Esteban, un ejemplo de vida

No podemos quedarnos en los elogios y dejar pasar esta oportunidad histórica. Es tiempo de superar la grieta que nos atrapa desde hace años

Compartir
Compartir articulo
Esteban Bullrich durante su discurso de renuncia al Senado
Esteban Bullrich durante su discurso de renuncia al Senado

Muchas veces transitamos nuestros días sin detenernos a contemplar lo que realmente importa, lo que realmente vale la pena.

Aquellos que tenemos responsabilidades públicas solemos caer en la grieta del agravio y las chicanas.

¿Esa grieta soluciona la pobreza?

¿Esa grieta soluciona la crisis educativa, social y cultural?

“Esa falta de diálogo trasciende estas paredes, vivimos en un país enfocado en la grieta y en el debate violento, un país en el que la gente de bien escapa de la política, la desprecia y la condena. Un país en el que la gente se recluye en lo privado, soltando el sueño de ser parte de la construcción de una Argentina mejor. Un país en el que empujamos a la gente a no ejercer lo que es el rol más alto de una democracia: el rol de ciudadano”. Estas palabras de Bullrich reflejan la importancia de eliminar definitivamente la grieta que nos atrapa desde hace años.

Necesitamos sentarnos a solucionar los problemas reales que sufre la sociedad actual. Poner el foco en las dificultades que atraviesan día a día los argentinos.

Cuántas veces en estos últimos años vimos la relativización de la vida humana. Dirigentes que levantaron la mano y tomaron decisiones para restringir el derecho a la vida.

Necesitamos elaborar y consensuar políticas públicas que cuiden y protejan toda vida humana. Dejar de lado las diferencias y darle valor real a lo más importante que tenemos: la vida.

Esteban nos demuestra que cada día podemos comprometernos y ser protagonistas en la construcción de un país mejor, aportar y sembrar en esta bendita Patria.

¿Somos conscientes de todo lo que tenemos?

¿Valoramos la riqueza de talentos que tiene nuestra Nación?

Créanme que es mucho más lo que nos une que lo que nos divide, solo se requiere vencer prejuicios, hacer silencio y escuchar al otro. Este proyecto no es de nadie, es de todos. Porque en política, las buenas ideas no tienen dueños, tienen beneficiarios. Repito, las buenas ideas no tienen dueños, tienen beneficiarios. Y porque, como dijera Borges: nadie es la Patria, pero todos lo somos”. Esteban nuevamente nos convoca en su discurso a dejar atrás los egoísmos, los rencores y las diferencias. Trabajar y construir juntos un país mejor.

Muchas veces nos preguntamos si todo está perdido, creemos que no hay salida en este laberinto que recorremos desde hace décadas.

Claro que hay salida, la salida está en los hombres y mujeres que día a día le ponen cuerpo y alma a la adversidad, en los estudiantes que se forman, en los emprendedores que aportan y construyen, en los niños que renuevan la esperanza de que un país mejor es posible.

Es momento de observar, contemplar y hacer realidad el ejemplo de Esteban. No podemos quedarnos en los elogios y dejar pasar esta oportunidad histórica. El tiempo de que seamos ejemplo con nuestros actos es HOY.

SEGUIR LEYENDO: