En la era de los teléfonos inteligentes y de usuarios tontos, ¿cuál es la razón por la que dos superpotencias invierten y construyen estructuras para controlar y monitorear la información que gestionamos a través de nuestros dispositivos?
Hasta el cansancio, TikTok ha respondido a las preocupaciones sobre la privacidad de los datos, al prometer que la información recopilada sobre los usuarios en los Estados Unidos se almacena en los Estados Unidos, en lugar de en China.
El ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ya había amenazado con prohibir la aplicación. Ahora, según los audios filtrados de reuniones internas de TikTok, los empleados con sede en China acceden permanente y repetidamente a datos privados de los usuarios de la plataforma de EE. UU. Lo cierto es que todo indica que esto ocurre para todo el planeta.
Casualidad o no, China prepara una nueva ley de monitoreo de contenido de las redes sociales y plataformas de video, con el objetivo de que se controlen todos los comentarios de los usuarios antes de ser publicados. La nueva norma exigirá a los administradores de las plataformas que pongan en práctica un “equipo de moderadores de contenido”.
Así, los usuarios deben registrarse con sus identidades reales en las redes y si violan las reglas, se les puede advertir, prohibir comentar, pedir que eliminen sus comentarios e incluso; pueden suspender o desactivar sus cuentas.
La nueva ley se sumará a la orden vigente desde mayo pasado que obliga a los usuarios a mostrar su ubicación, lo que provocó que millones de usuarios desistan de participar en foros porque son acosados y censurados.
Si bien las medidas se basaron en el argumento de evitar la desinformación, la realidad es que las restricciones no solo son para los habitantes en China, sino para aquellos que viven en el extranjero, quienes fueron vetados de la discusión pública y muchas veces reciben denuncias y la eliminación de sus perfiles por criticar al régimen. Usuarios chinos reaccionaron de forma negativa ante el borrador de la ley, sobre en todo en Weibo, el Twitter chino. De hecho, China es el país que más controla la web, lo que queda en evidencia al estar bloqueadas páginas tan populares como Google, Facebook, Twitter o YouTube.
Todo se ve en China y los administradores tienen acceso a todo. La “recopilación de datos de TikTok amenaza con permitir que el Partido Comunista Chino acceda a la información personal y de propiedad de los estadounidenses”, escribió Trump en su orden ejecutiva en 2020. La advertencia de los norteamericanos tiene que ver con que el gobierno chino pueda obtener datos estadounidenses a través de ByteDance, dueña de la red social. Se basa en la realidad de que las empresas chinas están sujetas a las presiones del Partido Comunista, que regula cada vez más a sus gigantes tecnológicos. El riesgo es que el gobierno pueda obligar a ByteDance a recopilar y entregar información como una forma de espionaje de datos o ciberinteligencia.
Es una realidad la posibilidad de que el poder del gobierno chino pueda afectar y ajustar las palancas del poderoso algoritmo “Para ti” de TikTok, que recomienda videos a sus más de mil millones de usuarios. Para muchos, esta red social es un caballo de Troya del Partido Comunista Chino que puede influir en lo que los usuarios ven, escuchan y en última instancia, piensan.
TikTok ha dicho en declaraciones públicas que almacena físicamente todos los datos sobre sus usuarios estadounidenses en los EE. UU., con copias de seguridad en Singapur. Esto mitiga algunos riesgos. Sin embargo, la ubicación física no importa si aún se puede acceder a los datos desde China. Lo preocupante sería que los datos terminen en manos de la inteligencia china.
A medida que TikTok continúa negociando qué datos se considerarán “protegidos” o “privados”, las grabaciones dejan en claro que una gran cantidad de información de usuarios, incluidos videos públicos, biografías y comentarios, continuarán siendo accedidos por los empleados de ByteDance en China, obteniendo información sobre lo que les interesa a los usuarios; desde videos de gatitos, hasta orientación sexual u opiniones políticas.
SEGUIR LEYENDO: