La cultura como respuesta a los problemas ciudadanos

En las bibliotecas no solo se leen libros, son espacios de encuentro, lugares de acceso y apropiación del capital cultural, que permiten superar la brecha que hay entre los sectores medios y los sectores populares

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El Parque biblioteca España, en Medellín
El Parque biblioteca España, en Medellín

Invertir en cultura y educación es una de las posibilidades que tiene una sociedad para abordar la violencia. Sin lugar a duda, para resolverlo hay que planificar políticas públicas de seguridad, pero, a la vez, de educación, de cultura, entre otras áreas, para abordar la solución al problema.

Si retomamos el caso de Medellín, en el año 1991 tenía 20 muertes violentas diarias de jóvenes y, en unos 25 años, bajó la tasa de mortalidad y la redujo un 96%. Esto lo lograron con más inversión y equipamientos culturales de alto valor simbólico en los barrios para generar calidad y equidad. Se crearon 10 Parques bibliotecas ubicados estratégicamente, con programas socioculturales cuyo objetivo era respirar cultura. Espacios con miles de libros, pero también con ludotecas, talleres y cursos para que los vecinos circulen y se apropien de los bienes simbólicos que allí se ofrece.

En el 2010 conocí el Parque biblioteca España, localizada en lo alto del cerro de esa ciudad, en una de las laderas más afectadas por la violencia de los años ochenta, la cual forma parte del programa de inclusión social de la Alcaldía para brindar igualdad de oportunidades en el desarrollo social y económico a la población. La edificación consta de tres grandes volúmenes de piedra. Si bien hoy está cerrada por riesgo de derrumbe, la distribución es la siguiente: en uno de los niveles está la biblioteca, integrando en la misma una ludoteca para que los más pequeños puedan aprender jugando. En otro nivel, hay un salón llamado “Mi vecindario”, donde la gente del barrio puede reunirse para exponer diferentes experiencias o tratar de encontrar soluciones en una zona donde la pobreza y la violencia acosa a la mayoría de los vecinos. En el tercer nivel hay dos aulas donde se trabaja con clases de capacitación. En el cuarto nivel, hay un gimnasio. El parque también cuenta con un anfiteatro al aire libre. También hay espacios con computadoras y sillas pequeñas. El sábado que lo visité vi niños y niñas descalzos que entraban y salían del Parque con la confianza que solo un espacio apropiado por las infancias lo permitiría.

El edificio se encuentra actualmente cerrado por peligro de derrumbe
El edificio se encuentra actualmente cerrado por peligro de derrumbe

Otro ejemplo de Medellín es el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia, edificado donde había un basural, el cual reflejó bienestar para 40.000 personas del barrio e incluía programas de vivienda, salud y educación; su gran objetivo fue fortalecer la ciudadanía y dar oportunidades a jóvenes y niños de la periferia. Este centro costó 2.800.000 de dólares y la construcción fue del 100% de inversión privada. La alianza con el colegio de ingenieros y con inversores privados logró cambiar esa parte de la ciudad.

Un caso emblemático en Recife, Brasil, fue la creación de cuatro centros comunitarios de paz en 8 años; cada uno de ellos con actividades deportivas y culturales, impulsado por el secretario de seguridad.

También es conocido el caso de la creación del barco biblioteca en México, complejo cultural en forma de embarcación con un acuario virtual interactivo. Se llega a través de las sendas peatonales con botones de emergencia, videovigilancia e iluminación.

En la ciudad de Rosario, mientras fui secretaria de Cultura y Educación, me reuní con un empresario de la construcción para poner en diálogo lo público y lo privado. Le conté que el Museo de Arte Decorativo “Firma y Odilo Estevez” estaba cerrado por problemas edilicios. Rápidamente, Gabriel Redolfi se entusiasmó con la idea de hacer los arreglos pertinentes en una residencia que cuenta con una gran colección de pinturas, esculturas, mobiliario y objetos decorativos, incluyendo mobiliario español de los siglos XVI, XVII, y XVIII y copias de muebles franceses del siglo XVIII, una colección de pinturas y esculturas europeas, platería colonial y exquisitas luminarias de bronce y cristales.

Producto de aquel encuentro, en estos días, la empresa de Redolfi está llevando a cabo la refacción del edificio y, producto de esta, cuando fueron a retirar el entablonado de madera, que servía de base a las baldosas de roble de Eslavonia, aparecieron pequeños restos de cerámicas, mayólicas, azulejos y algunas maderas con un sello de fuego que se utilizaban en la época de la colonia.

En 25 años, Medellín bajó la tasa de mortalidad y la redujo un 96%
En 25 años, Medellín bajó la tasa de mortalidad y la redujo un 96%

El colombiano Jorge Melguizo, parte del cambio de Medellín, se preguntaba, en una charla de hace pocos días, cómo es posible hacer gestión cultural en medio de gobernantes que no creen en la cultura.

El gestor cultural planteaba que es posible construir lo común y lo colectivo en diálogo con los barrios, pero no desde un escritorio, sino con alianzas entre el sector público (Nación, provincia y municipio) y universidades, iglesias, ONG y, necesariamente, con inversores privados.

En las bibliotecas no solo se leen libros, son espacios de encuentro, lugares de acceso y apropiación del capital cultural, que permiten superar la brecha que hay entre los sectores medios y los sectores populares, entre los niños cuyos padres le pueden ofrecer libros de cuentos, visitar ludotecas o espacios de juego y quienes no acceden a bienes materiales ni simbólicos.

Acceder a museos, bibliotecas, centros culturales y apropiarse de esos espacios y convertirlos en parte de la vida cotidiana, logra crear otras infancias y adolescencias, alejadas de la violencia, pero se necesita de dirigentes que decidan que la cultura es prioridad para construir una sociedad más justa y equitativa.

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