los que pertenecemos, en mi caso a la UCR. Las urnas mostraron el triunfo de una alianza política que cada vez está más fuerte en todo el país. Lo importante es el liderazgo de un presidente como Macri que ha logrado cosas que parecían impensadas antes del 10 de diciembre del 2015: la salida del default, la normalización de la economía y la reducción de la inflación, muestran que ahora el país puede atraer inversiones y en eso estamos trabajando.

¿Cómo analiza el futuro político en su provincia?

En Mendoza no existe la reelección del gobernador y estamos preocupados por ordenar una provincia que a fines de 2015 tenia graves problemas económicos y de seguridad, que hemos solucionado. No teníamos municiones, chalecos ni móviles para la Policía y esa situación la dimos vuelta y hoy nuestra provincia ha mejorado los niveles de seguridad. Esto tiene que ver con la incorporación de detectores digitales y faciales donde rápidamente obtenemos los datos de los individuos. Hemos hecho una gran inversión allí. También progresamos en la lucha contra la droga. Hemos decomisado una gran cantidad de toneladas en estos últimos casi dos año de gobierno. Estoy muy agradecido por el enorme espaldarazo que nos dieron los mendocinos y también el triunfo de la alianza Cambiemos a nivel nacional. Aún así, día a día tenemos que plebiscitar nuestra gestión y lo estamos logrando: hay una administración de justicia más ágil porque eliminamos el efecto puerta giratoria y una educación de calidad.

Usted manifestó que la industria del vino exporta unos USD 1000 millones. ¿Cómo ve el futuro?

Yo creo que en 12 a 15 años podemos llegar a exportar unos USD 3.000 millones en vinos. Estamos trabajando para abrir nuevos mercados. Sería fundamental trabajar en conjunto con todos los productores. Hay estrategias en marcha para reducir los costos logísticos y obras para mejorar las rutas. Mendoza es una provincia emprendedora-exportadora, que aceptó siempre el reto de ser parte del mundo. Queremos trabajar para ocupar un lugar destacado con nuestros vinos, que son de los mejores del mundo. En eso estamos. Por suerte Macri entendió cual era el problema de aplicar un impuesto del 10% a los vinos.