El último domingo, los socios de Quilmes votaron un cambio de autoridades en el club después de más de 30 años. La oposición tomó el control de la institución por primera vez luego de tres décadas y ya realizó su primera movida, que no deja de ser llamativa. Correrán al entrenador elegido por la gestión anterior para devolverle el puesto a Alfredo Grelak.
El técnico había estado en el banco del Cervecero el último torneo y aún no había rescindido su contrato. Sin embargo, el oficialismo, que dejó todas las decisiones en manos de un empresario en los últimos meses, optó por nombrar en su lugar a Marcelo Broggi, que venía de estar en Ferro.
Perdió Aníbal Fernández en Quilmes: Marcelo Calello es el nuevo presidente https://t.co/tPQKK5TgDz pic.twitter.com/GieHcNDFe9
— infobae (@infobae) 1 de agosto de 2016
Luego de poco más de un mes en el cargo de entrenador del club de Sur, Broggi deberá dejar su puesto tras perder el único partido oficial que dirigió –por Copa Argentina– ya que la nueva dirigencia que encabeza Marcelo Callelo decidió dar marcha atrás con la salida de Grelak a 48 horas de tomar el control de la entidad.
Según le aseguró el propio Grelak a Infobae, mañana se presentará ante un plantel diferente al que dejó en el cierre del torneo y que ya cuenta con diez refuerzos. Eso sí, no tendrá que arreglar contrato ya que su vínculo anterior nunca se disolvió.
Si bien es una decisión cargada de lógica la de sostener a Grelak en el cargo teniendo en cuenta que su salida había sido poco clara y en medio de un clima eleccionario convulsionado, no deja de ser una arista insólita más de este fútbol argentino que comenzará el próximo 19 de agosto. En este contexto, Quilmes hará su debut en el Centenario contra Newell's.
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