Camisa celeste, pantalón oscuro y barba prolija, Daniel Filmus tomó el micrófono y pronunció estas palabras exactas: "Hemos sido elegidos como la principal fuerza de oposición en la Ciudad de Buenos Aires". Una verdad ineludible. Al cierre de esta nota, con el 99,73% de las mesas escrutadas, Unidad Porteña le sacó casi el doble de ventaja al tercero: Martín Lousteau por Evolución obtuvo el 12,33%, mientras que la lista liderada por Filmus, logró el 21,74%. Pero si desde el búnker del kirchnerismo porteño miramos hacia adelante, hacia la meta, lo que se ve es un camino muy extenso, varios kilómetros hasta llegar a la gran ganadora de la noche: Elisa Carrió sacó 50,93%, un número alltísimo e inalcanzable para cualquier candidato no oficialista. Este 22 de octubre por la noche, el sociólogo y ex ministro de Educación asumió la derrota de ser segundo, pero la convirtió en una consolidación: si en el mediano plazo resulta imposible un triunfo peronista en la Ciudad de Buenos Aires —hace décadas que el justicialismo no logra penetrarla—, entonces hay que aferrarse a ser la gran fuerza opositora, apostar al crecimiento en el Congreso y no perder de vista las elecciones ejecutivas de 2019.
Cuando Daniel Filmus entró al edificio de la UPJET el reloj marcaba las 19:30. La gente aguardaba en el patio a medio llenar y hacía más de dos horas que la prensa ya se había instalado con sus cámaras, computadoras y cronistas. El barrio porteño de Almagro donde está la sede del sindicato de los trabajadores de las telecomunicaciones —lugar elegido por Unidad Porteña para que fuera su búnker— estaba silencioso. Ya todos habían votado, todos estaban encerrados en sus casas esperando el resultado de las elecciones. La televisión daba tímidos resultados, en las redes sociales se especulaba a mansalva, pero las cosas habían quedado bastante claras en las PASO. A las 19:30 Filmus pasó a fondo, rodeado de cuatro o cinco hombres. Se escucharon aplausos, alientos, "¡vamos Daniel!"; él levantó la mano y se metió rápido por una puerta donde estaba el resto de los candidatos. La parte social, la afectiva, la del contacto con sus votantes le tocó al resto; al menos esta vez. Mariano Recalde, Leandro Santoro y Axel Kicillof —actual diputado nacional— no escatimaron sonrisas: selfies, abrazos y dedos en V para todos los que se acercaban a saludarlos. Lo mismo con Victoria Montenegro y Juan Manuel Valdés que, si bien no gozan aún del reconocimiento popular, se mostraron simpáticos y predispuestos. No fue el caso de Filmus que llegó e inmediatamente pasó hacia el fondo. Tenía otras cosas en mente; quizás la preocupación por el discurso de cierre y prepararse para todo lo que se viene.
A las 20:30, Gabriela Cerruti se paró frente a las cámaras —la acompañaba María Rosa Muiños— y dijo: "No es un día de alegría, como ustedes saben, pero podemos decir que estamos satisfechos por cómo se llevaron a cabo los comicios y por lo que entendemos como una confirmación: que Unidad Porteña es la principal fuerza de oposición, la segunda fuerza en la Ciudad de Buenos Aires". A partir de ahí la cosa se puso más festiva: el bossa nova que sonaba en los parlantes cambió a una playlist de Los Redondos, la JP Descamisados empezó a lanzar cánticos sentimentales y el público, que no había llevado banderas como ocurrió con las PASO, empezó a alentar al candidato, al movimiento, al partido. Ya había hablado Lousteau, ya había hablado Carrió. Faltaban algunos minutos para las diez de la noche, entonces salió Filmus.
"Nuestra fuerza ha crecido más de seis puntos. No sólo hemos sumado los votos del resto de las fuerzas que formaban Unidad Porteña sino que hemos crecido. Más de 400 mil porteños han demostrado que somos la fuerza que tiene la responsabilidad de parar el ajuste que está llevando adelante Mauricio Macri", dijo. Repasemos: en las PASO, Filmus se midió con Guillermo Moreno (Honestidad y Coraje) e Itaí Hagman (Ahora Buenos Aires) sacando el 75,34% de su interna. En total, Unidad Porteña sacó el 20,73%, Carrió el 49,55% y Lousteau el 13,05%. ¿Qué pasó con esos números? ¿Se mantuvieron? En principio, al no ser una disputa reñida, los lugares quedaron invariantes, aunque algunos puntos se movieron. Unidad Porteña alcanzó el 21,74%, mientras que Evolución descendió casi un punto y Cambiemos creció de la misma manera.
Había varias preguntas que daban vueltas. Por un lado, tras la eliminación de candidatos por el filtro de las PASO —diez partidos no alcanzaron el mínimo de votos y quedaron afuera—, ¿cómo se redistribuirían esos montos? En segundo lugar, ¿los desatinados y apáticos dichos de Carrió respecto del caso Santiago Maldonado harían que su electorado disminuyera el apoyo? "Ha sido la elección que hemos llevado adelante con mayor angustia, con mayor dolor, porque no nos olvidamos lo que le pasó a Santiago Maldonado", comentó Filmus en su discurso, y agregó: "Sabemos también que la mejor forma de pedir justicia es fortaleciendo la democracia. Hoy le hemos dado una respuesta a los que no quieren democracia en la Argentina". El plural inclusivo era literal: en el escenario, todos los candidatos que formaron parte de la lista estaban detrás suyo o a su lado: Gustavo López, Gisela Marziotta, Juan Cabandié, Carlos Heller, Lorena Pokoik, Santiago Roberto y los ya mencionados.
"Los que vamos a entrar como diputados y legisladores —continuó más enérgico— firmamos un contrato con la ciudadanía que dice qué leyes vamos a votar y qué leyes no vamos a votar. Los que estamos acá somos los que no vamos a votar la flexibilización laboral, somos los que no vamos a votar el aumento de la edad jubilatoria, somos los que no vamos a votar la ampliación de los que pagan el impuesto a la ganancia, somos los que no vamos a votar el endeudamiento para nuestros hijos y las futuras generaciones, somos los que no vamos a votar el ajuste. Vamos a defender en el Congreso los intereses de la mayoría". Acto seguido, volvió a invocar lo que ya había dicho durante las PASO, la importancia de aliarse con otras fuerzas opositoras: "Somos responsables de construir una oposición que sea cada vez más amplia, más popular. Tenemos que ser más generosos, más abiertos. Mirar a todos aquellos que se oponen a estas políticas e invitarlos a conformar en el Congreso una mayoría. Tenemos que ser capaces de conformar esa unidad. Nuestro voto es un voto para construir una alternativa para el 2019. Somos los que vamos a encabezar esa enorme fuerza".
Ya sobre el final de un discurso que duró alrededor de siete minutos, Daniel Filmus agradeció a "la fuerza de la militancia", felicitó "a los que ganaron porque somos democráticos pero no vamos a bajar las banderas", y concluyó con un optimismo cerrado y convencido: "¡Adelante! ¡Fuerza! ¡Somos la alternativa para el 2019! Gracias compañeros y compañeras". Una manera bastante transparente de ofrecerse como el candidato kirchnerista a jefe de Gobierno. De ser así, ¿qué tipo de construcción política tendrá que emprender durante los próximos dos años para disputarle al candidato de Cambiemos —posiblemente contra Horacio Rodríguez Larreta y su reelección— la Ciudad de Buenos Aires, esa anomalía antiperonista que hace un tiempo se convirtió en normalidad? No es un objetivo sencillo, incluso parece imposible. Sin embargo, en la mirada de Filmus hay un convencimiento.
Fotos: Martín Rosenzveig