Luego de tres años de discusiones y audiencias públicas por las que pasaron decenas y decenas de oradores de los más variados sectores, el Senado se disponía a aprobar esta tarde la ley de humedales. Pero en una maniobra para evitar el voto negativo, el senador Alfredo Luenzo pidió que vuelva a comisión porque "el proyecto merece un debate serio y profundo", lo que fue apoyado por todo el bloque Cambiemos y parte del Frente para la Victoria y el peronismo no kirchnerista.
El proyecto contaba con un dictamen de mayoría que había sido apoyado por Puenzo y por muchos de los senadores que votaron para mandarlo de nuevo a comisión, donde es posible que sea enfriado. Pero en unas pocas horas cambiaron de postura, cuyos motivos todavía no están del todo claro, pero que el senador Fernando "Pino" Solanas atribuyó al "lobby económico".
"Es una vergüenza que cámaras de comercio y agropecuarias le marquen al Senado si puede o no dictar leyes de presupuestos mínimos", se quejó "Pino". Y agregó: "Hemos trabajado durante meses para incluir todas las modificaciones y propuestas que nos acercaron en comisión, y entregamos a la presidencia de la Cámara alta un proyecto reformulado con todos los aportes recibidos".
El senador Alfredo De Angeli, que encabeza la oposición al proyecto, había firmado un dictamen de minoría que no tiene apoyos fuera del Congreso y fue repudiado en una solicitada por un nutrido grupo de académicos e investigadores, ya que no prohíbe la explotación sobre los humedales estratégicos.