Hildebrandt analizó la situación de los afectados por los huaicos: “Son los que dan votos pero no son prójimos”

El periodista y director de Hildebrandt en sus Trece argumentó que cuando se terminen los deslizamientos en varias partes del Perú, “el olvido” volverá a llamar a sus “filas” a los damnificados.

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César Hildebrandt analizó la situación de los afectados por los huaicos y los deslizamientos. (Ideele Radio/Andina)
César Hildebrandt analizó la situación de los afectados por los huaicos y los deslizamientos. (Ideele Radio/Andina)

César Hildebrandt, director del semanario Hildebrandt en sus Trece, escribió en su columna acerca de los estragos del ciclón Yaku, y las intensas lluvias y huaicos en diversas regiones que siguen afectando a cientos de familias en el Perú.

“Lo que el huayco se ha llevado es una habitación de madera balsa, caña brava, cartón y restos de hojalata. Dentro de ella había un camastro, una cocina de dos hornillas, baldes, cucharas de palo, detergentes. Así viven millones de peruanos. Son los que dan votos pero no son prójimos”, inició el también escritor.

Recordó algunas palabras de los damnificados que se han escuchado estos días en los videos de las redes sociales o en las entrevistas en los medios de comunicación: “‘Hemos perdido todo’, dice el hombre. ‘Nada nos ha quedado’, dice la mujer”.

“Son los millones de condenados por el sistema que –dicen– nos llevó a la prosperidad. Son los que la derecha no quiere ver, los que Fujimori escondió, los que el momiaje de todos los colores quisiera desaparecer (no vaya a ser que se den cuenta y salgan a protestar)”, argumentó.
El ciclón Yaku afectó a miles de familias en el Perú. (Cris Borouncle/ AFP)
El ciclón Yaku afectó a miles de familias en el Perú. (Cris Borouncle/ AFP)

Hildebrandt reflexionó acerca de cómo ha sobrevivido esta población peruana que ha perdido sus viviendas antes de los huaicos y deslizamientos.

“Están allí, con la tenacidad de las estaciones y la voluntad de las hormigas. Viven discretamente, mueren como si no hubieran nacido, sobreviven entre las siete plagas y compran agua en cisternas. Duermen temprano porque cuando no hay luz tampoco hay televisión. Comen poco lo que haya y lo que llene y la mayor parte de sus niños, carentes de proteínas en los primeros años, repetirán el ciclo y engendrarán a los miserables del futuro”, escribió.

El periodista comentó que después que termine todo, “el olvido los volverá a llamar a filas”. Pese a que la población afectada siempre ha pedido ayuda nunca han recibido nada ni del gobierno central, regional o de las municipalidades, por lo que “algunos están hartos e imaginan un saqueo vengador y multitudinario, un acto de justicia bíblica”.

“Maldigo a un sistema que normaliza estas condiciones. Maldigo la crueldad de un país que vive, sin culpa, con millones de sus ciudadanos sometidos a la cadena perpetua de la extrema penuria. ¿Quién los juzgó? ¿Quiénes los condenaron? ¿Dónde fueron a parar sus apelaciones? (...) Maldigo a un sistema que produce abismos y que luego los tapa con editoriales y estadísticas.”, agregó.

César Hildebrandt manifestó que muchas veces “la lluvia, los ríos y la furia y nos recuerdan de qué barro estamos hechos”.

“Si eres hijo de miserables, se supone que no debiste nacer. Y si tuviste la imprudencia de nacer, pues lo casi seguro es que no abandonarás la gravedad jupiterina de la pobreza hereditaria”, agregó.

Finalmente, el autor de Confesiones de un inquisidor indicó que “la naturaleza, en todo caso, es mucho menos impía que el sistema que todos los días activa las quebradas de la injusticia”.