Que la absolución de Juan Darthés no sea un mensaje para callarnos

El juicio contra el actor comenzó el 30 de noviembre de 2021, dos años después de que Fardin presentara la denuncia por abuso sexual agravado en diciembre de 2018 en Nicaragua, por hechos supuestamente consumados en 2009 cuando ella tenía 16 años

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Galán maduro en apuros... Juan Darthes
Galán maduro en apuros... Juan Darthes

“Absolvieron a Darthés”, whatsapea una colega amiga en un grupo que compartimos con otras colegas amigas. Y el mutismo es total. En lo primero que pienso antes de buscar el fallo, antes de tratar de entender el disparate que absuelve al denunciado aun reconociendo el abuso sexual de una adolescente, es en los mails que se acumulan en mi casilla.

“Buenas noches, te pedimos ayuda para visibilizar el caso de una familia afectada por el abuso sexual a un menor, ya que la Justicia va muy despacio”; “hola Mariana, formo parte de la mesa de trabajo de Escuchen a Milagros, una niña abusada por su papá. ¿A vos te interesa darnos una mano para dar a conocer esta causa?”; “Buen día, te contacto porque hay una mamá que vino desde Río Negro y se encadenó en Tribunales para que la vean los medios. Su hija fue abusada por el progenitor pero nadie la escucha”…

Todas las semanas, mujeres y familias desesperadas se acercan y ruegan por una escucha atenta, empática, por alguien que haga lugar al relato inenarrable. Es que el abuso sexual en las infancias es una de las peores formas de violencia, pero a la vez una de las más extendidas. Según UNICEF, una de cada 10 niñas y adolescentes sufren violencia sexual en nuestro país.

(RS Fotos)
(RS Fotos)

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Pero hoy recuerdo mi casilla de mails estallada de gritos desesperados de visibilización y pienso ¿para qué? Al final de cuentas, ¿qué sentido tiene exponer bajo la lupa social y mediática esas historias de dolor? ¿Qué esperanza de paz pueden sentir quienes han sido o son violentadas si leen que un hombre de 45 años que besó a una adolescente de apenas 16, que le practicó sexo oral y le metió sus dedos en la vagina fue absuelto porque la víctima “tardó mucho tiempo en darse cuenta de que él la había penetrado con su miembro”?

Para colmo, ojalá la decisión que acaba de desestimar la denuncia de Thelma Fardin fuera una excepción y no un modus operandi judicial. Mientras escribo esta columna se me actualizan otros desvaríos. Como cuando la Cámara Criminal Segunda de Neuquén planteó no poder probar si un ex policía de 73 años había violado a su vecina de 12 años, a pesar de que la nena había quedado embarazada y la prueba de ADN confirmaba que el bebé era hijo del imputado. En la sentencia los jueces señalaron: “Lo que es materia de discusión es el grado de este contacto sexual, si ha habido penetración”. Así consiguieron que los 11 años de prisión solicitados por la fiscalía fueran reemplazados por cuatro.

O el conocido “fallo Tiraboschi” que permitió a la Cámara Nacional Criminal y Correccional marcar diferencias entre penetrar u obligar a una fellatio a una niña de ocho años. “Estamos ante un imputado sin antecedentes, que confesó plenamente el hecho y demuestra arrepentimiento. Es un hombre joven y padre de familia, que sufrirá graves consecuencias en el plano familiar y laboral, además de social. En el caso bajo examen, no causó daño físico a la menor, valiéndose sólo de engaños y seducciones para arribar a su reprochable proceder (…) el único hecho imputable se consumó a oscuras, lo que reduce aún más el contenido traumático de la desfavorable vivencia para la menor”, aleccionaban en aquel momento los camaristas. La “violación”, entonces, dejó de ser tal para quedar enmarcada dentro de la figura del “abuso deshonesto”, delito al que le correspondió una pena menor. El pederasta nunca fue preso.

Juan Darthés fue absuelto por falta de pruebas por la Justicia brasilera en la causa por abuso sexual iniciada por Thelma Fardín
Juan Darthés fue absuelto por falta de pruebas por la Justicia brasilera en la causa por abuso sexual iniciada por Thelma Fardín

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Más de 30 años después, leemos las mismas barbaridades.

Lo que también surge con este nuevo atropello contra Thelma (que funciona como una peligrosa hoja de ruta a seguir) es la imagen que el Poder Judicial construye y enarbola sobre las víctimas de violencia sexual. Una víctima apta para relatar el abuso de un tirón, de manera concatenada, que llore pero tampoco tanto, que presente testigos, que facilite detalles y pruebas irrefutables. El imaginario inventado de una “víctima ideal” que no existe, porque el horror se cuenta como se puede. Se dice, se agrega y se sigue diciendo y agregando, a medida que se siente la confianza y el apoyo. La mayoría de las veces, encima, ese decir y agregar depende del abordaje que proponga la justicia, de una escucha capacitada y activa que precisamente no abunda.

Datos de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) señalan que en Argentina solo el 15,5% de las denuncias por delitos contra la integridad sexual obtiene condenas. El patrón se repite en distintos países de la región. En Chile y Ecuador menos del 4% de las denuncias llegan a condena, y en Guatemala y Brasil la tasa de condena por violación sexual es del 1%.

“Que esto no sea un mensaje para callarnos”, pidió con énfasis Thelma Fardin en conferencia de prensa desde las oficinas de Amnistía Internacional. Revelémonos contra el silencio. Por Thelma, por los correos que gritan, por las y los que todavía no se animan… alguna vez, Será Justicia.

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