Papa Francisco: cuáles son los síntomas del derrame cerebral y cómo prevenirlo en adultos mayores

El reciente fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años, a causa de un derrame cerebral ha conmocionado al mundo y en el Perú, la población que admira a Jorge Bergoglio lamenta profundamente su muerte. El sumo pontífice de la Iglesia católica, reconocido por su labor espiritual y social, padeció una de las emergencias médicas más comunes y peligrosas entre los adultos mayores. Este triste acontecimiento nos recuerda la importancia de conocer los síntomas de un derrame cerebral y cómo prevenirlo, especialmente en personas de edad avanzada, quienes están en mayor riesgo.

El derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe, ya sea por una obstrucción (isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (hemorrágico). En ambos casos, el daño puede ser irreversible si no se actúa con rapidez.

Reconocer los síntomas de un derrame cerebral es vital para actuar a tiempo y salvar vidas. Entre los signos más comunes se encuentran los siguientes:

• Pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en la cara, brazo o pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo.
• Dificultad para hablar o comprender el lenguaje, como hablar de forma confusa o arrastrar las palabras.
• Pérdida súbita de la visión en uno o ambos ojos.
• Problemas para caminar, pérdida del equilibrio o coordinación.
• Dolor de cabeza intenso y repentino, sin causa aparente.

Una manera sencilla de identificar un posible derrame es mediante la regla FAST (por sus siglas en inglés):

• F (Face o Cara): la cara se cae o está asimétrica al sonreír.
• A (Arms o Brazos): incapacidad para levantar ambos brazos por igual.
• S (Speech o Habla): dificultad al hablar.
• T (Time o Tiempo): tiempo de actuar. Llamar a emergencias de inmediato.

Cuanto más rápido se recibe atención médica, mayores son las probabilidades de recuperación y menores las secuelas.

En el caso del ACV, la prevención es fundamental, especialmente en adultos mayores. Estas son algunas medidas clave para reducir el riesgo de un derrame cerebral:

• Controlar la presión arterial: la hipertensión es el principal factor de riesgo de un derrame cerebral. Monitorear y tratar la presión alta es esencial.
• Mantener una alimentación saludable: una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y baja en grasas saturadas ayuda a cuidar el sistema cardiovascular.
• Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol: estos hábitos aumentan la probabilidad de un ACV y otros problemas cardiovasculares.
• Controlar el colesterol y la diabetes: niveles elevados de colesterol y glucosa en sangre favorecen la obstrucción de las arterias.
• Realizar actividad física regular: caminar, nadar o hacer ejercicios moderados mantiene el corazón y la circulación en buen estado.
• Controlar el estrés y la salud mental: el estrés crónico puede impactar negativamente en la salud del corazón y del cerebro.
• Revisiones médicas periódicas: consultar al médico de manera regular permite detectar factores de riesgo a tiempo.

Además, en adultos mayores con antecedentes familiares de ACV o enfermedades cardiovasculares, el monitoreo debe ser más riguroso.

A medida que las personas envejecen, el sistema circulatorio se debilita. Las arterias tienden a endurecerse y estrecharse, lo que dificulta el flujo sanguíneo adecuado al cerebro. Además, es más probable que condiciones como la hipertensión, la diabetes y la fibrilación auricular aparezcan o se agraven con la edad, aumentando significativamente el riesgo de un derrame cerebral.

El envejecimiento también afecta la capacidad del cuerpo para recuperarse después de un ACV, por lo que es esencial prevenir su aparición mediante un estilo de vida saludable y controles médicos constantes.