Xi Jinping, presidente de China, sostiene que el desarrollo de su país no es producto de un milagro económico, sino de la firme política seguida por el gobierno que sintetiza en: 1) Hicimos todo lo que pudimos; 2 ) Lo mejor que pudimos; y 3) Lo más rápido que pudimos.
En cambio, el lema del Gobierno argentino parece ser, en la realidad de los hechos, lo opuesto: 1) No hicimos nada de lo que podíamos hacer por el bienestar del Pueblo; 2) Lo poco que hicimos, lo hicimos mal; y 3) Demoramos demasiado.
Todos los años el país dilapida el 42% del PBI en una burocracia sobredimensionada, inoperante y corrupta. Se desperdicia el recurso más valioso, que es el trabajo de la oferta laboral, contratando en el Estado dos millones de ñoquis que nada producen, mientras falta mano de obra laboriosa para levantar 2 millones de viviendas, tender 80.000 km. de redes de agua potable, cloacas y gas natural, 100.000 km de caminos pavimentados que no se hacen, construir 13.500 km. de autopistas, forestar 20 millones de hectáreas aún improductivas y explotar en forma intensiva Vaca Muerta, el segundo yacimiento petrolero y gasífero más grande del mundo en su tipo, con reservas que valen 1,3 billones de dólares.
El Gobierno carece de un Plan de Desarrollo para movilizar tantos recursos ociosos, mientras millones de habitantes vegetan en la pobreza y la indigencia.
El Gobierno carece de un Plan de Desarrollo para movilizar tantos recursos ociosos, mientras millones de habitantes vegetan en la pobreza y la indigencia
Hacen falta seis metas que galvanicen el esfuerzo colectivo y conviertan los recursos ociosos en riqueza productiva que potencie el desarrollo a un ritmo de 10% anual mediante un programa con moneda estable y Bancarización Inducida que podría genera inversiones por el equivalente en pesos UVA a USD 400.000 millones en cuatro años, sin endeudamiento externo, con propios recursos hoy desaprovechados. Recalco que son dólares “equivalentes” pero que todo se paga en pesos UVA estables.
La red de autopistas
Se puede establecer un paralelo entre la conducta de China y de Argentina con relación a las autopistas que muestra a las claras porque ellos progresan a ritmo frenético y nosotros estamos paralizados desde hace 14 años, al menos.
En 1985 una delegación de funcionarios chinos visitó el Banco Mundial para pedir asesoramiento para encarar en su país un plan de desarrollo. Tuvieron la gran suerte de ser atendidos por un brillante ingeniero argentino graduado en la UBA, José M. Veniard, -22 años de funcionario de carrera de la entidad-, quien sin hesitar les dijo: “Si Ustedes quieren llegar a ser un país como los Estados Unidos empiecen por construir una Red de Autopistas como la Red Eisenhower”. Los chinos se miraron atónitos y dijeron: ¿Para qué vamos a hacer autopistas si no tenemos autos?
“Si Ustedes quieren llegar a ser un país como los Estados Unidos empiecen por construir una Red de Autopistas como la Red Eisenhower”, le dijo el ingeniero argentino José Veniard en 1985 a una delegación de funcionarios chinos que acudió al Banco Mundial
Toda China tenía entonces apenas 100.000 automotores. Además, carecían de industria para fabricarlos. Veniard les dijo: Los autos se fabrican en minutos. Las autopistas demoran décadas. Empiecen cuanto antes a tender las autopistas. Los chinos contrataron a Veniard como director de su futura red de autopistas quien vivió seis años en Pekín poniendo en marcha el Gran Plan Vial. Toda China tenía entonces apenas 21 km de autopistas. Menos que la Gral. Paz argentina. La primera fase del Plan incluyó 25.000 km. que debían terminarse en 2020. Pero, como las cosas se hacen rápido en China, se habilitaron en 2006 con 14 años de anticipación. Fue tan vigoroso el desarrollo del territorio servida por esta red inicial, que se dispuso una segunda fase de 35.000 km. que también se iba a concluir en 2020 y que se terminó seis años antes.
Efecto propagador de actividades
Pero lo notable fue el efecto que tuvieron las autopistas en la evolución de la industria automotriz. Hoy es el principal fabricante de autos del mundo con más de 25 millones de unidades por año, triplicando la producción de Estados Unidos. -El parque automotor de China que era de 100.000 autos en 1985 pasó a ser de 174 millones. El segundo del mundo.
Se produjo de esta manera el fenómeno económico del “desarrollo desequilibrado” que sostenía Albert Otto Hirschman, sabio economista y sociólogo autor del libro: La Estrategia del Desarrollo Económico, que puede sintetizarse así: “El desarrollo desequilibrado es el impulsor fundamental del desarrollo económico”.
Según Hirschman, el líder político debe impulsar la ejecución de la variable económica que esté disponible a su alcance aunque falte la contrapartida natural. Si podemos hacer autopistas hagámoslas aunque no tengamos muchos autos. Y, a la inversa: si no podemos hacer autopistas, fabriquemos muchos autos que, cuando generen congestión, van a provocar la construcción de redes de autopistas.
El líder político debe impulsar la ejecución de la variable económica que esté disponible a su alcance aunque falte la contrapartida natural
Hirschman sostiene que siempre que se pueda, hay que promover el crecimiento de alguna de las dos variables aunque la otra esté adormecida, porque finalmente la variable que crece va a empujar y a estimular a la rezagada hasta completar un binomio completo y equilibrado.
El desarrollo económico se extiende inmediatamente al campo social. En los últimos tiempos, China convierte cien millones de pobres en clase media por año.
El plan está
Argentina tiene el proyecto de la Red Federal de Autopistas (RFA) pronto para ser ejecutado desde hace 20 años y no lo hace, con graves consecuencias en la siniestralidad vial y en los altos costos de flete que se podría reducir sustancialmente con dicha obra.
La suspensión del plan le ha costado al país 29.559 muertes en accidentes evitables que no se hubieran producido si la red de autopistas estuviera habilitada.
El país tuvo la oportunidad de construir su propia red de autopistas en 1998 cuando presenté el bautizado Plan Laura que tuvo el apoyo del presidente Carlos Menem y de todas las legislaturas de las provincias que dictaron leyes de adhesión unánime al proyecto. Infortunadamente, el “club del peaje” se opuso para defender el abusivo sistema de peaje en las rutas adonde cobraban un millón de dólares por día por cortar las malezas, sin construir un solo km. de autopistas en 12 años de concesión.
La Argentina necesita 13.500 km. de autopistas que integren todas las provincias y los países limítrofes. Se puede hacer con inversión privada sin aportes presupuestarios y sin endeudamiento externo.
Se puede hacer con inversión privada sin aportes presupuestarios y sin endeudamiento externo
Las autopistas tienen enormes ventajas comparativas que facilitan y aceleran su ejecución y además la abaratan en forma notable. Más aún en un país con grandes llanuras -la Pampa Húmeda- adonde el costo directo de obra es de USD 3 millones equivalentes por km-. En Italia el costo de una obra similar es diez veces mayor, por una única razón: la geografía. Montañas y terrenos quebrados que obligan a construir viaductos elevados y túneles en profusión. Argentina debe bajar los costos del transporte para mejorar su competitividad. Las autopistas bajarán los fletes un 20% e incorporando los grandes bitrenes que pueden llevar el doble de carga, el ahorro será del 35 por ciento.
La siniestralidad vial tendrá una drástica reducción: 7 de cada 8 muertes se evitan en las autopistas porque están diseñadas para hacer físicamente imposibles los accidentes más graves y frecuentes. Su diseño separa los flujos vehiculares impidiendo el choque frontal, responsable del 66% de las muertes en rutas convencionales de una sola calzada.
Una red de autopistas que integre todo el territorio y conecte los grandes centros turísticos y los Parques Nacionales será una formidable herramienta para un crecimiento explosivo del turismo que es una fuente importante de divisas.
El país tiene como vecinos a 211 millones de brasileños que constituyen un gran mercado ubicado sobre la frontera que puede traccionar esta industria del turismo, de grandes posibilidades, como ocurre en España que comenzó su red de autopistas en la década del ´60. Hoy tiene la red de autopistas más extensa de toda Europa con 15.000 km y es el líder indiscutido en atracción de turistas que -en épocas normales y sin pandemia- aportan USD 90.000 millones anuales a su balanza de pagos.
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