Durán Barba se capitalizó y fue observado por la Inspección General de Justicia

Una de las sociedades del ecuatoriano está en la mira del organismo por un ligero aumento en el último balance

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La influencia en la estrategia comunicacional y electoral de Jaime Durán Barba creció exponencialmente en los últimos tiempos. Especialmente en este poco más de año y medio de gestión nacional de Mauricio Macri. El consultor se instaló más de la cuenta en Buenos Aires y mudó de Ecuador a Gandhi José Espinosa Tinajero, uno de sus colaboradores más íntimos, cuya fama empezó a trascender dentro del macrismo en los últimos meses.

Espinosa Tinajero no solo es desde hace tiempo uno de los encuestadores de cabecera del estratega de Macri y de Cambiemos, sino que además se colocó al frente de una de las sociedades con las que el ecuatoriano factura en nuestro país, y que debió reconvertir tras la causa en la que fue investigado junto a sus socios por la supuesta campaña sucia que orquestó en el 2011 contra Daniel Filmus.

En este último año y medio, a Durán Barba le fue bien. No se trata, de todos modos, de los números reales, que se canalizan a través de otra ingeniería financiera muchísimo más compleja que involucra a algunos de los dirigentes más encumbrados del PRO y que aún se guardan bajo siete llaves. Pero es un indicio: a principio de mes, Inversora Boroca SA, la sociedad con la que, como publicó este medio, el consultor le facturó algo más de $7 millones al Gobierno de la provincia de Buenos Aires, aumentó su capital a $720.000 por "capitalización de resultados", según surge de los registros oficiales. Las utilidades del ejercicio 2016 de la firma fueron $716.359,55.

El directorio, compuesto por Espinosa Tinajero y Álvaro Diego Rivadaneira Huidobro, otro joven del entorno, se fijó además honorarios por $100.000, algo más de los $80.000 que el PRO asegura pagarle por asesoría durante la campaña a Durán Barba y a Santiago Nieto, su principal socio. Eso sí: $80.000 a cada uno.

Sin embargo, Inversora Boroca recibió a fines de julio y a principios de este mes algunas observaciones legales y contables por parte de la Inspección General de Justicia (IGJ). Por ejemplo, por el aumento del capital. La firma todavía adeuda la presentación del último balance. Al cierre de esta nota no había aclarado las objeciones, algo llamativo si se tiene en cuenta que inició el trámite de aumento de capital en carácter de "urgente".