"En este momento en que algunos países cierran sus fronteras para que nadie pueda entrar y se limitan a mirar su ombligo, yo quiero hablar sobre lo que nos une como pueblos y no sobre lo que nos separa", dijo Lidewij Edelkoort, la editora y curadora de moda y diseño holandesa al comenzar su disertación en el marco del ciclo de conferencias de Yarnk Talks organizado por la empresa textil El espartano.
Controvertida y revolucionaria, esta mujer de 68 años –considerada la gurú de las tendencias y la arquéologa del futuro– visitó la Argentina para presentar su libro Folklore y las publicaciones Bloom y View on Color de su empresa Trend Union, y lo hizo a sala llena en el auditorio de la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes con un público entusiasta y expectante.
"Aunque quieran hacernos creer que en este mundo hostil existen personas mejores que otras, yo vengo a demostrar que no es así: en este preciso instante hay hombres y mujeres en África, Asia y América realizando los mismos tejidos, dando las mismas puntadas y bordando con el mismo esmero y amor. Yo vengo a hermanar, no a separar", aseguró Edelkoort antes de comenzar a hablar de folklore, la tendencia que hoy la apasiona y sobre la que eligió escribir para rescatar el pasado autóctono de cada pieza, recuperar técnicas ancestrales y el valor de vestirnos con prendas que nos identifiquen sin caer en "el mandato de salir a la calle uniformados, como algunos militantes del marketing pretenden que hagamos", según sus propias palabras.
EN PIE DE GUERRA. "La moda está pasada de moda", aseguró Lidewij Edelkoort en el manifiesto antifashion que publicó en octubre de 2015 y generó un gran revuelo en el mundo de la alta costura.
"Los estudiantes están siendo instruidos para convertirse en diseñadores de pasarela, estrellas y divas individualistas, con el único objetivo de que sean descubiertos por las grandes marcas de lujo", señalo en aquel momento, y agregó: "La fiebre por la moda barata nos lleva a pensar que las prendas se pueden tirar y descartar como si fueran condones".
Hoy sonríe con picardía cuando le recordamos su polémica publicación y –aunque asegura que sigue pensando exactamente igual que hace tres años– prefiere derivar la charla hacia su nuevo objeto de estudio y adoración: el folklore."El folklore es el conjunto de creencias, prácticas y costumbres de un pueblo. ¿Cómo podemos identificar esta corriente en la moda? Muy simple: reconociendo cuáles son sus pilares, sus piezas clave, aquellos materiales que no pueden faltar y esos accesorios –como bordados, flecos, pompones y cintas– que siempre están presentes", explica.
UN ESTILO BIEN DEFINIDO. Para esta prestigiosa coolhunter las prendas básicas que componen el folk style son:
x La túnica: considera que es una prenda universal que pueden usar tanto hombres como mujeres y destaca que "hoy las veo combinadas con zapatillas deportivas –Adidas o Nike– y me parece fabuloso". xCamisa granjera: puede ser una blusa bordada, adornada con cintas o ribetes, con fondo blanco o floreado, pero "siempre es bienvenida y la eligen tanto en Europa del Este como en Marruecos".
x La falda con vuelo. "Sirve para saltar, bailar, es femenina y está llena de vida".
x El kimono. "Aunque uno no suela asociarlo especialmente con el estilo folk, hoy es un componente importante y funcional".
x Los tejidos. De cualquier estilo, tipo y color.
x La ropa de trabajo reciclada. "Amo lo overoles y chaquetas de trabajo en color azul, para sumar al guardarropas de hombres y mujeres. Creo que se pueden aggiornar y enriquecer con pequeños detalles de color".
x El formato cuadrado, tanto en blusas como en vestidos."Para los que no entienden a qué me refiero, sólo deben mirar algunas de las prendas que usaba Frida Kahlo".
x Por último, los estampados floreados son vitales y necesarios. "Pero no sólo hay que elegirlos en la ropa, también en zapatos, carteras y pañuelos". Lo mismo con los dibujos geométricos o a cuadros.
"El folk es lo opuesto al minimalismo. Aquí la superposición de prendas está autorizada y nadie debe temer a combinar una estampa de flores con rayas. La diversión también está en correr algún riesgo al vestirnos", remarca con vehemencia.
DE COYOACÁN AL MUNDO. Lidewij Edelkoort lleva años recorriendo el mundo y analizando los puntos de unión entre el arte, el diseño, la moda, el consumo y la comunicación y, desde sus distintas publicaciones, convoca a la "emancipación del hemisferio sur".
Esta visionaria –que alguna vez anticipó que los hombres adoptarían el color rosa sin prejuicios– hoy tiene una nueva premisa: "América Latina debe dejar de seguir las tendencias de Europa porque los diseñadores de aquí tienen propuestas tan genuinas como apasionantes para aportar al universo de la moda. Ellos pueden pueden enseñarles al mundo cómo resistir ante la adversidad. Y eso no es poco". En sintonía con su discurso, Edelkoort no vacila a la hora de elegir un ícono de la moda del siglo XXI: "Frida Kahlo, sin ninguna duda".
Textos: Juliana Ferrini
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