Las claves para sobrevivir en un mercado laboral cambiante

Las formas de trabajo están cambiando a un ritmo muy veloz. Con la pandemia del COVID-19, entramos en una crisis del sistema de salud que rápidamente se convirtió en una crisis económica y social, la cual devino en una enorme transformación de la fuerza laboral.

Se multiplicó el home office, se modificaron los procesos de producción, incluso en las actividades presenciales y la reconversión digital ya no fue una elección, sino una necesidad que llegó a las compañías para quedarse y mostrar a los más reacios los grandes beneficios que trae consigo su utilización.

Al trabajo desde casa, que instaló definitivamente la pandemia, se le suma una realidad que está sucediendo en un mundo cada vez más globalizado. Desde hace ya tiempo y gracias a la tecnología, podemos interactuar con otra u otras personas, aunque estén en cualquier otra parte del mundo.

En este contexto, la adquisición de idiomas, el inglés sobre todo, la formación intercultural y las habilidades blandas se convierten en aliados estratégicos de las compañías que ya no solo deseen crecer y expandirse, sino sobrevivir.

Por eso, “en la era post COVID-19, comprometerse con una vida de aprendizaje es precisamente la actitud que las compañías debieron tomar para seguir adelante”, según el Foro Económico Mundial.

Asimismo, su fundador y presidente, el profesor Klaus Schwab, señaló que “tenemos las herramientas a nuestra disposición” y que “la abundancia de la innovación tecnológica que define nuestra era actual puede aprovecharse para dar rienda suelta al potencial humano”.

Dicho esto, está claro que la tecnología cambió definitivamente la forma de conectarnos y en tiempos de pandemia quedó todavía más en evidencia. Aunque hay algo que es insustituible, el vínculo entre personas, y ahí el manejo de las habilidades blandas se torna central.

Las habilidades blandas son el motor del aprendizaje y del éxito profesional. El 85% del éxito o fracaso de una persona en su carrera profesional viene condicionado con lo que serían sus habilidades interpersonales.

Las también llamadas soft skills son aquellas inherentes al ser humano y que se aplican a todos los campos de la vida. Por ejemplo: una habilidad que es la comunicación se aplica al trabajo y en la relación con la pareja/familia/amigos. Son habilidades que se pueden entrenar y mejorar y son definitivamente las que marcan la diferencia en el desarrollo personal y profesional de las personas.

A su vez, las habilidades blandas se trabajan desde el liderazgo, porque es ese líder empático el que realmente está formando a los colaboradores que tiene a su cargo. Y sobre todo, el COVID-19 mostró que la empatía y la inteligencia emocional serían una capacidad organizacional distintiva para cualquier líder.

Adecco Argentina, filial de la empresa global de consultoría en Recursos Humanos, elaboró un listado de 9 habilidades laborales (técnicas y blandas) que seguramente cuenten con una gran demanda en un mundo posterior al coronavirus.

Entre las blandas, la lista incluyó adaptabilidad y flexibilidad, creatividad e innovación, pensamiento crítico, liderazgo, inteligencia emocional y aprendizaje continuo.

Según el Foro Económico Mundial, en solo cinco años el 35% de las habilidades que hoy se consideran esenciales cambiarán.

Por eso, desde Learnlight enseñamos, desde el año 2007 y en forma virtual, idiomas (inglés principalmente) a más de 500 mil líderes y equipos de trabajo en más de 20 países alrededor del mundo, acompañado de una formación en habilidades blandas e interculturales.

Creemos que la clave radica en cómo podemos usar la tecnología de la forma más eficiente para ayudar a las personas a que sean más productivas, exitosas y felices. Y de esta forma lograr que las compañías sobrevivan, crezcan y se expandan efectivamente. Es que definitivamente el mundo laboral está cambiando a un ritmo muy veloz y debemos tener la capacidad de escucha suficiente para dar las respuestas que el mercado nos exige.

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