¿Quién no conoce el bosque de Sherwood, en Inglaterra, y la leyenda de Robin Hood?
Resulta que a sólo unos pocos kilómetros de la Capital Federal, en Pilar, también existe un Sharewood -sí, la ortografía varía un poco pero la fonética es casi igual- y aunque no guarda una leyenda en su interior, puede decirse que alberga un secreto: entre la frondosidad de sus árboles nace una laguna propia que de día sirve para practicar wakeboard, pero de miércoles a domingo se arma allí el after beach más cool de todo Buenos Aires rodeando los tres fogones que iluminarán la noche entera.
Desde muy temprano empieza a llegar la gente que quiere disfrutar de la playa y del lugar, que ofrece una gastronomía y un servicio de primera. "A partir de las 5 PM la música cambia, el volumen sube y da comienzo el tan esperado after. Pero la idea es que vengas a disfrutar del día desde temprano", dice Valentino Fabre, uno de los cinco socios que se hicieron cargo del predio donde antes funcionaba un club de wakeboard y todo giraba en torno a ese deporte.
"No hay en todo Buenos Aires un punto de reunión como este con gastronomía y coctelería de alta calidad", sostiene Valentino, que resalta que a tan solo 40 minutos de la Capital, estás en la playa comiendo los mejores frutos de mar y tomando las bebidas tropicales más deliciosas.
Del menú se destacan las hamburguesas caseras de 2 cm de espesor, las clásicas rabas y el fresquísimo ceviche.
De la carta de tragos resaltan tres cócteles que son sinónimo de sofisticación: Sharewood Park -whisky, jengibre, almíbar de canela y un toque de limón-; Vodka Pineapple -vodka, con piña, servido en ananá- y Coconut Groove con agua de coco y volcado dentro del fruto de la palmera.
El lugar ideal para descontracturar una semana intensa de trabajo y disfrutar de noches únicas con amigos, pareja o por qué no solo también. Una oportunidad imposible de dejar pasar.