Detectaron facturas truchas en la Contaduría del Ejército tras una denuncia de desvío de fondos

La AFIP elevó un informe al juez Martínez De Giorgi. Se investiga si había una organización dentro de la fuerza que cambiaba cheques en cuevas de la City

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La AFIP analiza una operatoria sospechosa en el Ejército (Adrián Escandar)
La AFIP analiza una operatoria sospechosa en el Ejército (Adrián Escandar)

La denuncia puso en alerta a las máximas autoridades del Ejército, aunque los hechos habrían ocurrido durante la era K. Un particular, Pablo Pildaín, reveló una trama de corrupción dentro de la Contaduría General del Ejército para desviar fondos a través de cuevas financieras. El denunciante relató que retiraba los cheques de la Contaduría en persona, los cambiaba en una cueva ubicada en Corrientes al 300, y regresaba con el efectivo. A cambio se quedaba con una comisión, al igual que la financiera. Esa maniobra se habría repetido todos los meses entre 2012 y 2016.

El expediente judicial está a cargo del juez federal Marcelo Martínez De Giorgi. En menos de dos meses, ya hizo dos operativos en el Ejército y relevó información de varios organismos. El dato más importante hasta ahora lo aportó la AFIP: detectó facturas apócrifas en la Contaduría del Ejército. "Las facturas se habrían utilizado para justificar los cheques que se cambiaban en las cuevas", dijo a Infobae una fuente de la investigación.

Los listados del organismo recaudador sobre la facturación electrónica de la Contaduría aterrizaron hace pocos días en Comodoro Py. Ahora el juzgado trabaja para relevar a los emisores de las facturas sospechosas.

Los investigadores también reclamaron al Ejército listados del personal que reportaba en la Contaduría en el período investigado, y los legajos de cada uno.

El denunciante asegura que cambiaba alrededor de un millón de pesos mensuales. La cueva investigada, según fuentes judiciales, pertenecería a Hernán Arcioni, un financista cercano al kirchnerismo y acostumbrado a los vaivenes de Comodoro Py: ya fue investigado en el caso Skanska y por el manejo de los fondos del Fútbol para Todos (FPT).

En su denuncia, Pildaín se autoincriminó y dijo que les entregaba el dinero en efectivo a los coroneles AMA, hoy retirado, y RB (N de la R: por cuestiones legales solo se publican las iniciales de los nombres), también en proceso de retiro. Pero la lista de uniformados involucrados es mucho más amplia. Supuestamente, ese dinero se usaba para pagar honorarios de los abogados de varios condenados por crímenes cometidos durante la última dictadura.

Los cheques siempre provenían de la Contaduría, pero el detonante, llamativamente, habría sido un cheque de Nación Seguros que no se pudo cambiar. El juez Martínez de Giorgi ya le pidió informes a ese organismo para determinar el origen del cheque, pudo saber Infobae en fuentes judiciales.

Pildaín no es un "justiciero". Llegó a Comodoro Py acosado por una serie de acreedores a los que les debe dinero, según él mismo contó en un reportaje que le hizo Rolando Graña en América 24. Los acreedores, de hecho, contrataron a una empresa que se especializa en perseguir morosos.

El denunciante dice que invirtió esos fondos en una "mesa de dinero" paralela que funcionaba en la Contaduría del Ejército. Esa mesa se dedicaba a otorgar créditos al personal de la fuerza. Es otro circuito ilegal que ahora investiga la Justicia.

Apenas estalló el escándalo, el jefe del Ejército, general Diego Suñer, ordenó un sumario y una auditoría interna para revisar todo el procedimiento. Y el Ejército se presentó como querellante en la causa. La investigación recién comienza.